CIUDAD DE MÉXICO
En el mundo hay personas con distintos trastornos obsesivos-compulsivos, desde los que tienen que verificar todo y los que repiten las frases hasta los que desean limpiar todo a su alrededor. Esta es la premisa de Toc-Toc, una divertida obra que celebra 500 exitosas representaciones.
La historia se desarrolla en la sala de espera del consultorio del ‘Dr. Cooper’, para mala suerte de los pacientes, su vuelo viene retrasado por lo que su asistente les aconseja esperar.
Ante la necesidad de encontrar una solución pronta a sus manías, entre ellos organizan una suerte de terapia de grupo a través de un juego de mesa.
Los padecimientos ilustrados en la obra son el síndrome de Tourette, caracterizado por movimientos repetitivos o sonidos no intencionales, aritmomaníaco, necesidad de hacer continuos cálculos mentales; nosofobia, temor a enfermarse, ecolalia, repetir involuntariamente una palabra o frase que acaba de oír, deseo de orden y simetría y obsesión por verificar las cosas, como María, una mujer ‘religiosa’ obsesionada con verificar todo y con temor a la palabra ‘agua’, interpretada por la actriz Sandra Quiroz.
Es todo una proeza llegar a las 500 reprentaciones en un momento en el que el teatro ha corrido el riesgo de desaparecer. El teatro está respirando por la herida. Ha sido una temporada complicada pero lo hemos logrado porque actores, productores y público nos hemos unido», dijo.
Un público sin sonrisa
Aunque toda la obra está llena de diálogos divertidos, los actores no pueden disfrutar de las sonrisas del público a causa del cubrebocas, sin embargo, Sandra asegura que le motiva ver a gente en las butacas, aunque los teatros tengan poco aforo.
Sean 15 o 300 personas yo lo agradezco infinitamente. Al principio salir a dar función y ver las caras tapadas fue shockeante, ahora aprendimos a ‘leer sus miradas’. Tiempos como estos nos han dejado mucha enseñanza».
Me da tanta felicidad disfrutar mi trabajo y saber que le podemos dar hora y media de risas a las personas, más en tiempos donde reírse es casi un milagro»
La obra se presenta en el Centro Teatral Manolo Fábregas (Teatro Fernando Soler) con funciones los viernes, sábados y domingos.
