Exigen mantener Zona de Tolerancia Cero de la vaquita marina

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CIUDAD DE MÉXICO. En una carta abierta, Jean-Michel Cousteau, presidente de la organización Ocean Futures Society e hijo del mítico explorador y oceánografo francés, Jacques Cousteau, externó su rechazo a la nueva regulación del Gobierno de México para el hábitat de la vaquita marina, que elimina de facto la llamada «Zona de Cero Tolerancia», al permitir la presencia de hasta 65 embarcaciones menores, antes de decretar el cierre parcial o total de la pesca.

«Estimados amigos y colegas: Les escribo para compartir mi desacuerdo con una decisión de México que permitirá nuevamente la pesca en el hábitat de la vaquita – una marsopa en grave peligro de extinción que necesita ser protegida de la pesca con redes de enmalle -. Las cifras de la población de la vaquita son ya tan bajas que esta decisión es una sentencia de muerte para la población restante», manifestó.

El ambientalista aseguró tajante que en los últimos cinco sexenios en México, se emprendieron «supuestos intentos de salvar a la vaquita marina, pero la triste realidad es que sirvieron para hacer relaciones públicas y autopromoción, con el fin de aprovechar las buenas intenciones de organizaciones internacionales y celebridades».

Recordó que el 22 de abril de 1992, hace 29 años, firmó junto con su padre un acuerdo con el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari: El Plan de Rescate y Manejo Sustentable del Mar de Cortés.

«El plan se basaba en muchos de los estudios que habíamos realizado durante años en el Golfo de California o Mar de Cortés. Mi padre llamaba a esta hermosa masa de agua ‘el acuario del mundo’. La idea principal era evitar la extinción de un extraordinario mamífero marino: la vaquita, esa graciosa marsopa única en el mundo y cuyo hábitat está confinado exclusivamente a las aguas del Mar de Cortés», explicó.

Detalló que la captura ilegal de otra especie en peligro de extinción, la Totoaba, un pez codiciado en Asia que alcanza precios millonarios, continúa con la participación de los cárteles de la droga, «con la colusión de algunas autoridades».

«Cuando se captura a la Totoaba, las vaquitas quedan atrapadas en las redes y mueren por asfixia. Estamos enterados de que muchos científicos han seguido haciendo sus mejores esfuerzos para resolver el problema de la extinción de la vaquita, es un problema muy complejo: social, político e incluso de seguridad nacional», subrayó.

En este sentido, Jean-Michel Cousteau criticó el Acuerdo publicado el pasado 9 de julio en el Diario Oficial de la Federación, que incluyen los indicadores, factores detonantes y acciones predeterminadas ante actividades ilegales en el hábitat de la vaquita marina, ya que «da marcha atrás al poner fin a la zona libre de pesca, permitiendo el acceso de hasta 65 embarcaciones menores.

Se trata de una auténtica contradicción que ha suscitado la condena internacional y que podría causar graves perjuicios económicos a México. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) puede vetar a México del comercio internacional de especies.

La vaquita necesita protección contra la pesca, no una decisión que permita la pesca en su área de hábitat. Insto a la Conapesca y a los organismos de protección de la vida silvestre en México a reconsiderar esta decisión», concluyó.

Debilitamiento Institucional

En tanto, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), manifestó su preocupación por la inminente extinción de la vaquita marina, «causada por la pesca ilegal y por el debilitamiento operativo de las autoridades ambientales, como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que compromete la capacidad institucional para realizar el adecuado monitoreo y vigilancia en la región».

Señaló que de acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), quedan alrededor de 10 ejemplares, «por lo que WWF hace un enérgico llamado a fortalecer la capacidad de las autoridades ambientales y pesqueras, así como a brindar mayores apoyos a los pescadores legales que operan en el Alto Golfo de California».

«A pesar de la última estimación del número de vaquitas, los más recientes avistamientos y conteos mostraron la existencia de madres y crías que nos dejan ver que la especie sigue luchando por sobrevivir», indicó.