La sinrazón recubierta de soberbia domina y cataliza, desde el ala gubernamental, la crisis laboral en el Colegio de Bachilleres. Todo conflicto sindical es alentado por trabajadores, con frecuencia manipulados por oportunistas de la izquierda, pero jamás se había visto que fuesen los patrones causa mayor de un paro laboral.
Están en tiempo de conjurarlo. Debido al puente largo, en su caso vacaciones de cinco días, los alumnos del Sistema vuelven mañana a clase, sólo para encontrarse con la novedad de que el viernes podrían regresar a casa sin saber cuando reanudar clases. Así que sindicato y dirección tienen toda una semana buena para avenirse.
En lugar de suavizarse, la confrontación escala hacia niveles próximos al punto sin retorno. José Acuña y su comité central hicieron circular un desplegado, en el que llama mentiroso al gobernador Corral y rechazan que usan a los alumnos como instrumento de presión.
Desaprueban la estrategia de insulto e intimidación como la mejor forma para disolver su movimiento, recriminando que maestros de Camargo sufrieron el acoso e intimidación policial. El conflicto llegó al nivel de públicas acusaciones personales.
Ven creciendo el tono del conflicto y sin embargo los señores Ortuño y Cuarón mantienen su postura de no firmar el documento de compromiso al aumento salarial y montados sobre ese macho no hay forma de bajarlos. Ya dijeron que no y por lo tanto es no, pésele a quién le pese. Si Javier está informado de los detalles y aprueba la estrategia intransigente, él mismo contribuye a la desestabilización.
Se trata de un documento, la firma de una promesa de aumento que llegaría una vez liberados los recursos federales para tal efecto ¿Porqué negarse a fírmarlo, a sabiendas de que el sindicato sólo defiende el derecho e interés de sus trabajadores? Incomprensible.
Peor tantito, cuando la sociedad es víctima de la mayor violencia registrada en los últimos años y la actividad económica del estado permanece inactiva ante la insuficiencia de dinero, desde el mismo gobierno abren nuevos frentes.
Pablo Cuarón tiene su pleito personal con la dirigencia de la Sección Octava. Decidió despedir a 13 de los maestros más influyentes, entre ellos Alejandro Villarreal, exsecretario general, y una diputado del Panal, sin que haya una persona que lo haga entrar en razón.
Añada usted que en la Junta Central de Aguas se comenta por lo bajo que proyectan un recorte de personal sindicalizado, probablemente preparando la privatización del organismo. Otro conflicto laboral en puerta.
Quizás los estrategas de gobierno piensen que vale más una colorada que muchas descoloridas y por lo tanto lo que van a cocinar que se vaya remojando, por que donde aprietan no chorrea. Sería una estrategia, altamente riesgosa para el estado y el gobierno, pero en fin una estrategia. Que todo vaya bien, de lo contrario el caos nos espera.
Es admirable la manera en que consiguen ganarse conflictos gratuitos. Por si los sindicales les pareciesen pocos, defienden las “actas liberales” como si en ello les fuese la vida, indisponiéndose con el clero y la enorme mayoría de los chihuahuenses, entre los que se encuentra la mayor clientela del PAN, donde está su voto histórico y de conciencia.
Nadie acepta la patraña de que retiraron los conceptos de Padre y Madre por un convenio firmado por Duarte y que de regresar al viejo formato las actas perderían validez. Esa explicación tan infantil ni los diputados la dieron por buena. Es más ni doña Chanita de la Campesina, que chochea, se traga el garlito.
Desde luego que el convenio ya existía pero todos en este gobierno intentan borrar cualquier señal de César Duarte. Pensar que lo acatan por ese prurito legaliode ¡Por favor! En cuanto a la validez, pues solo recuerden que la Constitución está por encima de cualquier acuerdo y faculta expresamente al Gobierno Estatal a emitir tal documento. Serían válidas en cualquier formato con o sin la firma de convenios.
Lo hacen por asociarse con el movimiento de las minorías, por la misma idea de poner los colores de la bandera gay en el logo de la administración. Es su convicción, de acuerdo, solo no esperen que la gente les aplaudan, siendo que la enorme mayoría de los chihuahuenses rechazan esas corrientes, son convicciones irreductibles.
De los 27 registrados para el cargo de Auditor Superior del Estado, quedó una lista de cinco factibles. Está desde luego el interino, el Oso Valenzuela, menos conocido por Armando; Nachito Rodríguez, marginado en la designación preliminar; Javier Galindo, Olivia Franco y Jesús Robles Villa.
Los diputados vestirán el proceso con tonos pastel y explicaciones de requisitos y mejores atributos fiscalizadores. Es su papel, pero de los 27 esos cinco nombres serán discutidos con mayor cuidado y de los cinco quedarían tres eliminando a Olivia Franco, que incumple los términos de la convocatoria, y Robles Villa, al que nadie considera de fiar.
¿Quién le gusta de los tres, Galindo, Valenzuela o Rodríguez? Lo más probable es que uno de ellos sea votado por el Congreso, pero si usted mira sus antecedentes tendría que voltear hacia Nachito.
La imprudencia de Valenzuela rompió el pendejómetro, diciendo que lo recomendó Fuentes Vélez, y Javier es hermano de Ramón Galindo, representante del gobierno en Juárez ¿Un hermano auditando a otro? Este pleito llegará al Pleno en tres semanas, cuando no antes.
Desde que dejó el gobierno sus amigos decían que Duarte estaría bien protegido por el poderoso grupo de Emilio Gamboa, de la peor calaña política pero sumamente influyente en la política nacional.
Pues parece cada vez es más claro que el exgobernador está cubierto por un invisible halo protector, condición que desespera a Javier Corral, quién se muestra enfadado cuando le preguntan por la causa penal contra Duarte, siendo que en los primeros tres meses era tema favorito y se regodeaba en las respuestas.
Presumiblemente está sobreseído el caso de Unión Progreso, lo que de pasada libera de cualquier problema legal a Jaime Herrera, y de los delitos enderezados por la Fiscalía local no hay constancia sobre número de expediente, es decir formalmente no hay carpeta de investigación abierta. El tiempo pasa ese no se detiene, como dijo Juan Gabriel.
