MAYDAY, MAYDAY; KORIMA POR CHIHUAHUA

*Corte “evalúa” controversia Sepúlveda

*Los primeros funcionarios incómodos

*¿De qué ríen Marco Adán y Corral?

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Atípica, inusual, soñadora, desesperada, confianza en el altruismo internacional ¿Cómo interpretar el mayday, mayday que prepara Javier  Corral en auxilio de las finanzas estatales? A los gobiernos nadie les da dinero más allá de los impuestos, les quitan.

El sólo hecho de pensar que una “Korima por Chihuahua” puede ser solución a los problemas financieros, refleja el enorme entusiasmo del señor gobernador y su confianza en sí mismo. Es bueno, del insensible Gobierno Federal sólo puede esperar negativas reiteradas, más tratándose del exsenador asiduo critico de Peña.

Como tanta gente informada, Carlos Fierro, presidente de Canaco local, se mostró sorprendido por la iniciativa. Consideró inaudito pasar la charola arguyendo que la entidad no recibe el dinero necesario del gobierno federal. Es la sensatez de un empresario exitoso, recomienda medidas de austeridad.

Pero Javier Corral no es un gobernador típico, piensa que de esa manera doblaría las manos de Pepe Meade, a efecto de que restituya al estado los 450 millones de pesos que a su juicio le debe Hacienda. Arriesgada la apuesta, la presión de la charola parece insuficiente y en algunos sectores mueve a hilaridad.

Imagine usted la escena: Señor empresario, señor presidente de la fundación, usted que se distingue por filántropo y desinteresado apoyador a los que menos tienen ¿Podría hacer un donativo para los chihuahuenses abandonados de su gobierno federal? Claro que sí ¿De cuanto estamos hablando? Lo que usted disponga, sugiero empezar por doscientos millones. Desde luego, señor gobernador, por Chihuahua hasta la camisa. ¿Serían de dólares, libras esterlinas o euros? ¿Los prefiere en cheque, oro, transferencia, giro postal o efectivo? ¿Cuándo estarían mejor,  en la mañana o en la tarde?

Otra solución en lugar del Korima internacional es que Arturo Fuentes Vélez visite a Jaime Herrera, en su casa de Cantera IV, y le pida prestado -o en renta, como sea- el ábaco mágico. Ese ábaco sólo sabe sumar, Duarte manejaba la vara derrochadora, a efecto de que mueva las bolitas y aparezcan los 450 millones.

Una tercera opción está en manos de Vialidad. Podrían colocar, de emergencia, a lo largo y ancho de la ciudad cientos de cámaras infraccionadoras, elevando la multa de mil a cinco mil pesos, y la velocidad reservada a 40 kilómetros por hora en periféricos y 20 en vías interiores.

El pueblo los eligió para resolver problemas, no sólo enunciarlos. El desfalco económico y tiradero administrativo que les heredó Duarte ya se conocía.

En términos de morgue podría decirse que a Gabriel Sepúlveda se le mueve la falange del dedo meñique de su pié izquierdo, es decir conserva un halo de vida, desde luego entendida en el contexto del conflicto legal que motivó su salida. Por fortuna el señor magistrado goza de cabal salud física y mental.

Le negaron la suspensión provisional antes de llegar con el oficio a los juzgados federales, en el multifamiliar de la avenida Mirador. Su recurso cayó en el juzgado primero de Distrito, el mismo que detuvo la bursatilización, ahí Sepúlveda no tenía oportunidad.

Pero en su lucha de todo o nada por recuperar su antigua oficina, el presidente depuesto guarda la esperanza de que la Suprema Corte de Justicia analice de fondo la Controversia Constitucional, promovida contra el decreto que lo relevó del cargo.

Hay un detalle, el ministro instructor admitió su reclamo “sin perjuicio de que la procedencia pueda examinarse en un momento posterior”. En palabras legas, le dan entrada a la espera de recibir información de la contraparte, es decir de los poderes Ejecutivo y Legislativo, sin aceptar que procede su discusión.

Lo anterior implica que, una vez estudiado el decreto, el ministro resolverá si lo admite en definitiva o lo rechaza sin ir al fondo de la Controversia.

Ponga usted que lo consideran procedente, en cuyo caso los señores ministros de la Corte irían al fondo del conflicto entre los poderes. Asuma además que conceden la razón a Sepúlveda, condenando al Congreso y al Ejecutivo. Triunfo rotundo, la Corte ordena restituirlo.

La resolución tardaría entre uno y dos años, tiempo precioso para que el Tribunal local desahogue los juicios del siglo –van apenas 16 años, bien admiten el calificativo- en los que Duarte y los funcionarios que lo acompañen en el proceso serán protagonistas estelares.

Estará de acuerdo en que ni el escenario más amigable libera a César Duarte de ser juzgado, desprovisto del blindaje judicial. El golpe está dado, si acaso una resolución adversa forzaría otro Pleno electivo, donde ratificarían a Julio César Jiménez Castro o elegirían a cualquier magistrado del bloque “antioxogenador”.

Los más seguro es que Ismael Rodríguez, dueño de Mueblerías El Pasito, desde el cuatro de octubre Presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento y amigo personal de Javier Corral, ignore los antecedentes oscuros de Roque Martínez Amparan, durante su paso por Conagua.

En radio pasillo de la dependencia federal dan por un hecho que Martínez Amparan era el operador financiero de Cano Fonseca en los negocios oscuros. Una especie de recaudador de la mafia creada durante esa administración con fama pública de corrupta.

Tenía el cargo de Subgerente de Administración del Agua, calidad en la cual vendía sin recato, aseguran empelados que lo conocieron, derechos federales y los llamados folios ocho, minita de los últimos delegados regionales, bajo el manto protector de Luegue Tamargo, en el gobierno de Calderón.

Si Rodríguez quiere comprobar la famita de su Director Técnico, asuma el reto de invitarlo a dar una vuelta por los pasillos de Conagua.

Muy sonrientes Javier Corral y Marco Adán Quezada, la noche del miércoles en el Paraninfo Universitario. Interesante que haya sido el gobernador quién subió a redes el encuentro informal.

Corral siempre ha intentado mostrarse buena onda con los priistas fuera del entorno duartista; Reyes, Patricio, Graciela, Granados, ahora Marco Adán. Su mensaje es inteligente: voy contra el vulgar ladrón y su pandilla, el resto de los priistas nada teman de mi.

Y dona Maru ¿Cómo habrá reaccionado? Sin novedad, la raya entre gobernador y alcaldesa está pintada, esas expresiones en nada alientan o inhiben su desencuentro. Pero la risa es la que molesta ¿De qué ríen Marco Adán y Javier Corral?