El güero Martínez está más activo y vigente que nunca. Mientras sus compañeros juaritos socavan la oportunidad de fortalecer una opción sería fuera de los partidos tradicionales, Rodolfo pavimenta despacio su camino hacia la alcaldía, tarea en la que trabaja mañana, tarde y noche. Y sabe que lo hará sin Armando Cabada, quién ha decidido promover la postulación de Víctor Valencia.
Inescrutables son las caminos de la política, Valencia lleva dos décadas buscando la Presidencia Municipal sin que ningún personaje con la fuerza de un edil jamás se ofreciese a respaldarlo y cuando recibe el impulso esperado, las condiciones políticas le resultan adversas al extremo de hacer inviable su proyecto.
¿Cómo podría Víctor aprovechar lo que probablemente sea su última oportunidad para ser alcalde, con un jefe político de credibilidad cuestionada y teniendo en Morena un rival tan formidable que en la elección anterior les hizo tablas? Imposible y menos si encima lo lastra un historial de político avenido a la engañifa y al golpeteo por impulsos.
Caprichos de la política, con Armando Cabada en acelerado proceso de implosión, un PRI de figuras desgastadas arrastrando el desprestigio de la corrupción y un PAN sin presencia ni opciones confiables, al güero se le acomoda el escenario pues es el único dispuesto a mantener la propuesta independiente contra la maquinaria de Morena.
¿Complicado? Desde luego, en Juárez la izquierda tiene su mayor base, sin embargo en la vía independiente que Armando Cabada boicotea a pesar de ir contra sus propios intereses, se abre la coyuntura hacia una oposición esperanzadora.
En esa parte Rodolfo es el que mejores condiciones reúne para darse vuelo y aprovecharla, pues lo más insólito y descabellado, su adversario interno, Víctor Valencia, sueña con que lo postule Morena, según reportan fuentes juaritas.
Hijito, de que te han servido cincuenta años de triquiñuelas navegando en la política fronteriza, esa candidatura tiene nombre y apellido, será para un cercano del “Líder Amadísimo” que hoy despacha en Chihuahua.
Rompeolas
Cruz es un político experimentado, echado para adelante que sabe hacer ruido y lo ha hecho en las actuales precampañas, pero desde que Rafa Espino apareció en la política doméstica como aspirante con la fama de haber sido enviado desde Palacio Nacional, el senador ha mostrado nerviosismo. En una colaboración editorial que tituló “Ya Basta”, disparó con escopeta por el doloroso y mediático caso de Miroslava Breach. En el texto exige a Maru Campos, precandidata más fuerte del PAN, que no proteja a Mario Vázquez, algo que no hace ningún sentido. ¿Cómo torció los hechos para involucrar a la presidenta municipal y a su jefe de gabinete? Pues con una gran imaginación por que Mario no era presidente del PAN ni tenía cargo público o partidista cuando el episodio de las famosas llamadas y Maru francamente es ajena del todo a ese proceso. Cruz tiene el legitimo derecho a buscar la candidatura, de tarugo no lo haría si además nada lleva de perder, sin embargo necesita atemperarse, serenarse, las acciones desesperadas nunca dejan buenos resultados y usualmente se vuelven en contra. Abusado, hay vida más allá del 2021.
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Un informe de aparador, es decir de luces y coloridos pero de poca sustancia, es el que presentó ayer Javier Corral en el Centro de Convenciones. Cifras abundantes, escaso contenido y el usual histrionismo al ponderar los temas preferidos; transparencia, combate a la corrupción, rendición de cuentas, administración eficiente. Es su semana, que la disfrute. El comentario queda para mañana, por ahora es suficiente con decir que faltó musculo en la convocatoria; sólo dos gobernadores asistieron y no lo acompañaron figuras nacionales con presencia bien acreditada. Mañana comentamos al detalle.
