*Terror, escala persecución mediática

*Sigue alterado por la exhibida a su hijo

*Kata Espino pide su derecho de réplica

*Que no asesoró a feministas de la UACh

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No soy fan de Loret, ningún periodista o conductor que haya crecido a la sombra de Televisa puede negar complicidad con el poder en sus etapas PRI y PRIAN. Eso es claro para cualquier observador sincero, pero el excelente trabajo periodístico que hoy realiza en Latinus es punto y aparte, su critica profesional y constante lo hicieron referente nacional contra el populismo de López Obrador.

Apuntado lo anterior no puedo sino alarmarme del feroz ataque contra él. En qué país vivimos si el mismo presidente usa los recursos del Estado intentando desprestigiar al comunicador cuyo único delito es ejercer su derecho a libertad de expresión. Es una intolerancia absoluta al que disiente, con la desvergüenza de hacerlo mientras postula que en México él personalmente garantiza la libertad de expresión.

Y no salgan, amigos y apologistas de la 4T, con la estupidez de que también el PRI atentó contra la libertad de expresión. Que si, mil veces si, todavía duelen Excélsior y Buendía. Pero aquellos atropellos y asesinatos espantosos no legitiman al Presidente de hoy. Los PRI fueron del PRI, los de López Obrador son de López Obrador, ambos infames e inaceptables.

No es para tomarse a broma lo que sucedió en la mañanera de hoy, menos cuando reparamos en que, esencialmente, estamos ante la respuesta estándar del actual régimen, descalificar y acosar al mensajero, sólo que potenciada. Escaló sus ataques publicando información que por ley está reservada y lo hizo en venganza de un reportaje que dejó exhibido a su hijo mayor, José Ramón López, como un sujeto frívolo, amante de los lujos, y que pudo incurrir en tráfico de influencias.

Justifica el abuso de poder con el estribillo de que defiende a la Transformación, no a su familia. Es falso, no supera ver a su hijo exhibido viviendo como príncipe saudita, mientras el centro de su narrativa es la austeridad del que sólo necesita un par de zapatos. Lo trastornó por que sabe que todo lo dicho en el reportaje es verdad, no puede desmentirlo y en vez de condenar el hecho, dobló su apuesta en el ataque contra los medios.

Siente que el poder se le va entre las manos y reacciona con creciente ferocidad, circunstancia que lo hace predeciblemente peligroso. Hasta dónde está dispuesto a llegar defendiendo la corrupción de su familia y de su gobierno ¿Al destierro? ¿la requisa? ¿el asesinato?. Me aterra pensar que sus rencores y apetitos vengativos carezcan de límites.

Rompeolas

Se reportó Kata Espino para negar que participe asesorando a las mujeres encapuchadas que acudieron a rectoría el viernes, exigiendo la renuncia de un consejero que días atrás había renunciado. Dice que no acostumbra ocultarse ni en su pensamiento feminista ni en su actuar, pero que no participa en ese movimiento. En atención a su derecho de réplica, queda el apunte.