No sabe cuando parar, el notario Luis Raúl Flores le lanzó un salvavidas y en vez de tomarlo la emprendió contra él, acusándolo de trabajar para los abogados de Maru Campos. Tampoco sabe cuando guardar silencio, ante la declaración de que no certificó los recibos, ni los conoce, ni los tuvo a la vista, tenía que ser él y nadie más que él quien saliese, desesperado, a desmentirlo.
Ha perdido la capacidad de interpretar correctamente tiempos y circunstancias, piensa que recoge adeptos con sus histriónicas declaraciones sobre la Operación Justicia para Chihuahua, cuando en realidad acumula rechazo y descrédito ¿Nada le dicen las encuestas sobre su escasa aceptación popular? Es uno de los gobernadores peor calificados del país.
En descargo de Javier Corral puedo decir con certeza que no es el único gobernador que pierde el sentido común en la parte final de su mandato. César Duarte enloqueció de poder y ambición, pensando que podría ser Presidente del país; Reyes Baeza no supo actuar contra el desastre de la procuradora González, pagando caro las consecuencias; Patricio supuso que gobernaría “hasta el último minuto”, aferrado a un poder que había perdido. Le llamo el síndrome del cierre, es difícil manejarlo con sapiencia.
Pero los sinsentidos de Javier son más estridentes que los de sus antecesores, por su propia personalidad y la creencia de que impostando la voz toma ventaja de la opinión pública, y la ingratitud de estar empeñado en una causa contra el partido que lo encumbró hasta las nubes. Ahí permanece, obstinado hasta el final en una causa que ya está muerta.
Parece vivir en una realidad virtual, en su particular y propia realidad. En la feroz persecución contra Maru sólo ha recibido descalabros y cuando un actor preponderante e imparcial, Luis Raúl Flores, le tiende la mano para que abandone la persecución, en lugar de tomarla se indigna acreditando que su lucha no es justiciera, sino vengativa; que lo suyo no es combate a la corrupción, sino aviesa politiquería.
Se la tomó personal, está molesto y desesperado por que todo le sale mal. Le hubiese resultado tan sencillo declarar que investigaría sobre los recibos, responsabilizando a quienes integraron la averiguación, si –efectivamente- involucraron al notario sin que los haya certificado. Pero no, en lugar de aprovechar la oferta defiende la malograda causa como abogado de oficio y carga contra el notario ¿Se hubiese aventurado Luis Raúl Flores a una declaración así, sabiendo que los había certificado?. No creo. A ver que dice Corral el martes, sin embargo al apresurarse y contradecirlo, ahora es la palabra de Corral contra la del notario.
Pasó diciembre y sus posadas, atrás quedó el mes más largo del año, va corriendo febrero, la Cuaresma está a la vuelta de la esquina y no han podido celebrar la audiencia de vinculación, con el agravante -para la Fiscalía- de que ahora la defensa, se lo haya propuesto o no, desacreditó socialmente al testigo estrella y recibió un regalo inesperado; la estruendosa declaración del notario cuestionado la existencia de los famosos recibos.
Mientras, Maru consolida su candidatura, en el PAN se jalan de los pelos rogando a Dios que termine la sinrazón, Gustavo Madero sigue con sus negocios esperando nuevas oportunidades, parte de su equipo se acomodó como pudo en diputaciones federales, locales y otros cargos. Esa es la realidad que Javier no quiere ver o de plano la niega, fenómeno muy común en mentes dispersas; construyen sus quimeras y las dan por ciertas.
Está sinceramente convencido de que, con su “convicción inquebrantable”, dejará el cargo como el gran campeón contra la corrupción y las futuras generaciones le estarán eternamente agradecidas. Lo ha dicho, su mayor legado será la Operación Justicia para Chihuahua. ¡Que manera de negarse a sí mismo! ¡Que manera de negar una realidad!
Rompeolas
Pues parece que Marco Adán le ganó el jalón a Carlos Borruel, en la carrera por la candidatura de Morena a presidente municipal de Chihuahua. El sábado fue de cabildeos, ires y venires intensos pero, pues también Alejandro Domínguez mantenía esperanzas de que fuese por el PRI. Sin embargo ya veremos, en ese partido lo único seguro es que nada está seguro, igual mañana salen con una gracia y postulan al burro chon. Es la marca de la casa.
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En Juárez se registró Pérez Cuéllar, presumiblemente contra la voluntad de Juan Carlos Loera, quien estaba interesado en Gabriel Flores, el mangas. En éste caso, también de confirmarse, el que habría ganado las vencidas contra el candidato a gobernador sería Mario Delgado, quien después de hablar pestes de Cruz, por la impugnación, decidió intervenir para que le dieran la candidatura en Juárez. Así se llevan en ese partido.
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Muy claro el mensaje enviado por Héctor Pablo González, en su participación editorial de El Heraldo. Hizo una descripción muy académica del debido proceso y destacó que una parte importante del mismo es el tiempo, explicando que la defensa necesita suficiente para prepararse y que tampoco debe ser demasiado, pues de prolongarse no es justicia, ya que debe ser expedita. Sabia virtud de conocer el tiempo… entrado en refranes bíblicos, cierro con otro, el que tenga oídos que oiga, el que tenga ojos que vea.
