*El Rey del Cash o la Ley del Silencio

*Los súbditos fieles del bendito

*¿Cuánto costó dentadura de Corral?

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El viernes al medio día recibí el “El Rey del Cash”, un testimonio de Elena Chávez sobre López Obrador y la red que financió el movimiento político que lo encumbró a lo más alto del poder. Lo Leí apenas el domingo, por eso no había escrito al respecto, riesgo de negarse a la literatura digital, una tara en éstas épocas.

Es el testimonio valiente, objetivo de una periodista que durante años hizo vida en pareja con César Yáñez, sombra del ahora Presidente desde la primer campaña hasta que cometió el error de exhibirse en la suntuosa boda de Puebla. Siendo testigo de oídas, ella lo reconoce sin complejos, Elena Chávez pudo advertir el desfalco infame a la Ciudad de México para financiar la eterna campaña del “licenciado”.

Detalla como institucionalizaron el saqueo, donde participaron sus colaboradores de mayor confianza; el propio César Yáñez, Alejandro Esquer, Beatriz Gutiérrez en oficio de novia escurridiza, Octavio Romero, Ariadna Montiel, Delfina Gómez, Mario Delgado y otros. Hoy todos en altos cargos del gobierno, nuevos ricos del país.

La importancia del testimonio es que lo cuenta la pareja del hombre que acompañó a López Obrador durante todo el movimiento. Es una versión desde adentro que rompe el pacto de silencio que cubrió su impunidad, con una frase que la narradora reproduce varias veces: “si te descubren, te echas la culpa y te quedas callado”. Es el código “omerta” o ley del silencio de la mafia siciliana, impuesta por López Obrador.

En esa parte la autora se confunde, no rompió el pacto de impunidad como afirma en el libro, rompió el pacto de silencio, atrevimiento de alto valor en un movimiento construido bajo los principios de “no robar, no engañar y no traicionar”. Es decir, la gran movilización que llevó a López Obrador hasta lo más alto del poder en México, nació robando el dinero de los contribuyentes capitalinos, se consolidó engañando a los electores y triunfó traicionándose entre ellos. La gruesa capa de impunidad ha ido cediendo, poco a poco.

Un atraco de tal magnitud es imposible ocultarlo, quedan como testimonio irrebatible los videos escandalosos de Bejarano e Imaz, la colecta extorsionadora de Delfina en Texcoco, los sobres del hermano Pío. Pero nada es más relevante que la imposibilidad de López Obrador para justificar un modo honesto de vida, a donde vaya lo seguirá la eterna pregunta, con la que Chávez inicia su libro: ¿De qué vive López Obrador?. Mientras esa pregunta permanezca incontestada, su testimonio de corrupción tendrá validez.

Sin embargo yo le creo al Presidente cuando afirma que sólo trae un billete de doscientos pesos en su cartera, y le creo también las anécdotas con Chema Pérez Gay en el aeropuerto –supongo que en Ciudad de México- y cuando le cerraron el vuelo en Tuxtla. En el primer caso tuvo que pagar el café y en el segundo le pagaron el taxi, pero iba a viajar ¿Quién le pagó los vuelos, si el jamás trae dinero?. No trae para el café ni para el taxi, pero viaja sin descanso. ¿Cómo está eso?.

Le creo por que en realidad no necesita dinero, durante años le pagaron sus giras completas, el salario de sus colaboradores –Chávez dice cuanto- mantuvieron a su familia, le regalaron vehículos. Por eso no sabe usar la tarjeta, ni llenar un cheque, ni hacer una transferencia, todo, absolutamente todo le dieron. Tampoco el rey Carlos trae dinero en su cartera, supongo que ni cartera, el gobierno Inglés le paga sus gastos, como a los de López Obrador el contribuyente mexicano.

Y también como el rey Carlos, López Obrador vive en un Palacio, apropiándose además de la plaza que pertenece a todos los mexicanos, hoy nadie puede ingresar al zócalo con la misma facilidad que lo hacía anteriormente. Ha sido una farsa desde que inició su movimiento: Presume de humildad y vive en un Palacio; habla de honestidad y durante años lo financió la corrupción; se asume demócrata y socava las instituciones democráticas; se dice sirviente del pueblo y no tolera la menor contradicción. Su discurso va en la dirección de los líderes demócratas, su hechos los llevan hacia el despotismo.

Pero si alguna conclusión general tendría que hacer del libro, me quedó con la esencia del movimiento, cerrando con una frase: “Morena no es un partido, es una secta que opera con reglas de la mafia”. Es una secta porque sus devotos necesitan atenuar o de plano suprimir su pensamiento, creer y profesar los dogmas que les fueron impuestos y conducirse con lealtad ciega al líder amadísimo, el bendito.

Rompeolas

Guardando todas las proporciones, Javier Corral tuvo en el compadre Lalo Almeida su “Rey del Cash”. Ahora sabemos que también vivió de regalado; Le pagaron hasta la emparejada de los dientes, a su esposa le compraron vehículos, lo salvaron de la cárcel y pagaron sus deudas y, malagradecido, cuando hartó al compadre financiador, lo negó mil veces, se dijo agraviado y reaccionó injuriándolo. Que persona tan de malos hígados es Corral ¿Cuánto le gusta para que entre en conflicto con Alejandra de la Vega, otra de sus patrocinadoras? Falta poco, el hombre es traidor por naturaleza.