En la casa presidencial tienen clara cuál es la última gran jugada del presidente Andrés Manuel López Obrador: una contra un sistema establecido de privilegios para unos pocos, de burocracias doradas y que va contra el pueblo. Es una acción pura de antiestablishment que busca sentar las bases para establecer un nuevo sistema: el suyo, el de la Cuarta Transformación.
Pero esta jugada maestra que tiene López Obrador sobre su escritorio, para cerrar con broche de oro su mandato, parte de una defensa a ultranza que desarrolla Morena y sus partidos aliados para consolidación en breve lo que será una sobrerrepresentación “de facto” legislativa en el Congreso de la Unión.
Me dicen que la instrucción de Palacio es firme: defender y garantizar que a partir del 1 de septiembre —con el arranque de la nueva Legislatura— AMLO y la presidenta electa tengan una aplanadora legislativ y concretar el último golpe político del Presidente al sistema creado por el PRI y el PAN: la reforma al Poder Judicial y el fin de los órganos autónomos.
Para ello, tanto Adán Augusto López en el Senado como Ricardo Monreal en San Lázaro, dirigen baterías para instalarse lo mejor posible y comenzar a operar desde hoy la construcción de mayorías en las que Alejandro Moreno Cárdenas y el PRI tendrán un papel clave para concretar el cambio de régimen que impulsa AMLO.
Es tal el ímpetu de López Obrador que, de acuerdo con fuentes consultadas, la consolidación de la nueva reforma al Poder Judicial -a 30 años de la que le aprobaron PRI y PAN a Ernesto Zedillo- es la prioridad, el cierre con broche de oro para su mandato al cortar privilegios a los integrantes del único poder de la Unión que no pudo controlar.
Es una acción antisistema de mano dura, para crear una nueva realidad en la administración y procuración de justicia a 30 años de aquella gran reforma al Poder Judicial que impulso entonces Ernesto Zedillo y que le aprobaron sin chistar la mayoría del PRI y el PAN en ambas Cámaras legislativas.
Es de tal tamaño el interés que tiene el Presidente en el tema de la sobrerrepresentación en favor de los suyos, que en la mañanera mandó a la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde (futura presidenta de Morena), a que tratara de justificar que con el 54% de los votos la aplanadora oficialista se quede con el 74% de los asientos en San Lázaro.
Y tan firme es el interés que tiene AMLO en que se concrete esa mayoría en las Cámaras y sacar adelante las reformas más sensibles del último paquete que envió al Congreso, que sigue insistiendo en echarle leña al tema de la reforma al Poder Judicial para cimentar así un escenario desde donde se edificará el segundo piso de la 4T bajo el liderazgo de Sheinbaum.
Si bien el tema debe definirse en el INE y también en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (al que aún le faltan integrantes porque, en el Senado de la República, Morena no ha querido designarlos ), hay al menos dos interpretaciones jurídicas:
Una, que da la razón al oficialismo pues ninguno de los tres partidos de la 4T (Morena, Verde y PT) por si solo puede tener una sobrerrepresentación del 8%, o como postula la oposición, principalmente el PAN: la coalición que abanderó a Sheinbaum, en conjunto, tendría una sobrerrepresentación que aniquilaría a sus adversarios.
Así, cada vez más en público y en privado, es claro el interés de López Obrador por echarle montón al esfuerzo de que su partido y aliados se queden como aplanadora en el Poder Legislativo, a pesar de tener apenas más de la mitad de los votos, de ello dependerá, sí la reforma judicial pero también la eventual desaparición de órganos autónomos.
Los próximos dos meses y medio será el clímax de un gobierno que terminará como inicio: confrontando un sistema que fraguaron durante décadas dos fuerzas políticas dominantes y que, desde su perspectiva, fue en agravio de las mayorías, para establecer un nuevo sistema pero ahora como el sabor de la Cuarta Transformación.
RADAR
ALERTA
Desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la Ciudad de México nos advierten que en estas vacaciones de verano es necesario evitar falsas promociones y ofertas que parecen muy buenas a través de internet pues existen fraudes cometidos por agencias de viajes, conocidos como «montaviajes».
Nos explican que esta práctica es en una modalidad en la cual los delincuentes ofrecen paquetes vacacionales con un costo de 20 a 25 por ciento menor al normal, para enganchar a las víctimas y que al final sólo se trata de estafas.
De acuerdo con datos del Consejo Ciudadano, de enero 2021 a lo que va de 2024 se recibieron 822 reportes por montaviajes. En el periodo enero-marzo de 2024, los reportes aumentaron 114% comparados con el mismo periodo de 2023. El 86.4% fue llamada telefónica. El 12.8% vía WhatsApp.
Además vale la pena mencionar que el 66 por ciento de los reportes son de la Ciudad de México y el 33 por ciento de otras entidades de la República. Gustavo A. Madero, Benito Juárez y Cuauhtémoc son las alcaldía con más casos reportados. Alerta con las estafas pues.