*Duarte ¿Camino a la extradición?

* Va nomenclatura contra ITAMS

* Espino, Morena y el reacomodo

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Con dos años y medio de retraso, el PRI suspendió sus derechos políticos a César Duarte. Por alguna razón que sólo conocen los informados del sexenio, las sucesivas dirigencias partidistas pusieron su caso en cesto aparte al resto de los gobernadores asociados en la corrupción, alentando sospechas de protección en los niveles más altos de gobierno.

Al sumarse a los señalamientos de corrupto –indirectamente es lo que hacen retirándole sus derechos- abren una pregunta de la que Javier Corral espera, ansioso, puntual respuesta: ¿Está Duarte en la antesala de la extradición o se trata de ajusticiamientos internos?.

La prudencia recomienda que los entusiasta del Nuevo Amanecer se abstengan de ponerse en modo festivo lanzando vivas y bengalas. No hay claridad de la motivación, para empezar es pertinente recordar que hace sólo unos días, cuando compareció ante el Senado, Alfonso Navarrete Prida advirtió que Duarte podría llevar su caso en libertad e incluso litigarlo desde los Estados Unidos.

La observación pertenece nada menos que al Secretario de Gobernación, un de los funcionarios mejor informados del país, por más de salida que vaya. Además, y quizás sea lo importante, Enrique Peña Nieto deja la presidencia en poco más de un mes y en ese tiempo no moverá ni un dedo a favor de la extradición.

En consecuencia nada sucederá en lo que resta de su sexenio, dejando muy pronto el asunto en manos de López Obrador ¿Tomará el caso con la premura que exige Javier Corral, como supuestamente prometió? Tengo mis reservas, con el nuevo gobierno llegarán los cálculos políticos y es previsible que Marcelo Ebrard, propuesto para Secretario de Relaciones Exteriores, sea renuente a entregar esa medalla a su posible competidor hacia el 2024, es decir a Javier Corral, quien muere por ser el próximo mesías del país.

Para los priistas avergonzados de Duarte, la suspensión de sus derechos debió ser refrescante, una suerte de alivio aunque sin pasar de ahí. Su partido está hecho trizas, a partir de diciembre la mayoría ingresará en la RENATA sin perspectivas de regresar a la nómina más que por la vía de Morena y todos saben que buena parte de la culpa es del “as de oros”.

Probablemente lo de César Duarte tenga que ver más con una especie de venganzas y ajusticiamientos entre priistas. Sordo y de a poco ha trascendido una feroz disputa interna entre los grupos dominantes, los últimos valientes que defienden la causa del PRI, por quedarse con las siglas y el viejo cascaron.

Políticos tradicionales como Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, varios exgobernadores, secretarios de estado marginados en las decisiones de la pasada campaña y caciques sindicales consideran que los neotecnócratas, a quienes llaman despectivamente ITESOS, entre los que ubican a Videgaray, Nuño, Meade y otros, son los responsables de su desastrosa derrota.

Por ellos van. No tardará en quedar expuesta la venganza que algunos observadores de la política nacional empiezan a definir con un clásico de la historia mundial: “la noche de los cuchillos largos”. Mantienen la militancia unos cuantos y se despedazan entre ellos, comprenderán acá por qué Omar Bazán es como es, el cuate sólo sigue los ejemplos de sus mayores.

Un dato que trascendió sólo entre Morenistas del primer círculo, es que pronto empezará un proceso de agrupamiento que coordine a los diferentes actores de la Cuarta República desplegados en Chihuahua, bajo una directriz vertical.

En otras palabras la idea es presentar un frente opositor organizado contra el gobernador del PAN y a la vez una estructura gubernamental caminando en la misma dirección, en lugar de que todos se conduzcan a su real saber y entender.

El responsable político es, comentan, Rafael Espino, quién tendría la encomienda de meter los gatos en el mismo costal y ocuparse de que no se saquen unos a otros los ojos, mientras desarrolla las tareas políticas y administrativas de la Federación.

Se estaría hablando de un liderazgo que incluiría partido, Congreso, superdelegado y el resto de las delegaciones. Suerte para Espino, la necesitará si realmente quiere cumplir con la encomienda.