El navegador 100% chino es en realidad una copia de Chrome de Google

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China está obsesionada con el desarrollo íntegramente local de diferentes tecnologías. Da igual que sean trenes de alta velocidad, aviones de pasajeros, procesadores, o navegadores de Internet. Teme su dependencia del exterior, sobre todo de Occidente, y busca la autosuficiencia en sectores que son clave para su desarrollo. No en vano, el embrollo de ZTE ha supuesto un duro toque de atención: el gigante de equipos de telecomunicaciones chino se saltó las sanciones impuestas a Irán, Estados Unidos prohibió venderle tecnología americana como castigo, y la empresa tuvo que cerrar hasta que Donald Trump decidió mostrarse magnánimo y permitió la reanudación de las operaciones.

Por eso, cada vez que alguna empresa anuncia que ha logrado fabricar un producto ‘100% desarrollado y producido en China’, el país acoge la noticia con una ovación. Pero esa etiqueta no siempre se ajusta a la realidad. Y, en ocasiones, incluso provoca una vergüenza nacional de dimensiones considerables. Ha sucedido con el navegador de Internet Redcore, que sus desarrolladores presentaron como el primero íntegramente diseñado en China y llamado a ‘romper el monopolio americano’.

El problema es que los internautas no han tardado ni un día en descubrir que, en realidad, Redcore está basado en el Chrome de Google. La empresa china ha tomado el código de programación del gigante americano, lo ha ‘tuneado’, y lo ha vendido como una innovación china. Pero ni siquiera se ha molestado en borrar las pruebas -entre ellas hasta el logotipo de Chrome y un archivo ‘chrome.exe’ comprimido- que demuestran lo contrario. Y no por falta de dinero: hace unos días Redcore Times Technology anunció con orgullo que había logrado 250 millones de yuanes (32 millones de euros) de capital tras la entrada de varios inversores.

Ante las evidencias mostradas en las redes sociales por informáticos que han buceado en el código del ‘software’, hoy la empresa no ha tenido más remedio que reconocer la verdad y pedir disculpas. “Hemos cometido un error al asegurar que nuestro navegador está íntegramente desarrollado en China. Hemos exagerado nuestros logros. Solemnemente pedimos disculpas por haber hecho creer al público algo que no se ajusta a la realidad”, ha publicado la empresa en una nota.

No obstante, el consejero delegado de Redcore, Chen Benfeng, se ha defendido en una entrevista con el diario South China Morning Post asegurando que, “aunque es innegable que está construido sobre Chrome”, Redcore incluye muchos elementos innovadores. “La tecnología de los navegadores de Internet es vieja. Escribir el código partiendo de cero llevaría años. Android también se basó en Linux y nadie niega las innovaciones de Google. Google y Apple tampoco escribieron la primera línea de código, hacerlo sería como reinventar la rueda”, ha afirmado.