Steve Wozniak: “Los productos de Apple deberían ser más abiertos al mundo”

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El presente de la informática sería otro si Steve Wozniak(San José, California, 1950) no hubiese dejado su trabajo en Hewlett Packard en 1976 para fundar Apple al lado de Steve Jobs. La empresa rechazó cinco veces su prototipo de la Apple II, la primera computadora personal y a color del mundo. Así que Wozniak se fue con su invento a probar suerte de la mano de Jobs. “Lo único que quería era tener un laboratorio, ser ingeniero e inventar cosas. No quería manejar una compañía, era demasiado político para mí”, reconoce ante el público del Campus Party México, en la ciudad de Guadalajara.

Más de 40 años después Wozniak se ha convertido en el gurú viviente de la tecnología. Todos quieren una gota de conocimiento que emane de él o al menos el secreto para emprender y ser exitoso. “A mí no me importa el dinero”, revela con franqueza, “Steve Jobs era la persona de negocios. Él quería el éxito y encontró el dinero para hacerlo”. El informático se ha apegado a la famosa historia de los comienzos de Apple en un garaje en California y ha tratado todo el tiempo de distinguirse de su antiguo socio.

El relato de Wozniak sobre la fundación de Apple deja de lado la dificultad de emprender una empresa en 1976. “Técnicamente fue muy fácil empezar porque en mi cabeza estaba el diseño de la Apple II, que fue el prototipo con el que comenzamos la compañía. El principal obstáculo fue conseguir dinero para construir computadoras en serie”, cuenta. Allí es donde Jobs jugó un papel clave al conseguir el financiamiento de las primeras 1,000 computadoras Apple. El resto es historia y Wozniak decidió en 1985 dejar la firma para, según él, buscar la felicidad. “No importa lo exitoso que seas, no tienes que cambiar tus valores y principios”, aconseja a los jóvenes espectadores.

Wozniak asegura que más allá de la educación y el éxito, los emprendedores tecnológicos deben buscar la felicidad y, sobre todo, la verdad. “La verdad es lo más importante en la vida y decir las cosas de la manera en la que son”, explica. Para poner un ejemplo, el cofundador de Apple habla sobre las películas que cuentan la historia entre él y Jobs.

La que queda mejor parada es Piratas de Silicon Valley (1999) porque “tiene una idea” de lo que sucedió; y la peor –sin duda– el retrato que Ashton Kutcher hizo de su exsocio en Jobs (2013). Una forma para hallar esa felicidad, reconoce, fue ayudar a otros. Wozniak recuerda, por ejemplo, cuando ayudó al mexicano Arturo Bejar, director de ingenieros en Facebook, a costear su educación en Reino Unido. “Lo ayudé con la condición de que cuando pudiese hiciera lo mismo por otros jóvenes”.

Wozniak no formó parte de la segunda ola de Apple que hizo al iPhone accesible al mundo, pero sus seguidores se preguntan qué haría si en sus manos estuviera el futuro del iPhone.

“Lo que añadiría es una estructura más abierta donde algunos productos de Apple sean más abiertos al mundo. Abriría aplicaciones como Facetime o iMessage para hacerlas más accesibles a programadores como una fuente donde puedan añadir o quitar funciones”.

 Este ingeniero informático no deja de sorprenderse por el presente que está en el día a día de cualquiera que se siente frente a un ordenador o utilice un celular.“Cuando comenzamos teníamos un par de ideas sobre lo que la gente quería como una computadora personal. Pero nunca pensamos que todo eso nos llevaría hasta aqui