El sensible y preocupado doctor Ernesto Ávila, aseguró los buñuelos navideños en los últimos dos días ¿Querrá bono? Ni lo ponga en duda, los últimos meses han sido de jornadas extenuantes, concluirá que merece un sobresueldo. Gallina que come huevo, aunque le quemen el pico.
Javier Corral es generoso con el secretario, cualquier otro gobernador que recibiese la mitad de los problemas generados por su secretario de salud, lo habría despedido sin mediar discusión. En cambio Corral lo palmea en la espalda.
El martes estuvo en la oficina del Secretario para darle su apoyo irrestricto y ayer Ávila aprovechó el espaldarazo para ir personalmente a Gómez Farías a reabrir la clínica, cerrada desde el rapto –que no secuestro- del doctor Jesús Godínez hace dos días.
Hay un detalle, la clínica se abrió a petición del personal de salud en el pueblo, pues veían que nadie los toma en serio a pesar de la radical medida. Pudieron mantenerla cerrada otro mes y Ávila ni por enterado se da, ya ve que uno de sus funcionarios envió un escueto oficio pidiendo al docto Godínez, el mismo raptado, que abriese la clínica. Inaudito.
La indiferencia del secretario frente al cierre es para citarlo como ejemplo de lo que ningún funcionario debe hacer. Pero ya está ratificado, felicidades y muchos días de estos.
Patricio Martínez sabe como desesperar a sus promotores. Fernando Moreno Peña, delegado de modales rupestres, todos los días intenta contactar por teléfono al escurridizo senador para ofrecerla la alcaldía local, con tan mala suerte que no recibe ni un mensajito de regreso que le haga saber que registró la llamada. Pero no pierde la esperanza e insiste, hay que reconocer su terquedad.
El senador es una lagartija muy apedreada, da largas al encuentro con los dirigentes de su partido, a la espera de las definiciones en torno al candidato y al nuevo presidente del partido.
¿Eso quiere decir que desprecia o no le interesa la presidencia municipal de Chihuahua? Desde luego que no, la aceptaría de mil amores. Sólo valora las condiciones políticas y espera que giren a su favor. Es de un callos nivel siete, aparecerá radiante cuando haya candidato, ya sea para levantar la mano o decir que nunca estuvo interesado.
A propósito de candidatos, en estos días la clase política del PRI siente la picazón en las extremidades que produce la inminencia del destape. Su olfato depurado en décadas de cargada siguiendo el dedazo, los previene de que pronto conocerán a su candidato.
Cada vez son más los reflectores que se posan sobre José Antonio Meade. Ayer Luis Videgaray, hombre de la mayor confianza de Peña Nieto, casi lo declara héroe de la patria, durante una visita que hizo a la Secretaría de Relaciones Exteriores, antes lo destapó un lagartón como Joel Ayala y en cada evento donde se para recibe caravana de ungido.
Sólo falta que Peña salga a medios para informar que aceptó la renuncia de Meade a la Secretaría de Hacienda por que le informó que buscará la candidatura del PRI a la Presidencia, que le desea suerte y está seguro que conseguirá sus objetivos, pues es uno de los hombres mejor formados que tiene este país y el habitual bla, bla, bla de la liturgia priista.
Opinologos de oficio y quienes hilan y deshilan historias en los pasillos de Los Pinos y las oficinas del PRI, hacen sus propias cuentas. Están seguros que podrían destaparlo el próximo sábado 25, ampliando el margen hasta el miércoles 28. Tienen prisa.
Ponen esa fecha límite por que Agustín Carstens renunciará al Banco de México el 30 de Noviembre y si Meade no lo releva en la presidencia del Banco, la cargada sería incontenible evidenciado el dedazo sin que Peña lo haya materializado.
Una pregunta sólo con ánimos especulativos: Si Meade va de candidato ¿Osorio Chong recibe la dirigencia del PRI? Es una posibilidad, pero como sucede cuando la decisión depende de una sola voluntad, cualquier cosa puede pasar.
En la CTM nacional nadie tomó en serio el nombramiento de Jorge Doroteo Zapata como Secretario General adjunto de Carlos Aceves del Olmo. Aseguran que llegó por descarte, pues los mayores lagartones no quisieron entrar al juego en un sector decadente.
Ven rabón a Doroteo por no estar asido a ningún sindicato importante, pertenecer a una federación sin presencia nacional y además partida en dos, pues en Juárez el que manda es Jesús Manuel Díaz Monárrez.
Sin embargo el PRI le respetará ciertos espacios, muy menguadas pero las cuotas sectoriales mantienen vigencia. El punto aquí es saber hasta dónde se comprometería Aceves del Olmo con Zapata, para garantizar una posición a su hija Georgina ¿La pondrán en la parte superior de las prioridades? A ver que dicen el resto de tiburones cetemistas que desean seguir parasitando al sector.
Muy elevada la autoestima de los Morenos chihuahuitas, alargan y envuelven las candidaturas en misterios como si tuviesen los triunfos en la bolsa. Piensan que están el la Ciudad de México.
Todos los días y a la vez nunca –así de contradictorios- llegan los encuestadores de López Obrador y nadie sabe de ellos. No obstante en días pasados trascendió un ejercicio reciente de María de las Heras.
Es interesante, levantó 2,400 cuestionarios en vivienda, a personas con credencial de elector en Juárez, Chihuahua, Cuauhtémoc, Delicias y Parral. Midieron a Martha Laguette, Leticia Ortega y Clara Torres, por el lado de las mujeres, y a Víctor Valencia, Rafa Espino, un sobrino de Pichú de la Rosa y Cruz Pérez Cuéllar por los hombres.
Martha Laguette y Clara salieron muy parejas, ambas con el 17 por ciento de conocimiento, pero Martha claramente con menos negativos. La diputada Ortega quedó rezagada.
Entre los hombres Rafa Espino y el sobrino de Pichú con niveles de conocimiento marginales de apenas el tres por ciento, Valencia el 59 y Cruz el 41. La gran diferencia entre Víctor y Cruz son los negativos; Valencia con ocho por ciento, Cruz con el 27.
Quedan los datos para el registro. Habían dicho que Chihuahua sería uno de los estados donde la fórmula al senado la encabezaría una mujer, probablemente cambien de parecer, todo depende de las encuestas fantasmas de López Obrador, son las que valen.
