*Medios de estado; brutal retroceso
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Cínica protección a Duarte
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Desaire a instalación del SEA
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Cruz víctima del fuego ¿amigo?
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Contenido:
En conceptos del gobernador Corral, su proyecto para conformar una batería de medios de estado admite sin vacilar los calificativos de “brutal retroceso”, “grotesca manipulación de la opinión pública” “infame chorro de dinero para exaltar la figura del gobernante”.
Todos los gobiernos democráticos en el mundo y los gobiernos estatales del país cerraron o entregaron a grupos privados los medios que formaban parte de sus activos, mientras Chihuahua camina en dirección contraria.
Hoy sólo aquellos países donde se instaló el populismo mantienen medios estatales al servicio del dictador o tlatoani que, sin excepción, los toma por propios. En los países de sincera tradición democrática los cancelaron décadas atrás por que terminaron utilizándose para mitificar la imagen del gobernante en turno. En México, por ejemplo, los privatizó Salinas.
Contrario a esa tendencia Javier Corral hace una bolsa millonaria, terminará siendo superior a los cien millones de pesos anuales, para construir un conjunto de medios a su servicio: televisión, periódico, radio y digitales, sin más fin que monopolizar la opinión pública estatal.
Dijo que Cambio 16 no sería utilizado para exaltar su imagen y en uno de los primeros números aparece su foto a cuerpo entero en posición de contrita reflexión, como pidiendo inspiración divina para gobernar con sabiduría. Desde entonces a la fecha ese semanario sólo exalta su persona o castiga a los adversarios ¿Por qué serían diferentes los canales de televisión o estaciones de radio? Responda con sinceridad.
Si a Corral le disgusta lo que lee, ve y escucha en los medios locales, en lugar de invertir recursos valiosos de los chihuahuenses en medios de estado, debería concentrarse en la gobernanza de la entidad.
No obstante en lugar de atender sus obligaciones con Chihuahua, ocupa el tiempo en la política interna de su partido, llevando una feroz disputa con la Federación y en abstractas batallas conceptuales que a la gente le son ajenas. Sólo se trata de gobernar con sentido común y los aplausos llegarán por añadidura, así no necesitaría medios pagados con recursos del estado para su vanagloria.
Cínica e inescrupulosa protección de Peña Nieto a César Duarte, uno de los gobernadores priistas asociados a la corrupción en el presente sexenio. La referencia es al presidente por que resulta impensable, en un régimen como el mexicano, que la PGR decida archivar por sí misma un escandaloso caso que lleva casi cuatro años, justo en plena campaña política.
¿De qué tamaño es la complicidad de César Duarte con los personajes de más alto perfil en el gobierno de Peña, para que la PGR lo exonere sabiendo que obra contra los intereses electorales del PRI?
Pudo seguir dando largas, no obstante y por una razón inexplicable a quienes observan desde lejos los movimientos del Poder, envió el mensaje de protección en mitad de la campaña. No me ayudes, compadre, dirá Meade con gesto de frustración.
Desde luego que Corral se iba a colgar, la decisión de archivar el caso sustenta la tesis de que Duarte es el más protegido entre los exgobernadores convertidos por la sociedad en íconos de la corrupción priista. El tirador de oficio estaba necesitado de piedras, sus adversarios le mandan otra dotación.
En el fondo, como exhibió Jaime García Chávez, su antiguo aliado en Unión Ciudadana, Javier Corral se desentendió del caso “Unión Progreso”, siendo que fue tema central de su precampaña, pero al ver la oportunidad de cargar contra el “régimen caduco” se montó sobre el escándalo haciendo el paseíllo en medios nacionales, con su discurso habitual contra Peña.
Muestra un dejo de hipocresía y otro de oportunismo, según García Chávez abandonó el seguimiento por motivos de “ego” –así lo interpreta Jaime- y traicionó a sus anteriores aliados, siendo que aseguraba tener un “arsenal de pruebas” para condenar a Duarte.
Hace tiempo que Jaime está sólo en este caso y lo sabe, pero es un tesonero que no cejará. Lo dijo el miércoles, la lucha sigue.
Enormes expectativas generó el gobierno local con la creación del Sistema Estatal Anticorrupción, presentándolo como el gran logro del quinquenio y orgullo de los nuevos empoderados.
Lo que mal empieza mal acaba, tras el escándalo en la integración de los consejeros designados por consigna y las disputas constitucionales que obstruyen su total integración, la instalación transcurrió como un evento cualquiera de los tantos que pasan inadvertidos en toda administración pública.
Lo instalaron en ausencia del gobernador, los diputados, magistrados, integrantes del comité electivo, consejeros de la judicatura, fiscales. Mejor hubiesen hecho la ceremonia cualquier domingo a las siete de la mañana en el domicilio particular de su presidente.
La falta de reflectores y glamur, así como el evidente desaire insinúa que ni sus mismos creadores están satisfechos con el resultados.
¿Cuál era la prisa de instalarlo sin Fiscal Anticorrupción? La Corte los apremia, se adelantan en previsión de un fallo que lo contamine y trastoque el rumbo del Tribunal.
Tómelo por volada, exceso imaginativo de mentes desocupadas, calumnias con ánimo de molestar, pero ha trascendido que personajes –nuevos y viejos- involucrados en la vida interna de Morena, aseguran que podrían bajar a Cruz Pérez Cuéllar de la candidatura al senado.
Es un run run que corre de tiempo atrás, sólo que en los últimos días tomó mayor fuerza por que, aseguran sus malquerientes, han llegado hasta lo más alto del partido e incluso a los asesores de López Obrador, su hijo mayor y la Yeidckol, negras historias de traiciones y dinero que lo cuestionan.
Lo ven frágil por sus relaciones sospechosas junto a César Duarte, quién lo habría hecho candidato a gobernador por Movimiento Ciudadano en la elección del 2016 y además pagó la campaña, buscando restar votos al PAN. El “as de oros” sigue causando estropicios. Igual es grilla superficial, pero la versión esta muy extendida.
