Corral, insustancial destape

* Fuentes Vélez y el lobo

* Reyes muestra músculo

* Minerva Castillo ¿Alcaldía?

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Javier Corral oficializó el viernes sus aspiraciones por la Presidencia de la República, “estoy listo para trabajar por el 2018, sin descuidar Chihuahua”, dijo el gobernador ante el grupo de disminuidos notables de la política y la intelectualidad mexicana.

Es una aspiración que vuelve locos a todos los gobernadores. En ese frenesí César Duarte dilapidó miles de millones de pesos –quienes saben hablan de tres mil en el sexenio sólo destinados al CEN del PRI- pensando en que podía colarse a la candidatura presidencial. Hoy está en calidad de prófugo o testigo protegido del gobierno norteamericano, no se sabe de qué.

A su modo Javier Corral hace lo mismo, usa los recursos políticos y económicos -¿Quién pagó viáticos y honorarios de los invitados?- que ofrece la gubernatura para promocionar sus aspiraciones personales.

En ese marco debe situarse el foro del viernes pasado; un evidente acto de precampaña con recursos públicos y distracciones del gobernador y su jefe de gabinete, cuyo trabajo real es coordinar la precampaña.

Apuesta mucho a su buena suerte o supone que tiene más arrastre del que se observa; primero, nadie en la ciudad de México lo ve cual prospecto creíble, por lo mismo el Foro pasó de noche en la prensa nacional. Segundo, el suyo es un atrevimiento muy audaz, dada el vació de poder, carencia de obra y ausencia de liderazgo en la entidad. Someter a los poderes e instituciones con nombramientos forzados no es liderazgo, sino autoritarismo.

Aceptable si lo hace a manera de ensayo pensando en el 2024, a pesar de los recursos que invierte y el tiempo que dedica intentando posicionarse. Pero si en realidad piensa que puede ser presidente en el 2018, estaríamos frente al gobernador de Chihuahua que más pronto perdió el sentido común a causa del espejismo de Los Pinos.

Cuestionable y rabona la plataforma de salida. Es superficial colocar el destino de sus aspiraciones en personajes tales como Porfirio Muñoz Ledo, quién ha parasitado al sistema político mexicano más años de lo que Corral lleva de vida –quiso ser presidente de México por vez primera en 1976-; Cuauhtémoc Cárdenas, que hoy transita por la vida arrastrando el prestigio social ganado en el 88, o a intelectuales oportunistas e inescrupulosos.

Pero en fin, se arropa en ellos por carecer de más: no estuvieron, por ejemplo, Diego Fernández de Ceballos, Manlio Fabio Beltrones, Juan Ramón de la Fuente, Vicente Fox, así de locuaz y decadente, es el primer expresidete mexicano emanado del PAN. Falta carnita para que lo tomen en serio, le lleva mucha delantera Ricardo Anaya, con quién decidió acuerparse, Margarita Zavala y Mancera.

Pero en fin, cada quien decide hacer con el fuero y el dinero de gobierno lo que mejor le parece, el problema es que ninguno de los dos últimos han pensado primero en Chihuahua.

Como ejemplo del evidente descuido de Corral, es que lleva más de diez meses gobernando y no ha construido ni un metro cuadrado de banqueta ¿Así es como transitará el resto de la administración, asociado con sus amigos de México e ignorando los urgentes problemas que lo reclaman en Chihuahua?

Parece que sí, la cabra tiara al monte y Corral está cómodo teorizando sobre el buen gobierno, aunque su administración vaya al barranco y con ella el desarrollo de la entidad.

Arturo Fuentes Vélez debería recibir una medalla a la terquedad burocrática. Desprovisto de recursos políticos y abandonado por su gobernador para cabildear con los diputados la reestructuración de los famosos 20.4 mil millones de pesos en deuda, hace uso de ocurrencias infantiles para doblar a los diputados: amenazarlos con negociar, uno por uno con los bancos, si mantienen el rechazo.

Inocente salir con que ya viene el lobo a una partido de políticos que sólo quieren obtener rendimientos personales. Pierde su tiempo, eso debió hacerlo hace diez meses. Dice que no es deuda ¿Para qué necesita entonces al Congreso?.

Y la otra, en este tema los diputados del PRI han sido cortos de vista. Rechazarla por definición política es hacer un favor al Nuevo Amanecer. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, esperan mucho de una reestructuración que no resolverá el menor de sus problemas financieros, aún en el improbable caso de que consigan los ahorros de 300 millones.

En un presupuesto de sesenta y tantos mil millones pesos anuales, cuyo déficit hoy supera los tres mil millones, trecientos son apenas una gota de agua en el desierto, no significan ni el diez por ciento.

Sin embargo al negar la reestructura, los diputados dan oportunidad al gobierno de responsabilizarlos por mantener la parálisis financiera heredada por “el vulgar ladrón”. Apruébenlo y el gobierno seguirá sin dinero –lo que también es una desgracia para Chihuahua- pero no podrá responsabilizar al Congreso de incompetencias en la Secretario de Hacienda.

Reyes Baeza hizo una demostración de fuerza ante el nuevo líder del PRI. El viernes pasado reunión a su clica en la Cebolla Roja –centro oficial del grupo Delicias para enviar mensajes políticos- e invitó a Omar Bazán para ser testigo del despliegue.

Ahí estuvieron Fernando Baeza, más correoso y pontificador que nunca, el nuevo operador rutinario del momento, Memo Márquez, el doctor Orviz, al que intentan reactivar, Jaime Ríosvelazco y todos los nombres que de ordinario giran en torno a Reyes. No son pocos, se trata del grupo político más consolidado y profesional de Chihuahua.

Esos lagartones no van a un desayuno sólo por que les dijeron que los chilaquiles estaban en su punto ¿Qué pretende? Pues nada, mostrar músculo para obtener las mejores posiciones electorales del próximo año.

Quieren todas pero les interesan más dos; la senaduría para Reyes Baeza, prácticamente en la mano si los morenos no hacen una travesura, y la presidencia municipal de Chihuahua, antesala de la gubernatura.

¿Les gusta Minera Castillo? Como dijo Artemio Iglesias, quién dijo que si o quién dijo que no. Minerva es una oponente formidable para Alejandro Domínguez. Mujer ecuánime, experiencia administrativa y legislativa.

Pero lo más importante, en su expediente no existen papelitos para dar de que hablar, lo cual es refrescante en ésta vida pública de truhanes, engreídos y soñadores. Hay que seguir de cerca de Minerva.