Vaya ruido el que generaron, en sectores informados de la sociedad, los tres santones que presentaron a Maru Campos, el domingo pasado en el registro: Enrique “Melchor” Terrazas Torres, Samuel “Gaspar”Kalisch Valdez y Guillermo “Baltazar” Luján Peña. En el ocaso de su activismo político hicieron valer su nombre.
No llegaron de oriente pero si con un regalos para la precandidata; desde el domingo empezaron a emparejarse los momios entre el influyente senador y la alcaldesa. En la militancia, según sondeos, está muy arriba, pero los grupos de referencia veían complicado su proyecto. El poder es el poder.
El mero hecho de que los tres se hayan presentado al registro es un desafío directo a Javier Corral y un mensaje inequívoco de que Maru Campos no está sola, algunos de los mayores accionistas del PAN acompañan sus aspiraciones. ¿Tienen más información que el resto de los mortales, los guía una luminosa estrella sobre la oscuridad del desierto o están dispuestos a correr el riesgo de ir contra la voluntad de Palacio?. Los tres saben a lo que se atienen, son hombres formados en los negocios y el poder.
Por que esa es otra realidad, antes el comentario con relación al desencuentro Corral-Maru era que el gobernador la bajaría en cualquier momento, desde el domingo las versiones van en el sentido de que ya corrió demasiado para que la bajen a la mala y concluyen que ganó el derecho a seguir corriendo. Los Tres Reyes Magos representan esa especie de blindaje hacia el camino parejo.
Desde luego Gustavo no está cruzado de brazos, es eficiente, calculador y de resultados. Reaccionará como suele hacerlo, tratando del golpear a través de sus operadores habituales y confiado en los acuerdos cupulares con Javier Corral. Está en su derecho, también le late su corazoncito, aunque algunos aseguran que no tiene.
Sin embargo encuentra dificultades serias, el operador de su mayor confianza, Carlos Olson, ya demostró no estar a la altura de una contienda por la gubernatura; primero embarrándose hasta los codos en el episodio de un frustrado testigo protegido y luego con declaraciones fuera de tono en un senador, al referirse a una precandidata de su partido. Olson es un cartucho quemado. La inteligencia no se mide de los pies a la cabeza, decía Napoleón.
De las definiciones primarias la más interesante es la del PAN, sobre todo por lo lejos que ha corrido la alcaldesa contra voluntad del gobernador. En Morena ya sabemos, el candidato será quien decida el gran Tlatoani y cuando se trata de una definición unipersonal cualquiera puede ser, hasta la oportunista Carmen Almeida. Sigo pensando que va Rafa Espino, pero ya no tiene caso abordar sobre el tema, presumiblemente entre hoy y mañana hay noticias.
En cuanto al PRI está muy claro; es Omar Bazán o una mujer, no hay más. Y como la única mujer con presencia real, Graciela Ortiz, tiene otros intereses, la candidatura queda abierta para que jueguen todos los nombres femeninos que usted imagine, descontando al de Lilia Merodio. Omar se cortaría las venas antes de permitir que llegue la Merodio.
No se distraiga, estamos en la “chiquita”, donde suceden las cosas suceden.
Rompeolas
Alfredo Lozoya está por tomar las decisiones más importantes de su corta vida política; ir a una aventura sin destino, siguiendo el espejismo de la gubernatura, o afianzar un proyecto de mediano plazo en el escalafón de la política, con una diputación posible. Alguien le hizo creer o él se comió la patraña de que puede ser gobernador y, de persistir, el mal calculo podría cancelar su naciente carrera política. En ésta semana de definiciones, también Lozoya deberá tomar la suya ¿Persiste en el desvarío de la gubernatura o se afianza en la posibilidad real de la diputación? En un político de sentido común la respuesta sería obvia, en el Caballo quien sabe, sigue muy encuerdado pensando que la luna es de queso.
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Amando Cabada, quién lo iba a decir, replegó sus aspiraciones en un movimiento estratégico, inspirado en su instinto de supervivencia. Ya saben quien avisa. Eso de registrar su nombre para candidato de Morena –ni siquiera lo tomaron en cuenta- era más bien buscando pase directo hacia la impunidad. Por muy desprestigiado que esté, en una elección siempre son importantes los recursos de una alcaldía tan grande como la de Juárez. Eso lo dota de ciertos elementos atractivos para Morena, en algunos escenarios le alcanzaría para una diputación federal. Ahí es donde debemos ubicarlo, en un cargo menor a cambio de poner al servicio de Morena los vastos recursos del municipio.
