Escuché diversas expresiones de sorpresa y extrañamiento por los resultados en la elección de Canaco. En su caso, lo digo sin citar nombres por que los dolientes siguen sin asimilar el resultado, opera aquella de que en política no hay sorpresas, sino mal informados.
Con la mayor ingenuidad del mundo pensaban que en Palacio había varias líneas, siendo que la decisión a favor de Omar Armendáriz estaba tomada antes de que Fernando Mares se decidiese a participar. En el curso del proceso únicamente operaron lo necesario para instalarlo en la presidencia. ¿Pensaron que Edibray y Maurilio se manejan solos? Hijitos, hicieron lo que hicieron sabiendo que tenían el respaldo político.
Pueden alegar, los derrotados, que Maurilio Ochoa hizo cuanto chanchullo tuvo al alcance y tendrán razón. Sin embargo sus lamentos sólo nos hacen recordar una clásica artemista: “a puñaladas iguales llorar es cobardía”. De haber tenido ellos -los operadores de Mares- control interno sobre los padrones de socios, habrían recurrido a las mismas prácticas.
La conclusión lisa y llana es que la aristocracia empresarial perdió contra los empresarios emergentes, no es lo mismo Alsuper que Smokehouse ni el apellido Mares, de la realeza chihuahuita, que el ordinario Armendáriz. Signos del los nuevos tiempos, lo mejor es que ganadores y perdedores hagan un sincero ejercicio de unidad que contribuya al crecimiento de la cámara y al beneficio de los socios.
Fernando Mares calculó mal y se dejó mal asesorar creyendo que iba a una elección democrática ¿Hay elecciones democráticas en nuestro país?. Debió valorar mejor sus condiciones y de haberlo valorado, como Lalo Prieto en la Unión Ganadera, se hubiesen bajado antes de hacer el ridículo.
Ahora, en cuanto a que Patricio Martínez es uno de los perdedores, la respuesta objetiva es que si pero no. Si por que con Armendáriz gana Maurilio Ochoa, a quien Patricio le tiene puestas las cruces desde que Maurilio y otros expresidentes de Canaco hincaron impunemente el diente en terrenos donados a la Cámara durante la administración de Patricio. No por que el exgobernador mantuvo prudente distancia del proceso, evitando incluso aparecer en la foto de los expresidentes que arroparon en público a Mares. Hay quienes están convencidos de que participó activamente en el proceso, la verdad es que no es de los que intentan meterse al periférico a detener los trailers.
Aparte de Mares, los dos perdedores más visibles son, en todo caso, Samuel Kalisch y Memo Luján, dos santones del panismo que irrumpieron impulsiva y tardíamente en el proceso electivo, pensando que al embrujo de su nombre emparejarían el suelo. Pues tampoco, el contundente resultado de casi tres a uno a favor de Armendáriz demuestra que su salida mediática no sirvió absolutamente para nada.
¿Y Edibray? Edibray es Edibray, pónganlo entre los ganadores, aunque tendrá que trabajar mucho para recuperar la confianza de antiguos amigos.
Rompeolas
La parte positiva de los perdedores, es que Fernando Mares mostró altura y dignidad al felicitar de inmediato al ganador. Bien por él, su actitud despresuriza el ambiente al interior de la Cámara. En cuanto a los ganadores sólo una sugerencia; cuiden a la institución evitando servirse con la cuchara grande, como lo hicieron en el pasado algunos de los que ahí anduvieron.
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Escuché con atención al edil Marco Bonilla explicar los detalles del Plan Municipal de la ciudad, a sectores focalizados de la sociedad. Es un proyecto atrevido, ambicioso, diría incluso que osado. Pero escuchando al edil se queda uno con la sensación de que es factible, que llegará a buen puerto. Dos razones me hacen pensar lo anterior, la primera por que el edil cree en su plan, está sinceramente convencido de que puede llevarlo a cabo, la segunda por que claramente Marco es un chihuahuenses que siente la ciudad, se preocupa por ella. Mis mejores deseos para el alcalde, con que cumpla la mitad se habrá sacado un diez.
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El Ayuntamiento de Delicias otorgó la medalla al “Mérito Ciudadano” al licenciado Fernando Baeza Meléndez. Muy merecido reconocimiento, pocos delicienses han hecho tanto por esa comunidad como Fernando Baeza, dueño de una extendida y prestigiada carrera política. La crónica queda para la próxima entrega, seguramente será una de las ceremonias cívicas que se recordarán durante años en la región. Felicidades también al alcalde Jesús Valenciano, da muestra de pluralismo y sentido de compromiso con la comunidad, independientemente de partidos políticos. Desde luego, ese reconocimiento contribuye a la unidad.
