La gobernadora Maru Campos celebró hoy la primera reunión oficial con alcaldes. Asistieron los 67, grandes, medianos, pequeños y minis, todos atendieron el llamado esperando tener cinco minutos con ella. Como siempre, traen asuntos importantes e impostergables que la señora debe conocer. Son lagartones, no desaprovechan oportunidad de grilla, pero en algunos casos efectivamente hay urgencia, como la seguridad en Carichí, donde el güerito fue recibido con la comandancia de Policía incendiada. No lo dejen sólo.
Desde luego no les gustó mucho el mensaje de la gobernadora, pues básicamente les dijo para ustedes todo mi amor, todo mi cariño y toda mi solidaridad, pero nada más, de dinero después hablamos, si hay tiempo y Dios lo permite. Esa es la nueva realidad, Duarte y Corral despedazaron las finanzas, ahora los actuales deben hacer frente con lo que hay, sabiendo que la tierra es dura, el surco largo y con los bueyes heredados hay que arar.
Tampoco es que les haya extrañado, los ediles son conscientes de la quiebra en que recibió las finanzas: 75 mil millones en deuda y sin posibilidades a la vista de ingresos adicionales. Es un desafío para los más pintados, pero querían ganar, sabían a lo que iban, además todos conocen el “manual varguitas”, sólo que no se les pase la mano, luego andan diciendo que los torturaron psicológicamente o dañaron su moral.
Así que el mensaje de Maru fue muy claro: hagamos de tripas corazón. Es lo que deben hacer los ediles y la propia gobernadora, buscar la forma de resolver los problemas básicos de sus municipios y el gobierno estatal con creatividad, inteligencia, sentido de la responsabilidad y mucha, pero mucha austeridad.
Así se llama ahora el juego: austeridad y creatividad, y así se llamará en los próximos seis años, la crisis no se resolverá pronto ni con la asesoría de “San Ernesto de los corderos”. Corren tiempos difíciles, pero cada crisis llega con su propia oportunidad, quienes tengan capacidad de aprovecharlas saldrán adelante.
Rompeolas
Seguridad es uno de los temas donde el alcalde Marco Bonilla necesita poner especial atención. La violencia, alguna con tintes de terrorismo, está recreándose en amplias franjas del país desde que López Obrador abandonó su responsabilidad de combatir a los grupos criminales, postulando la claudicante política de “abrazos y no balazos”. Con una seguridad condicionada por los criminales, en cualquier momento la capital podría ser víctima de enfrentamientos entre los grupos o bien que el dominante se vea con fuerza para exigir cuotas de piso, como en los años negros de la guerra de Calderón. Decidió tener reuniones diarias con los mandos de policía y está bien, por ningún motivo debe descuidar el tema, distraído las consecuencias podrían ser catastróficas para la población.
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Si por Javier Corral fuese, ahora mismo su compadre Cruz Pérez Cuéllar sería huésped distinguido de San Guillermo. Pero como tenía fuero y la protección de la «mafia guinda», le resultó imposible incluirlo en la lista de los duartistas justiciables. Hay de compadritos a compadritos y en Juárez cualquiera sabe que para un compadre rijoso y vengativo, otro rencoroso que no se raja. Cruz está por presentar una demanda contra Corral, por “daño moral”. Vio lastimada su dignidad, supongo. ¡Ya ganaste Cruz! Eres alcalde la ciudad con mayor presupuesto del estado ¿Por qué mantener esos rencores? En serio, lo que se dice en serio ¿ves pisoteada tu dignidad?. Ahora, si verdaderamente quiere demandarlo que sea por las irregularidades de las obras inconclusas, te dejaron la ciudad como zona de guerra y eso no parece importarte.
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A propósito, el edil juarito pide la Junta Municipal de Aguas, casi nada. Imagino la respuesta de Maru: Y tu nieve de qué sabor, vainilla o chocolate. La JMAS es una caja chica de control político envidiable, pedir que se la entreguen estando colapsadas las finanzas estatales es más que todo ánimo de molestar.
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El empeño de Omar Bazán rivalizando en la dirigencia con Alejandro Domínguez ha llegado a grados patológicos. Cuanta oportunidad tiene hace hasta lo imposible por mostrar que es él y no Alejandro quien controla a los ediles. Ayer aprovechó la convocatoria de Maru Campos para organizar una reunión particular con alcaldes priistas, en la que no invitó a la dirigencia estatal. Es una ridícula competencia del tipo: “si tu papá es bombero el mío policía”; “si, pero yo escupo más lejos”. Omar se está pasando de tueste, alguno de sus amigos debería decirle que al perder la coordinación de los diputados perdió capacidad de interlocución con el gobierno de Maru Campos. ¿Piensa que controla a los alcaldes? No los controlan más que su esposas, en algunos casos sus amigas con derechos y sólo un puñado se controla a sí mismo. Le vendría bien dejar de jugar a esas infantiles venciditas.
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Castrejón y, presumiblemente, Pichú de la Rosa votaron contra la ratificación de Roberto Fierro en la Fiscalía General del Estado y de Mary Álvarez en la rebautizada Función Pública. Un autentico sinsentido, un despropósito pues no presentaron argumentos en contra. Castrejón pretextó que no consultaron al Colegio de Abogados y Pichú por que le dio gana. Son como el gallego y luego se preguntan por que los llaman loquitos.
