La presidenta Sheinbaum pudo hablar con Donald Trump, 48 horas desde de la bomba arancelaria que soltó contra México y Canadá. Informó del enlace telefónico en sus redes, usando el tono habitual en estas conversaciones: “Tuve una excelente conversación con el presidente Donald Trump. Abordamos la estrategia mexicana sobre el fenómeno de la migración y compartí que no están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México. También hablamos de reforzar la colaboración en temas de seguridad, en el marco de nuestra soberanía y de la campaña que estamos realizando en el país para prevenir el consumo de fentanilo”.
Una hora después Trump ofreció su propia versión de la llamada: “México detendrá a las personas antes de dirigirse a nuestra frontera sur, con efectos inmediatos. ¡ESTO CONTRIBUIRÁ EN GRAN MEDIDA LA INVASIÓN ILEGAL A LOS ESTADOS UNIDOS¡. (mayúsculas y signos de admiración son suyos). También hablamos de lo que se puede hacer para detener el flujo masivo de drogas a los Estados Unidos y también el consumo estadounidense de esta droga. Fue una conversación muy productiva”. Presumió que ya puso al gobierno mexicano de guardia fronteriza, como sucedió con el tlatoani.
Lo positivo es que la relación no quedó con la carta que CSP envió a Trupm e hizo pública ayer mismo, en la que desafió con poner un arancel contra otro y así hasta dañar empresas mutuas. Esta primer postura, ratificada en la mañana por Marcelo Ebrard, secretario de Comercio, recibió interpretaciones diferentes por especialistas. Idelfonso Guajardo, último negociador del T-Mex, la consideró prudente y oportuna, argumentando que México no puede mostrar debilidad; Jorge Castañeda, excansiller mexicano y especialista en política internacional, la juzgó imprudente sobre la base de que a los engreídos norteamericanos les disgusta que les digan qué hacer, aunque sea verdad.
Todavía no cumple dos meses en el cargo y CSP ya está colocada en uno de los momentos más delicados del país, no sólo de su gobierno. Está, estamos, en medio de dos autoritarios demagogos con aires de absolutos: al interior del país es acosada por el fantasma del pasado reciente, campeando ominosamente en las cámaras de senadores y diputados; desde el norte sufre los impulsos supremacistas de Trump, propuesto a devorar todo a su paso con tal de “restaurar la hegemonía mundial del Imperio”. Son condiciones para la tormenta perfecta, lo que especialistas internacionales llaman Trump categoría cinco, en referencia a la escala de huracanes.
De las circunstancias internacionales ella no es culpable, así le tocó este fragmento de historia y así tendrá que enfrentarlo. Del avieso fantasma que ronda al país tiene mucha responsabilidad; ha sido incapaz de mostrar el menor signo de independencia, permitiendo que los mexicanos sigan pensando que manda él, no ella. Para romper la doble pinza que la atenaza necesita sobreponerse al tlatoani, así recuperaría credibulidad interna y ganaría respeto internacional, indispensable en las negociaciones por venir.
Es muy importante mostrar fortaleza, Trump presumió públicamente que a nadie dobló con mayor facilidad que al innombrable, ¿Que pensará de CSP, a quien tiene por títere del pasado?. No quiero imaginar. Ella dijo que la conversación de hoy fue excelente y él que muy productiva, ¿que habrá dicho el barbaján misógino a los suyos, una vez colgado el teléfono?.
Rompeolas
Lupita de la Vega apareció en la lista de catorce mexicanos, siete hombres y siete mujeres, que servirán de consultores en las negociaciones con el Imperio, el cuarto adjunto que hizo famoso Herminio Blanco, primer negociador jefe del entonces TLC. Una pregunta odiosa: ¿No hay en todo el país opciones mejores que Lupita?, sin restar méritos a la paisana, pregunto porque su familia tiene más intereses allá que acá. Su hermana Alejandra está casada con Paul Foster, uno de los multimillonarios texanos más comprometidos con el Partido Republicano de Trump. Es habitual aportador en las campañas presidenciales y a gobernador de Texas.
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En su cavernícola tarea de acabar con las instituciones democráticas del país, los devotos de la cuatroté estaban olvidando la existencia de fideicomisos, hasta que un nerd les advirtió que ahí había centavitos extras. Para luego es tarde, dijo el cínico y muy arrastrado Monreal, empezarán por quedarse con 1,500 millones de pesos de un fideicomiso del Instituto Federal de Telecomunicaciones. La consigna es llevarse hasta el último centavo, para eso ganaron las elecciones, ¿o no?. No se conforman con desparecer a los organismos autónomos, también roban el dinero al que sus trabajadores tienen derecho. La necesidad es mucha, comprendan, cada vez cuestan más las campañas y todos están financiado la suya.
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Muy en su papel de presidente municipal comprometido con las cusas regionales, Marco Bonilla se reunió con dirigentes de la Unión Ganadera, agobiados por la brutal sequía y ahora acosados por la presencia del temido gusano barrenador que se “come” a las vacas en menos de una semana. Dicen que los ganaderos usualmente son llorones, cuando llueve porque se atascan las reses y cuando la seca porque no hay pastos. Esta vez sus reclamos son sinceros, están a dos fuegos. Korima por la ganadería, Marco ya puso su parte, cinco millones de pesos para empezar. Dado el tamaño del problema servirían de poco, pero lo que cuenta es el gesto, Cruz derrocha esa cantidad diaria en espectaculares y compra de voluntades y a los ganaderos ni los voltea a ver. ¿Y la principita? Ella trae sobrados fondos tropicales. ¿Y la señora Antes Meridiano? Le sobra dinero, maneja una bolsa de 500 mil millones, gran parte en cash.
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Preguntaron a la gobernadora por el activismo de los ediles Marco Bonilla y Cruz Pérez Cuéllar, activos en precampaña por la gubernatura, y respondió con una muy a la Maru: “lo que necesitan es ponerse a trabajar”. De que trabajan, trabajan, la pregunta es en qué, si ocupan más tiempo en asunto de proselitismo o en actividades propias del cargo. De Cruz no hay duda, desde que protestó el cargo inició una frenética precampaña; Bonilla ha sido, digamos así, poco más mesurado. Pero lo que no debió gustar al presidente chihuahuita, es que la gobernadora de su partido lo empareje con Cruz. Hay niveles, seguramente pensó. Como todo gobernador, Maru no quiere que la sucesión se desborde anticipadamente, su problema es que está más caliente y adelantada que ninguna desde que perdió efecto la máxima de “quien se mueve no sale en la foto”, del eterno Fidel Velázquez.
