Peniche debe irse, cada minuto que permanece al frente de la Fiscalía General del Estado desacredita al gobierno de la democracia, la transparencia y las buenas costumbres, ajá, que se las crea Caperucita Roja o el Ratón Miguelito.
No se trata de la falta administrativa ni su cuestionado estatus en la Secretaría de la Función Pública, ciertamente la falta podría ser menor, el tema es que mintió a los chihuahuenses y ejerció ilegalmente mientras estaba suspendido o litigando su asunto.
Si Arely Gómez quiere inhabilitar en serio al señor Fiscal, sólo necesita acusarlo de incurrir en desacato. Y si el gobernador Corral tenía la información de la sanción, es en consecuencia corresponsable y cómplice de una conducta inadmisible en el abogado de los chihuahuenses. Ahora, si Peniche engañó también al jefe del Ejecutivo, su falta sería imperdonable. No hay espacio hacia donde hacerse.
Por sí mismo su batidillo legal en la SFP es suficiente para causar baja, pero hay además otros elementos de mayor gravedad que acrecienten su vulnerabilidad. El más importante la evidente incompetencia para desarrollar su trabajo.
Nadie en el gobierno del Nuevo Amanecer puede negar con sinceridad el aumento de la violencia, tanto en número de victimas mortales asociadas al narco, como en niveles de crueldad. Los grupos del crimen se recrean en las calles.
Los últimos días los muertos se cuentan por decenas, mientras que las balaceras a pleno día empiezan a generar incertidumbre social. Podrían minimizar las muertes, pero se engañarían a sí mismos, la sociedad otra vez está intranquila.
Y si el tema es considerado de poca monta, por estar concentrados en los “maxijuicios” de la corrupción, también los resultados de Peniche son pobres. Van más de cuatro meses sin que haya noticias dignas de colocar en portada, circunstancia que los hace sostener la campaña a base de saliva, a pesar de que supuestamente Duarte y su pandilla dejaron un tiradero legendario. Encima ponga el espionaje telefónico, sólo a manera de colofón.
Ayer Peniche se entrevistó con el gobernador y a pesar de la transparencia pregonada no hay información del tema que dominó el encuentro ¿O desencuentro?. Se supone que Corral no fue cordial, pues el Fiscal salió destemplado, ausente ¿Hubo regaños? No importa el tono, la realidad es que desde la suspensión y el posterior manejo el señor lastra al gobierno de Corral.
César Jáuregui, el exbueno, salió ayer a medios en oficio de “mensajero de la mafia”, explicando que dado el aumento al diesel y visto que el está dólar por las nubes, resulta imposible a los “esforzados y honestos” transportistas adquirir camiones nuevos que mejoren el servicio.
¿!Son, se hacen o ya les embarraron la mano!? Por favor, percátense, la mafia del transporte, encabezada por el impresentable Güero Lozoya, despedazó el servicio, deliberadamente lo boicotearon durante años hasta hacerlo añicos a fin de regresar a las viejas rutas de la morralla y el acuerdo cómplice con inspectores del transporte. donde hoy están.
Lo despedazaron sin importarles un comino los usuarios, hicieron sus propias rutas y horarios, elevaron por sus pistolas la tarifa de siete a ocho pesos y ahora el gobierno los premiará con otro aumento, sin obligarlos antes a que retiren de circulación las chatarras con las cuales prestan el servicio.
Ya ni siquiera son Lozoya y su mafia los que afirman no tener dinero, por ellos habla el señor secretario general de gobierno. Vean el problema en su origen y contexto, para resolverlo necesitan deshacerse de la mafia. Que pronto les agarraron el número, hacen lo mismo que los anteriores gobiernos, administran el problema. Jáuregui dice que los empobrecidos concesionarios no tienen dinero para camiones nuevos, dese una vuelta en el servicio de maquilas y comprobará que están nuevos o en excelentes condiciones y en su mayoría son los mismo. Pobre gente, la condenan al más indigno y caro servicio.
Desde que supieron que la renovación del CDE era inminente, los priistas enlistados para el cargo de presidente aceleraron su activismo, pensando que mientras más seccionales visiten y reunioncitas realicen abonan a su proyecto.
Contengan sus ansias, ciertamente la renovación del Consejo Político está programada para el 14 de febrero -suponen que les hace falta amor y amistad cuando en realidad les sobra corrupción y complicidad- sesión en la que definirá el método para la elección, que sin sombra de duda será conforme a los usos y costumbres, es decir el dedazo ¿Hay otro en el partidazo?.
Lo que muchos no saben es que a pesar de la renovación del Consejo y la convocatoria para el relevo, sigue vigente la tesis del “delegado-presidente”. En el CEN tienen claro que no hay condiciones para la unidad, de modo que se tomarán un tiempo, probablemente hasta que pasen las elecciones de junio, pensando en distender el ambiente.
El delegado obviamente llegará antes de la fecha programa, para presidir la sesión de Consejo. En esa reunión Reyes Baeza empezará su reposicionamiento como nuevo Tlatoani del partido local, en detrimento de los consejeros duartistas, varios de los cuales pronto estarán sujetos a demandas legales.
Prepárate, Memo, tu penitencia está por concluir, cargar durante nueve meses, casi un parto, al difunto insepulto es una tarea extenuante y traumática para cualquiera. El relevo urge.
Causa sorpresa que mientras el partido derrotado intenta hacerse notar moviendo la sonaja, el PAN de Álvarez Monge permanezca a la sombra como si fuesen ellos los proscritos, siendo que se quedaron con todo el pastel y los refrescos.
¿Alguien, fuera del CDE, conoce las actividades de su presidente? Da la impresión que Fernando no hace vida pública. Su pasividad lo encierra, ni siquiera intenta mostrarse moviendo las expulsiones de los panistas que durante la elección pasada jugaron las contras. Como que su meta era llegar a la presidencia y tan tan.
En el mejor de los casos Álvarez se recicla en sesiones de restaurante con miembros de su propio grupo, probablemente buscando la manera de complicar la reelección de Maru Campos y Miguel Latorre, mientras alienta personajes como Riggs y Rocío Reza. Un presidente de muy bajo perfil ha mostrado ser don Fernando, estrujarlo de vez en cuando le vendría bien para despertar.
