Chihuahua.- Las primeras declaraciones de Javier González Mocken como el ombudsperson de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se centraron en negar que su nombramiento fuera una imposición, un “ombudsman carnal”, como lo describió una reportera que cuestionó el punto.
“Mis únicos carnales son Héctor, que por ahí anda, y mi otro hermano José Luis, son mis únicos carnales”, respondió el presidente electo por 22 votos a favor, los cuales fueron depositados por los diputados en una urna para garantizar el voto secreto.
A pesar de lo anterior, se presume que 15 votos corresponden a la fracción del PAN, 5 a la fracción del PRI, 1 voto de Movimiento Ciudadano y el restante de la presidenta Adriana Terrazas.
Cuando se le preguntó su opinión sobre el hecho de que en el proceso se quedaron aspirantes, tanto mujeres como hombres, con maestrías y doctorados, mientras que él solo cuenta con una licenciatura, González Mocken dijo que respetaba las opiniones. Afirmó que contaba con una gran experiencia en la vida pública que ponía a disposición de la comunidad.
“La experiencia se adquiere en la calle, no en las universidades, pero somos muy respetuosos de los niveles educativos. Yo también soy universitario, fui profesor muchos años en la universidad, directivo de la Universidad de Juárez. La ciencia es la solución para muchos problemas pero también la práctica es fundamental”, concluyó.
