El CEN de Morena definió que la presidencia estatal será para una mujer, los coyunturales y forzados ejercicios de género. En esencia sólo cambian los nombres de posibles contendientes, por que en el fondo los guindas de Chihuahua están secuestrados por dos fuerzas irreconciliables buscando aniquilarse entres si; Cruz Pérez Cuéllar y Juan Carlos Loera, dos personajes de vocación antidemocrática ambiciosos de poder y dinero.
Entre ellos quedará definida la presidencia sea mujer, hombre o cualquiera de los terceros géneros, el caso es apalancarse con la dirigencia para consolidar sus aspiraciones políticas, Cruz intentando reelegirse de modo que pueda competir por la gubernatura en cinco años, Loera pretendiendo reemplazarlo para evitar luego confrontaciones mayores. O lo dobla en ésta o ya no lo dobló y lo sabe.
Ahí están trabados con peligro de lastimar al mismo partido. Por ejemplo, Martín Chaparro, presidente estatal, días atrás advirtió, sin dar nombres, que existen fundadas sospechas de que manos “extrañas” están comprando votos para la integración del Consejo Estatal.
¿En serio, profe? Pero cómo puede haber compra de votos en éste partido, si el mesías ha dicho que no son iguales y ya no hay corrupción. Tampoco lo tomemos literal, ya sabemos que en Morena todos son iguales pero hay unos más iguales que otros. Chaparro nunca hará publica la denuncia, pero es sencillo percatarse de que esas manos extrañas están siendo movidas desde la alcaldía juarita y desde las oficinas de la Pacheco, en la capital.
Como presidente del Partido, Chaparro hace la lucha de llevar la sucesión en buenos términos, mientras no haya cambio será el responsable. Esa tarea es muy ingrata en un partido donde muchos de sus mayores activos, acabo de mencionar a dos, no reparan en sutilezas por hacerse del poder: si hay que repartir dinero repartirán todo el que sea necesario, para ellos no está en juego la dirigencia estatal, sino el presupuesto de Ciudad Juárez y la promesa de una oportunidad por el gobierno estatal.
En conclusión ratifico: la definición de género no facilitará un proceso terso y si alguien piensa en contrario es que no conoce a Loera ni a su asesora estelar, Ariadna Montiel, como tampoco a Pérez Cuéllar. Lo único que hicieron, al recibir la información del CEN, es cambiar el nombre de sus cartas, pero igualmente se despedazarán uno al otro.
Por ahora aquí pongo pausa, sólo pausa por que Morena dará mucho de que hablar en las próximos semanas y meses, en pleitos de las comadres el espectáculo está garantizado. Pronto volveremos al tema, ahora si aportando nombres de posibles candidatas y padrinos de unos y otros.
Rompeolas
Con una bolsa de 52 mil empleos y la promesa de inversión privada por 386 millones de dólares, regresó la gobernadora Campos de su viaje a Londres y París. Muy buenas noticias para reactivar la economía de una entidad que los últimos dos gobernadores dejaron temblando, enfrascados como están en vendettas personales. Ahora lo importante para Manque Granados, secretaria de Innovación y Desarrollo económico, es dar seguimiento a los acuerdos, ese tipo de inversiones son complicadas y nunca se hacen solas, hay que estar muy pendientes. Además Maru llegó muy activa en asuntos de seguridad, una de las mayores preocupaciones del gobierno, todavía no aterrizaba cuando ya trabajaba en una reunión de seguridad de alto perfil, presidida por Adán Augusto López, la corcholata que pinta favorita pero que en sus ratos libres oficia como secretario de gobernación. Muy corcholata y todo pero con esos bueyes tienen que arar, es lo que hay.
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La crisis del agua en ciudad Juárez confrontó al edil Pérez Cuéllar con el gobierno estatal y todo por torpes manejos del presidente de la Junta Municipal de Agua, Sergio Nevarez, y de su asesor en medios, Daniel Valles, de quien entre paréntesis diremos que intenta manipular a los medios en la frontera y ha tenido la loca idea de sugerir a Nevarez puede ser acalde de Ciudad Juárez. La crisis empezó el viernes pasado, cuando el edil pidió la intervención de la Junta para llevar agua a colonias populares sedientas, pero a Nevarez se le hizo fácil ignorarlo, sabiendo el tamaño del problema. Cruz, lagartón, resolvió el problema en Chihuahua y dejó a Nevarez como el malo de la película. Estupidas rencillas partidistas son las que generan este tipo de problemas ¿Y nosotros que culpa tenemos? Preguntan los colonos sin agua.
