¿Que tienen en común una profesionista madre de tres hijos, un humilde joven parralense de 26 años y una contadora sesentona que jamás se conocieron entre ellos? Puesto en genérico nada, o lo que a usted se le ocurra, hay muchas madres profesionistas con tres hijos, mil jóvenes humildes en Parral y cualquier cantidad de contadoras sesentonas. Pero dándoles nombres la pregunta hace sentido: la madre se llama Karla Jurado Bafidis, el joven Jesús Manuel Luna Hernández y la contadora Guadalupe Medina Aragón. Ellos tres son el ejemplo irrefutable de los malos hígados, el rencor y los apetitos de venganza con que Javier Corral condujo la llamada “Operación Justicia”. Y digo Corral por que en lugar de atender sus deberes como gobernador, los redujo al de una Fiscalía Especial en los casos de la corrupción duartista, oficiando él personalmente de Ministerio Público.
La detención de la “coneja”, describí ayer, estuvo motivada en los perversos juegos de la sucesión presidencial del 2018, en la que Corral se prestó para servir de peón cualquiera. Los casos de Jurado, Luna y la contadora Medina revelan otra extendida mancha en la administración que fenece, juntos y por separado son ejemplos de la mayor injusticia que se haya cometido en esa “operación”. Desde luego hay otros, podría citar a Javier Garfio, encarcelado sólo por ser el de más alto perfil después de Duarte, el del difunto secuestrado casi por un año, el sabadazo navideño a Raymundo Romero y la innecesaria quemada a Diógenes Bustamante Vela, dos ancianos de la política a los que por edad no podía detener.
La diferencia es que éstos son políticos que sirvieron conscientes al régimen de la corrupción, aquellos eran funcionarios muy menores alejados del poder. Karla Jurado tenía menos de un mes en la Dirección Administrativa de la Secretaría de Educación, no había recibido ni su primer salario cuando le pasaron un documento ordenándole firmarlo, con la explicación de que el tramite venía de tiempo atrás y sólo faltaba su firma. Ella, obediente a la jerarquía de la burocracia, vio la firma del secretario y estampó la suya.
Ese documento después sería una de las pruebas contra Ricardo Yáñez y la “coneja”, en la operación Zafiro. Por esa firma Karla pasó en prisión tres años, de junio 2017 a junio del 2020. El gobernador y todo el Poder Judicial conocían su inocencia y aún así, por sus pistolas, decidieron mantenerla presa, atormentando su vida.
Cuando Jesús Manuel Luna Hernández ingresó a la oficina particular de César Duarte era un ilusionado joven de 22 o 23 años de una muy modesta familia parralense. Su trabajo era cargar el portafolios del gobernador y contestar el teléfono particular, tarea que desempeñó hasta que terminó la administración. Con el nuevo gobierno llegaron los acosos en su contra, pues según versiones palaciegas Corral presumía una relación íntima entre Duarte y el joven Luna, razón por la cual estaba seguro que podía proporcionar información privilegiada a la investigación.
Así le abrieron una carpeta de investigación y lo “hicieron” el secretario particular del Duarte. Lo siguieron hasta Denver, Estados Unidos, acusado de autorizar un vuelo en el que César Duarte Gómez, hijo del gobernador, viajó de Chihuahua a Cancún en avión del gobierno. Lo acusaron de malversar un millón de pesos y le dieron prisión preventiva sin derecho a fianza. Estuvo en prisión un año, de abril del 2018 a abril del 2019 y hoy vive en Parral temeroso de que vuelva por él.
La señora Guadalupe Medina Aragón es una contadora entrada en años, adulta mayor. Tenía años trabajando en asuntos privados de Duarte, la mayor parte del tiempo en la constructora “Pavimentos y Servicios de Parral S.A de C.V”. A ella la detuvieron acusada de desviar 20 millones de pesos de la Unión Ganadera de Chihuahua “División el Norte”, cantidad que luego elevaron a 96 millones. Sin acreditar jamás su participación le dictaron prisión preventiva por un año y luego fue injustamente sentenciada. A la fecha permanece en arraigo domiciliario, con dificultad para relacionarse con amigos y parientes.
Karla Jurado accedió sin ganas a al puesto de directora administrativa en Educación, donde ya dije no llegó al mes, Jesús Luna era un celoso y servicial empleado de la Secretaría Particular conforme con cargar el maletín y responder las llamadas de Duarte, Guadalupe Medina nunca estuvo en gobierno ni se le acreditó culpabilidad en las acusaciones de la División del Norte. Los tres son simples “victimas colaterales”, asuntillos en los afanes vengativos de un gobernador rencoroso incapaz de sentir empatía frente a la injusticia y el dolor ajeno. Estos casos lamentabilísimos describen al otro Javier, al psicópata cuya motivación no era la justicia, sino vengarse de quien insultó a sus hermanos.
Rompeolas
Refrescante y prometedor encuentro entre Marco Bonilla, alcalde electo por el PAN, y Marco Adán Quezada, ex presidente municipal por el PRI y candidato derrotada en la pasada elección a la alcaldía local por Morena. En un momento de polarización política alimentada desde Palacio Nacional y teniendo en cuenta la confrontada relación entre Quezada y el grupo político al que pertenece Bonilla, el encuentro es digno de reseñarse, enaltece la política. La iniciativa surgió del inquieto y joven Marco Bonilla -no se detiene ni para rascarse- interesado en construir una relación con los ex alcaldes de la capital. Excelente iniciativa y excelente respuesta, ojalá Marco Adán esté presente en la toma de protesta, daría un ejemplo de compromiso democrático y civilidad. Bienvenida esa política a Chihuahua. Felicidades a los dos.
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Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, declaró que, junto al Verde y PT conformarán una “megabancada” que les permita quedarse con la presidencia de la mesa directiva y la Junta de Coordinación Política. ¿Megabancada? Con la suma de esos tres partidos hacen 278 diputados. Con esa cifra Morena necesitaría negociar con el Verde y el PT, los dos, las iniciativa de ley secundarias. Le faltarían 55 para reformas constitucionales Yendo López Obrador de bajada y con las elecciones 2024 como nuevo gran reto electoral, es casi imposible que consigan los votos suficientes para la mayoría calificada. Además que agradezcan a las leyes electorales que pretenden reformar, por que en la votación sólo alcanzaron el 47.8 por ciento, mientras la oposición el 52.2. Es decir perdieron la elección pero tendrán más diputados por el famoso ocho por ciento de sobre representación. Nada que celebrar.
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Tengo a Ricardo Anaya por un político vil, rastrero y oportunista. Su ambición exacerbada terminó dividiendo al PAN en dos y dejando fuera de la pasada contienda presidencial a Margarita Zavala, en su momento mejor posicionada que López Obrador. No dudo que haya recibido dinero de la corrupción peñista, como tanto otro legislador importante –¿qué horas trae Madero?- durante las reformas energéticas. Pero teniendo a un dictadorsuelo tras él, uno dispuesto a someter por la mala a la oposición, sinceramente justifico su huida. Se queda y termina de vecino con Rosario Robles, víctima de la venganza y rencores largamente anidados de López Obrador.
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Cruz Pérez Cuéllar está comiendo ansias, todavía no toma protesta como presidente de Juárez y ya se comporta como candidato en campaña al gobierno estatal. Quieto prieto, sereno moreno. Abusado, las ambiciones mal orientadas suelten terminar en desgracias, ahí está el ejemplo de tu compadrito. Para que sea candidato a gobernador deben primero acreditar que sabe gobernar una compleja ciudad como Juárez, en la que todos los anteriores han quedado. Y lo más importante, esperar a ver de que forma resuelve Morena la sucesión presidencial. Supongo que ha resuelto ir de cualquier modo, con o sin Morena, en cuyo caso necesitaría de una poderosa alianza social. Mostrando el cobre tan burda y anticipadamente nunca la conseguirá.
