La industria automotriz de Japón es una de las más avanzadas y respetadas del mundo. Sin embargo, un fenómeno particular ha captado la atención: muchos coches nuevos terminan convertidos en chatarra a los pocos años de uso. La razón detrás de esto se llama Shaken.
¿Qué es el Shaken y por qué es tan costoso?
El Shaken es una inspección vehicular obligatoria en Japón que debe realizarse cada dos o tres años, dependiendo de la antigüedad del vehículo. Este proceso incluye tarifas gubernamentales, seguros obligatorios y posibles reparaciones. Por ejemplo, en España una inspección cuesta alrededor de 965 pesos mexicanos (50 euros), mientras que en Japón puede superar los 19,330 pesos mexicanos (1,000 dólares) en la primera inspección, y aún más en inspecciones subsecuentes.
Además, la inspección se vuelve más estricta y costosa a medida que el vehículo envejece, lo que obliga a muchos propietarios a vender sus coches antes de enfrentar la próxima revisión. Este ciclo genera un mercado de segunda mano muy dinámico, con vehículos relativamente nuevos que son exportados a otros países.
¿A dónde van los coches exportados desde Japón?
Debido a los altos costos del Shaken, muchos coches japoneses terminan siendo exportados a países como Nueva Zelanda, Rusia y varias naciones africanas, donde las regulaciones son menos estrictas y los costos de mantenimiento más bajos. Sin embargo, uno de los destinos más sorprendentes y lucrativos son los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
En los EAU, estos vehículos se comercializan como repuestos, chatarra o incluso se reconstruyen y venden como nuevos. En 2023, los EAU se consolidaron como uno de los principales actores en el mercado de exportación de coches. Con un valor de 131.5 mil millones de pesos mexicanos (7.04 mil millones de dólares) en ventas, los principales destinos fueron Irak, China y Kazajistán.
¿Cómo afecta el Shaken a la economía automotriz de Japón?
El Shaken no solo impacta a los propietarios de vehículos en Japón, sino que también tiene implicaciones significativas para la industria automotriz del país. La necesidad constante de comprar coches nuevos para evitar los altos costos del Shaken mantiene una demanda elevada de automóviles de gama alta. Esto no solo impulsa las ventas internas, sino que también fortalece la economía de exportación de Japón.
La dinámica del Shaken ha creado una cadena comercial donde Japón se beneficia de la constante rotación de vehículos, mientras que otros países, especialmente los EAU, se benefician de la importación y posterior exportación de estos coches.
Esta situación ha permitido que los EAU florezcan como un centro neurálgico de exportación automotriz, conectando a Europa, Asia y África. La infraestructura, ubicación estratégica y políticas fiscales atractivas de los EAU facilitan este comercio, convirtiéndolos en un punto de referencia global para la exportación de vehículos.
El Shaken es un sistema de inspección vehicular costoso y estricto que impulsa la constante rotación de coches en Japón, beneficiando tanto a la industria automotriz japonesa como a los mercados de exportación en los Emiratos Árabes Unidos y otros países.