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El legendario dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, institucionalizó una que terminó en clásica durante la era del PRI: “el que se mueve no sale en la foto”, decía de los aspirantes inquietos a cargos de elección popular, honrando la rígida disciplina partidista. De aquellos ayeres a hoy, la política es al revés: “el que permanece inactivo se pierde la foto”. Las elecciones para presidentes municipales, junto con las otras, fueron apenas el uno de junio pasado, los alcaldes tomaron posición del cargo en los primeros días de septiembre y la disputa por las alcaldías ya empezó.

El PAN lleva ocho años seguidos gobernando la capital, tiene garantizados otros tres y quiere seguir al menos otros tres más. Para ello precisa superar la elección del 2027, cuando el cargo esté nuevamente en juego. Veo sólo a tres prospectos claramente posicionados; Manque Granados, diputada federal, César Jáuregui, Fiscal, y Alfredo Chávez, coordinador de los diputados locales.

Manque Granados ejerció de edil cuando Maru pidió licencia para la gubernatura, pertenece al envidiable círculo de los dueños del pueblo por historia familiar. De ella podemos decir que es una política transparente, discreta y eficiente, pero sobre todo amiga querida de la gobernadora. Maru la lleva en su corazón y en las definiciones políticas suele pesar el corazón.

César Jáuregui es el panista mejor formado del gabinete, política y administrativamente. Se ha destacado socialmente como un funcionario confiable, particularmente entre la exigente Iniciativa Privada y el gremio de la litis y la chicana. Es respetado al interior del PAN y su relación con la gobernadora es de la mayor confianza. Fue parte relevante en el proyecto de Maru a la alcaldía y a la gubernatura. Si con alguien existe compromiso político de la gobernadora, es con él.

Alfredo Chávez salió del bajo PAN y creció haciendo política de partido hasta llegar a la diputación y luego a la coordinación de la fracción. Es una panista de trabajo que ha sabido aprovechar las oportunidades, sin esperar a que nadie le regale nada. Sabe hacer política y sabe hacer campaña, es el único concentrado en consolidar una estructura en tierra, no en papel o saliva como suelen hacerlo muchos.

¿Nadie más?, ¿De plano hasta ahí llega la lista?, por supuesto que no, la quisieran mil, al menos. Por ejemplo cualquiera de los diputados y exdiputados chihuahuitas (Soto, Olson, solo por mencionar dos), otros miembros del gabinete (Loera que no sabe hacer trabajo en campo pero si tomarse seifies), empresarios como Eugenio Baeza, el senador Mario Vázquez. De los aliados Alejandro Domínguez.

Tratándose de mencionar nombres no hay restricciones, el punto está en distinguir quien la quiere y quien la puede. Los que las pueden, en las tempranas fechas de la sucesión edilicia, son los tres citados arriba. Sin embargo como decía Patricio: “no te calientes, granizo”. Tranquilos, nombres subirán y bajarán en los medios a contentillo e interés personal de sus promotores. El eterno juego de las sillas.

Rompeolas

Un grupo de políticos chihuahuitas, entre ellos Santiago de la Peña y Alfredo Chávez, fueron invitados por una asociación latinoamericana para ser observadores internacionales en la elección de los Estados Unidos. Que envidia, es una de las elecciones más esperadas de los últimos años en el Imperio, allá la sociedad se polarizó tanto como la nuestra. Unos van por la democracia con Kamala Harris, otros por el autoritarismo populista de Trump. El martes está muy próximo, en lo que a mi respecta me da igual quien gane, con la devastación democrática nacional tengo suficiente.

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Indescriptíble la vileza, los humores rencorosos y la arrogancia con que se conduce Noroña, como presidente del Congreso. Llamar bellacos a los magistrados de la Corte que presentaron su renuncia, sólo por que no pusieron su nombre en el oficio dirigido al senado, es de seres miserables, gente de alma podrida. Además falso imitador, es el mismo adjetivo que le endilgó a él, la senadora Lili Téllez. Vayan viendo lo que nos espera como país con éstos miserables gobernando sin contrapesos.

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Para evitarle problemas con los consejeros, los pocos todavía insumisos, a Guadalupe Taddei, sus colegas de movimiento proponen reformar la Constitución a fin de que la señora nombre sin despeinarse a los funcionarios del organismo electoral, ya sabe usted, todos aprobados por el tlatoani que sigue mandando desde no se dónde. Ya es chunga, usar la Constitución como ley orgánica de un instituto público es patético, por muy importante que sea la institución. No necesitan el desplante, el INE ya es suyo, lo fue desde la pasada elección.