INERCIAS DE UN GABINETE DESCOORDINADO

*Cintia Mora; entre la soberbia y la justicia

*Bulliyng surtido contra Pablo Cuarón

*Exigen diputados ilegal bono navideño

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El mismo día en que Javier Corral juraba el cargo de gobernador, su Secretario de Educación, Pablo Cuarón, hizo la primer declaración contrastante con promesas de campaña. Es imposible la universidad gratuita, dijo sin matices, “cuando el gobernador lo prometió habla con el corazón, no con la razón”.

En la vorágine informativa del cambio se perdió la contundente aclaración de Cuarón.  Al otro día llegó el episodio de Antonio Pinedo y Javier Benavides; que renunciaba uno, que recibía un nombramiento temporal el otro, e inmediatamente después la incertidumbre de las fotomultas ¿Siguen o no activas?. Desde entonces han sido varios lo momentos de evidente descoordinación.

Ninguno de tanto impacto para la credibilidad de la nueva administración, como la supuesta -¿O real?- bursatilización promovida por Corral.  Ahí se batieron todos, apareciendo como protagonistas el propio Corral, Arturo Fuentes Vélez, Blanca Gámez y Miguel Latorre.

Discreparon en cifras, antecedentes, modos, circunstancias, al punto que no sólo chocaron las versiones sobre el nuevo recurso proyectado por el actual gobierno, sino que recuperaron la disputa en torno a la última bursatilización de Duarte ¿Avalaron o no el destino aquellos dineros?. Tales desencuentros están documentados en diversas notas informativas.

Hoy, a menos que hayan cambios de último momento, el Secretario de Finanzas compartirá información con diputados. Por el bien de la presente administración y de la credibilidad de Corral, cerciórese de ir bien documentado, procure coordinarse con los diputados de su partido y sobre todo tenga disponibilidad de transparentar la información.

El batidillo de la bursatilización encuentra explicación en la evidente intentona de ocultar la desesperada medida. Ingenuamente pretendieron hacerla pasar boba mientras presentaban una manifiesta disparidad entre la Ley de Ingresos, 58,356 mil millones de pesos, y el Presupuesto de Egresos, 61,954 millones. Nadie los chamequeó, se chamaqueron solos.

Lo que debió ser un despido de rutina, como miles que están en proceso en la administración estatal, camina a convertirse a la primera crisis sobre violación a los derechos humanos de un gobierno corrido a la izquierda. Grave, su divisa es el humanismo, el respeto a las diferencias, la defensa contra el maltrato de las mujeres.

Cintia Mora, empleada menor de la Secretaría General de Gobierno, presentó una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y promovió un amparo ante la justicia federal por despido injustificado. Afirma estar embarazada y que César Jáuregui, el exbueno, tenía conocimiento de su estado y aún así optó por despedirla.

Sabe poner el dedo en la parte que duele: “Fue él mismo –César Jáuregui- quién me despidió y aparte me dijo felicidades por su próximo hijo”, declaró en las oficinas de la CEDH. De tan duras las palabras, sobre todo en la última parte, la versión de la señora Mora podría ser puesto en duda. En ese caso estarían ante la palabra de un influyente secretaria y la de una mujer victimizada por ser despedida mientras lleva un hijo en el vientre.

Hay más, antes de que Cintia Mora fuese a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Sergio Armendáriz, presidente del organismo y famoso por su obsequiosidad hacia el poder, acudió a Palacio presuntamente para entrevistarse con César Jáuregui. El contenido de la plática entre Jáuregui y Armendáriz imagínelo usted.

Resolver esa crisis antes de que trascienda al estado sería lo más sensato, hoy Lucha Castro y otras defensoras de la mujeres están al lado del gobierno, pero la arbitrariedad –despedir y burlarse de una mujer embarazada- es tan escandalosa que da materia para tema nacional, donde el gobierno local no tienen controlada la reacción.

Injusto bulliyng contra el secretario Cuarón, por twitear que las escuelas estarían abiertas “Más sin embargo” quedaba a criterio de los padres enviar o no a sus hijos, le cargaron la mano pesada en redes. Quisieron compararlo con el “ler” de Aurelio Nuño, titular de la SEP.

Es de risa el ejercicio denostativo, por estar concentrados en la nimiedad de la semántica, los sensores de las redes olvidan la parte sustantiva del mensaje. La verdadera deficiencia que revela el Secretario de Educación es que desconoce los protocoles para suspender clases en los niveles básicos, evidentemente no es a través de un mensajito en redes, ni la decisión queda a discreción del titular. Hay protocolos.

También acusa insuficiencia de información metereológica, pues desde el domingo los pronósticos era que habría un día soleado, ideal para tomar clases e incluso hacer ejercicio al aire libre. Eso es lo grave, ignoran las normas básicas sobre las que opera una secretaría tan exigente como Educación.

Hizo recordar la ocurrencia de Marcelo González, cuando suspendió clases en universidades y bachilleres, por una onda gélida que nunca llegó, pero olvidó la educación básica. En el sector educativo hay gente con experiencia, algunos pintados de azul y muchos de colorado, en ellos podrían apoyarse, no es pecado ignorar temas que nunca habían manejado. Además Pablo es inteligente, cosa de que se proponga y aprende pronto.

Los diputados federales, sobre todo del PRI y del PAN y desde luego los perredistas de pipa y guante, están desesperados exigiendo su “bono navideño”, 150 mil pesos para los regalos pendientes.

Es a todas luces una prestación ilegal, pues lo recibirían aparte de su aguinaldo, como dicen los españoles, por la cara. El asunto es que todavía ayer el Comité de Administración de la Cámara y la Junta de Coordinación Política discutían su aprobación.

¿Qué imagina usted habrán de resolver? Brujo, aprobarán su entrega. Ya se les hace que lo ven perdido, pues aunque no les corresponde y además nunca lo tuvieron en su bolsillo, en la mente lo ingresaron a su contabilidad. No te rajes mi camarita, sólo son tres años y los panistas manosearon el extra de los moches. Dignísimos representantes populares, muchas navidades de estas.