Miguel Ángel Osorio Chong es el priista mejor posicionado para las elecciones presidenciales del año que viene, sin embargo tras las reformas estatutarias del miércoles pasado en la tarde, los analistas se preguntaron si continúa en la carrera.
Eliminados los candados que limitaban las candidaturas del PRI a integrantes con diez o más años de militancia, quedan expuestas las intenciones del presidente Peña Nieto reducir las opciones hacia los más cercanos de su grupo; Aurelio Nuño y José Antonio Meade, ambos en línea con Luis Videgaray y en consecuencia opuestos a Osorio.
Peña apuesta fuerte por la legendaria disciplina de los priistas. Imponer su criterio en una asamblea controlada por la estructura del partido es sencillo, como los delegados demostraron el miércoles; generar un ambiente de competitividad electoral con una militancia avasallada es diferente.
Solo dos factores mantendrían vigente al poderoso Secretario de Gobernación; que Peña lance un anzuelo intentando engañar incautos, lo que parece improbable, o que la presión de los grupos desplazados, entre ellos Beltrones, Ivonne Ortega, varios exgobernadores y desde luego del propio Osorio, sea de magnitud tal que lo hagan recapacitar, igualmente difícil.
¿Implicaciones en la política doméstica? En estricto sentido ninguna o si usted quiere marginales o azarosas, las grandes decisiones nacionales siempre impactan en los estados.
Para empezar no hay priistas de Chihuahua que guarden relaciones cercanas con Nuño o Meade y los enlistados en la órbita de Osorio, Reyes Baeza principalmente, se hicieron con el control del Directivo Estatal, garantizando sus intereses inmediatos.
Electoralmente la decisión luce temeraria, abonar a la fractura del partido es lo menos recomendable cuando están situados en el tercer lugar por diversas encuestas.
Peña, por lo visto, está dispuesto a todo o nada pero siempre con los suyos. Más o menos lo mismo que, guardadas las proporciones, César Duarte en Chihuahua. Quizás también piensa que las elecciones se ganan antes de arrancar campañas ¡Ajá!.
La reforma que si tiene una implicación directa para una prominente figura de la política doméstica, es la que prohíbe que los candidatos que ocuparon
cargo por la vía plurinominal, lo dejen para ir a otro por el mismo camino.
Hace cinco años Graciela Ortiz, una de las figuras ganadoras en la contienda pasada por el Directivo Estatal, se coló en el exclusivo y reducido grupo de senadores por lista, privilegio de muy pocos en el sistema actual de partidos.
Si hacen efectivo el artículo 199 de los estatutos que, a partir de la asamblea nacional, prohíbe el “chapulineo” plurinominal, estaría impedida para ser candidata a diputada por esa vía.
Maldita incomodidad, no los dejan estar tranquilos. Se suponía que con Omar Bazán en la presidencia del partido y Lilia Merodio sometida, nadie le quitaría el privilegio de convertirse en diputada federal pluri. Ahora los delegados le arrebatan ese privilegio.
Falta ver la letra chiquita de los estatutos, por los primeros trascendidos se deduce que esa prerrogativa nimia soltó el CEN para contentar a su base, tras obligarlos a eliminar los candados, único interés presidencia.
Casi una semana tarde y sólo por la presión social y mediática, el gobernador Javier Corral accedió a informar sobre los gastos del foro “Encuentro Chihuahua: problemas contemporáneos de México”, acotando el gasto -¿habría que decir inversión?- a 246 mil pesos.
Una bicoca, por esos eventos Duarte facturaba diez o veinte millones de pesos, que tanto son 246 mil pesillos, se van en una comida con los nuevos empoderados –socialistas de pipa y guante- en los consejos recientemente electos.
Además debemos sentirnos orgullosos de tales eventos, “pues Chihuahua no puede estar ajena a las grandes decisiones nacionales, ni ser espectador de un cambio institucional. Los chihuahuenses no únicamente debemos ser actores de los trascendentales cambios por venir, sino ser punteros. El «Encuentro Chihuahua» fue un gran paso para dejar atrás al aldeanismo político que nos había caracterizado”.
Por favor, dejen de pensar como provincianos, desde el Nuevo Amanecer tenemos la obligación de, no únicamente estar a la vanguardia, sino empujar los grandes cambios nacionales, como evidentemente lo estamos haciendo desde el viernes pasado.
En otras palabras, hay que estar agradecidos y orgullosos con el señor gobernador por colocarnos como actores y protagonistas de los cambios nacionales que empezaron a discutirse en tierras chihuahuenses.
Pues si, pero sería mejor que estuviese concentrado en contener la violencia, resolver la crisis financiera, generar condiciones para la obra pública, promover candados contra la intromisión de los gobernadores en la vida interna de otros poderes. No son los grandes problemas nacionales, pero si los pequeños detalles que hacen de la patria chica un mejor lugar para residir.
En cuanto a la crítica del auto destape también quedó solventada, se trató de un foro plural para cuestionar el agotado sistema de partidos. Nadie entre los participantes ni remotamente pensó en que Corral pudiese ser considerado posible candidato del Frente Amplio que promueve.
Esas son ideas de gente malintencionada. Por su parte todo resulto, si en lo más recóndito de las mentes de sus perversos detractores hubo peculado, entiendan que fue poquito, pues como ya se dijo no llegaron ni a los 250 mil pesos, inútil el desglose de gastos con tan reducida cantidad.
Es más, poco falto para que los lagartones asistentes que parasitan al sistema aportasen generosamente de su bolsillo para los vuelos, viandas y regalos. Todos están muy comprometidos, como Javier Corral, con el rumbo que toma el país. Ya basta de criticas insanas e infundadas, dejen al señor que siga resolviendo los grandes problemas nacionales, prioridades son prioridades.
Para salvar la reforma Electoral presentaron la propuesta de Segunda Vuelta, un disparate en nuestro sistema electoral. Además de costo inviable mientras no se presente a nivel nacional, hacia donde está dirigido el mensaje. Entregas posteriores abundarán sobre el tema.
