*Desarrugado el Tercer Informe

* Operó al cien dupla Álvarez-Issa

* Colunga es Colunga. Hay que verlo

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No termina uno de conocer los entresijos del sistema parlamentario. Que me expliquen con manzanitas cómo revertieron con una mayoría absoluta (27 de 33 diputados) el dictamen de la Comisión Jurisdiccional que negaba el desafuero de Jorge Ramírez con la misma contundencia, cinco votos contra uno.

Ignoro los detalles y francamente me tienen sin cuidado, lo que desprendo de esa votación apabullante es que Javier Corral mostró toda la fuerza de gobernador en pleno uso de su poder meteconstitucional. De la mano, guardando distancia y por la derecha votaron en línea PAN, Morena y Verde, PES y PT. Donde aprietan no chorrea.

César Duarte se aventaba esas votaciones maiceando a los diputados (Eloy García y Teporaca Romero excluidos, en honor a la verdad y la decencia) con bonos de dos o tres millones a cada uno, según el interés de la votación. Se rayaban con las bursatilizaciones, entonces el bono era doble. Es lo que siempre se dijo, que nadie frunza el seño ni se haga el ofendido, bien que estiraron la mano.

¿Cómo amarró Corral a 27 diputados en una Legislatura fraccionada, siendo un político sin afán operativo cuyo máximo deseo es que los colaboradores lean su mente y actúen en consecuencia? No tengo ni la más mínima idea, el hecho es que los votos ahí están y Ramírez salió corriendo tras el amparo.

Lo que si me queda claro, es que operó al cien la dupla Fernando Álvarez y Jorge Issa, coordinador del PAN y encargado de la cartera. Esos votos no se produjeron por generación espontanea, habría que trabajarlos y ambos los trabajaron para entera satisfacción de Palacio. Misión cumplida, jefe.

En cuanto al hecho en sí mismo ninguna sorpresa, Jorge Ramírez había sido elegido tiempo atrás para ser puesto como ejemplo del combate a la corrupción, el resto es historia, los detalles se reducen a la tarea ministerial de ajustar pruebas, legales o no, tampoco importa. En todo caso la sorpresa fue cuando el voto de la Comisión, a varios se les crispó hasta el pelo de los cachetes pensando que lo habían perdido.

Tampoco me sorprendió la celeridad del juicio. Javier Corral precisaba llegar con esa victoria a su Tercer Informe de gobierno a fin de presentar una narrativa “convincente” de combate a la impunidad. Es el discurso desde campaña y a falta de obra pública, violencia desbordada y sistema de salud colapsado, necesita reforzarlo.

Tan así es que no se aguantó las ganas y desde ayer formuló ufanas declaraciones en ese sentido: “Se envía un mensaje (con el desafuero de Ramírez) muy importante a toda la ciudadanía, pero también a todos los actores políticos, sociales de distintos órdenes. Es una respuesta para que nadie crea o se crea impune, así lo proteja un fuero. Esto es una muestra de que en Chihuahua hay un claro compromiso y combate a la impunidad de los tres poderes del estado y que nadie está por encima de la ley ocupe el cargo que ocupe”. Regodéate, es tu tiempo, ganaste una importante, disfrútalo, se acaba en un suspiro.

Así planchó su tercero y más importante informe, desarrugado por los diputados, incluidos los de Morena. Felices, todos a una. El domingo llegará triunfador al Congreso y el lunes abre el paseíllo socializándolo en las principales plazas de la entidad. ¿Y el vulgar ladrón? Ya se, la pregunta es sólo por mortificar.

Rompeolas 

En eventos así nunca falta el suato, aquel incapaz de presentar una explicación coherente fuera del discurso más ordinario. Miguel Colunga, coordinador de los diputados de Morena, lo que equivale a ser coordinador únicamente de sí mismo, hizo la siguiente declaración justificando a los diputados de su fracción que votaron en línea con el odiado rival: “Consideramos que el desafuero evitará la persecución política, debido a que el magistrado hará una defensa desde la voz de un ciudadano y no la de un funcionario público”. Es que da pena ajena, quieras que no. Lo que dice el insensato es que para evitar la persecución contra un maestro universitario, que primero lo corran de la universidad; contra trabajador sindicalizado, que lo despidan; contra un sacerdote, que antes retiren el habito. También es cierto y aquí cierro; la justicia de Corral se ha convertido en una obtusa y obsesiva persecución política contra Duarte y como no ha podido detenerlo se desahoga con la pandilla. Eso lo sabe hasta un niño de pecho ¿Por qué un diputado de Morena tendría motivos para negarlo? ¿Se siente culpable de algo? ¿Dolor de conciencia? Estos son los momentos en que la política no da weba, mata de risa. De que los hay, los hay.