Cita con el destino

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Houston— Es imposible obviarlo. Los Patriotas de Nueva Inglaterra aventajan con creces a los Halcones de Atlanta en un aspecto importante cuando se enfrenten hoy en el Super Bowl: experiencia.

Se trata de un dato que no debe pasarse por alto cuando se enfrenten los campeones de la AFC y la NFC por el título de la NFL.

Es cierto, Nueva Inglaterra (16-2) tiene a muchos jugadores jóvenes, 16 con cuatro o menos años de experiencia en la Liga, y los Halcones (13-5) en realidad cuentan con cuatro integrantes que han disputado un Super Bowl: Dwight Freeney, Courtney Upshaw, Dashon Goldson y Philip Wheeler. Pero no se deje llevar por eso.

Cuando un equipo tiene a un mariscal de campo y un entrenador que disputan su séptimo Super Bowl juntos, además de varios otros jugadores que colaboraron para conquistar el campeonato hace apenas dos años, la ventaja es palpable.

Si no lo cree, pregúntele a Tom Brady.

“Puedo controlar mis emociones, y sé cuándo tengo que elevar las revoluciones y cuando tengo que relajarme, y creo que uno aprende eso con el tiempo”, dijo Brady, elegido en tres ocasiones como Jugador Más Valioso del Super Bowl y quien ha ganado cuatro de los seis Super Bowls que disputó.

“Uno tiene que estar justo al límite. Es un juego muy emotivo. Uno no puede estar descontrolado, pero tampoco puedes jugar sin emoción. Uno apela a diferentes emociones según el momento”.

Esa afirmación puede sonar extraña viniendo de un jugador que usualmente no esconde sus emociones en el terreno. Basta con recordar su primer partido en Cleveland tras cumplir con una suspensión de cuatro partidos por el escándalo ‘Deflategate’, cuando Brady se dedicó a animar a los fanáticos de los Patriots que acudieron al estadio.

Sin embargo, Brady asegura que el Super Bowl amerita moderación.

“Es un día largo”, comentó. “Es un día largo, porque es una semana larga, porque tienes muchos compromisos. Tienes más compromisos esta semana que en una semana normal de la temporada. Después el partido termina siendo un partido de… ¿cuatro horas? La antesala del partido es más larga, el entretiempo es más largo… así que termina siendo de cuatro horas y media, cinco horas”.

“Tiene que quedarte algo en la reserva al final del partido. No puedes fundirte al comienzo del tercer parcial”. (AP/El Diario)