Desprecio por la transparencia

* César Jáuregui se hace bolas

* José Acuña, señalado

* Remiendos al transporte

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Si algún cuestionamiento es pertinente y válido en torno al Foro del viernes pasado, donde el gobernador Javier Corral desveló ante un grupo de políticos e intelectuales desactualizados sus pretensiones presidencialistas, es saber de dónde y cómo salió el dinero para su realización.

Por obra de Dios no se organizan esos foros, tampoco surgen de la generación espontánea ¿Quién lo patrocinó y cuánto costó? Los chihuahuenses exigen saberlo.

La pertinencia de la pregunta está dada por el discurso de los nuevos empoderados en el Gobierno Estatal. Desde que llegaron ponderan como uno de sus mayores compromisos la transparencia y rendición de cuentas, en oposición o pretendiendo contrastarse con los “corruptos que se fueron”.

En nuestro país es común que los políticos usen los cargos públicos y el dinero del erario con fines de promoción electoral personal, de grupo o de partido. Acción Nacional se ha distinguido por ser un partido que reiteradamente formula enérgicos cuestionamientos a causa del tema.

En un ejercicio de congruencia mínima para hacer corresponder el discurso con los hechos, el Gobierno del Estado debió clarificar, sin esperar a que nadie se lo exigiese, el origen del dinero con que se realizó el foro.

Pasado el evento, hoy tienen la obligación de acallar bocas de quienes suponen que hubo dinero público, por lo mismo debe aclarar inequívocamente si destinaron recursos del erario para viáticos de los participantes, explicar si hubo o no facturas que pagar por honorarios a participantes y regalitos de gratitud.

No es cualquier cosa lo que hicieron, montaron un escenario para destapar al gobernador, es decir se trató de un acto de precampaña realizado presumiblemente con dinero de los chihuahuenses.

O que digan expresamente que, desde su óptica, se trató de un Foro para beneficio de la entidad, que nada tuvo de político y menos electoral, por lo tanto se justifica su inversión.

Frente a ello el gobernador Javier Corral guarda sospechoso silencio, su habitual conducta arrogante y soberbia frente a temas que lo incomodan. Sin embargo César Jáuregui, secretario general de gobierno, reconoció –él si esbozó algunas ideas sueltas- que “algún gasto hubo”, sin precisar cual ni cuanto, pero intentando desmentir el tema de los honorarios para los ponentes.

Es una avance, Jáuregui al menos no rehuyó el tema, pero su explicación resulta insuficiente, daba la impresión que, por ocultar cierta información, se hizo bolas, siendo que un acto de esa naturaleza exige una respuesta oficial de la Coordinación de Comunicación Social, la Secretaría Particular, la Jefatura de Gabinete, el ente organizador. La sociedad sigue esperando.

Vaya exhibida la que dieron a José Acuña, rebelde líder del sindicato de Bachilleres que tiene emplazado al Sistema a un paro general de labores académicas el mismo día en que inician clases alrededor de 54 mil estudiantes del nivel, para el próximo ciclo escolar.

Lo grabaron pidiendo aumento salarial para uno de sus hijos y la cabeza de cierta funcionaria. Para que el buen Acuña vea que no se trata de un juego de niños, el gobierno del Nuevo Amanecer tiene sus recursos de investigación propios y sabe soltar las perlitas en su justo momento.

Desde luego Pepe responsabilizó a Tere Ortuño de ser la autora intelectual del cuatro sufrido. Quién haya sido es lo de menos, desde luego que todos los dedos apuntan a la Directora, no obstante lo más importante es que cayó en el garlito y quedó exhibido. Lo peor para él, es que su hijo hasta el trabajo perdió.

Es la forma en que el estilo duro e intransigente de Ortuño pretende resolver los problemas, doblando al enemigos. Lo han hecho durante décadas, pensar en que recurran a otras prácticas es imposible.

Por más que Acuña pretenda usar el cargo para beneficiar a su familia, dando por bueno el video, no es el camino para resolver el problema de fondo. La realidad es que prevalece la falta de prestaciones a los maestros, sin contar con que la persecución contra los más encendidos se ha generalizado ¿Querían guerra? Ya la tienen.

La fecha mágica se aproxima y el nivel de confrontación escala. De mantenerse midiendo fuerzas entre la Dirección y el Sindicato, los únicos que sufrirán serán los estudiantes y sus familias, a los rijosos les importa un bledo que pierdan el semestre.

Esté pendiente, seguirán las filtraciones y los chantajes en la medida que el día señalado está más cerca en el calendario.

Falta mayor información para definir sin temor a errores de apreciación, el objetivo del Gobierno Estatal con relación al transporte público de la capital, deprimido desde que Duarte y Zapata se sumaron al boicot del nuevo sistema, pretendiendo quedarse con el negocio, según se dijo entonces.

Sin embargo por lo que se observa a la distancia, priva la sensación de que los funcionarios del Nuevo Amanecer sólo aspiran a renovar las chatarras rodantes que hoy circulan en calles y avenidas de la ciudad, por unidades en mejor estado, como requisito mínimo para autorizar aumento a la tarifa, lo que siempre han exigido pretextando incosteabilidad.

Desde luego que necesitan retirar a todas las carteras malhechas que introdujeron para reventar el sistema implementado por Duarte. Esos camiones dan vergüenza sólo de verlos rodar por las calles, así que urge renovarlos. Es más, nunca debieron ingresar al servicio, es inhumano para los usuarios transportarse en las peores condiciones de inseguridad e higiene.

Sólo que la medida en sí misma es insuficiente, la mafia del Transporte encabezada por el impresentable güero Lozoya, testaferro fiel de Jorge Doroteo Zapata, acabó con las rutas alimentadoras y en consecuencia con el nuevo sistema que, en teoría, está muy bien diseñado.

Para que Chihuahua modernice su transporte se debe regresar a las rutas alimentadoras, abrir al menos otras dos troncales –ya están los trazos diseñados- y habilitar el sistema de cobro por tarjeta. Esa era la pretensión de los especialistas, hasta que la mafia impuso su voluntad.

En ésta última parte es donde choca el gobierno con la mafia, pues los transportistas insisten en conservar la morralla y mantener las antiguas rutas, sistema obsoleto con el cual se enriquecieron. Ahí radica el jaloneo ¿Permitirá Corral que sigan chantajeando al gobierno, como lo hicieron reiteradamente con Duarte?