Delicias.- Una familia de jornaleros del estado de Guerrero fué víctimas de una serie de trámites para poder darle cristiana sepultura a su pequeña hija Santa Ana.
Después de fallecida tuvieron que trasladar su cuerpo en un vehículo particular desde Chihuahua hasta Delicias, y al llegar no pudieron velarla, ni sepultarla, porque en su dolor nunca preguntaron por el certificado de defunción, que no les fue entregado por la agencia funeraria, siendo hasta ayer, cinco días después del lamentable deceso que pudieron despedirla en el panteón de la colonia Terrazas.
Durante la espera para recibir el documento los padres se vieron en la penosa necesidad de solicitar apoyo a una funeraria local para que les permitiera tener el cuerpo de su bebé en sus instalaciones porque no podían tenerla en su domicilio.
En su viacrucis, Javier Abundis de 23 años y María Guillermina Ahuante de 17 vivieron una de las etapas más tristes en la vida de un matrimonio, la pérdida de la que sería su primogénita y que solo alcanzó 28 semanas en el vientre de su madre al tener que ser extraída el pasado jueves, en el Hospital Central de la ciudad de Chihuahua.
Fue el pasado miércoles cuando por malestares acudió al Hospital Regional a ser atendida, siendo trasladada de inmediato a la capital pero nada pudo hacerse, pues la bebé ya estaba sin vida y fue entregada a una agencia funeraria, gracias a la intervención de la gobernadora de la comunidad indígena, Cuquita Bustillos, quien intervino para que los servicios brindados fueran sin costo alguno.
El viernes que dicha agencia entregó a la pequeña Santa Ana a su padre para que le dieran cristiana sepultura, tenían que trasladarla a la ciudad de Delicias, de inmediato la subió al vehículo particular de un conocido del lugar, que de forma caritativa se ofreció a brindarles su transporte.
Al llegar al velatorio municipal para solicitar los servicios, le pidieron la documentación de rigor y le explicaron los procedimientos que hasta ese momento desconocían, se hizo imposible realizar el velorio para enterrarla el sábado ya que por los trámites burocráticos y en fin de semana, tuvieron que esperar hasta el lunes para reanudar el papeleo que debió hacerse desde el día del fallecimiento de la pequeña.
Los dolientes afirman que el mal servicio de la funeraria de Chihuahua les alargó el sufrimiento, al tener que esperar tantos días para concluir la despedida y por si fuera poco argumentaron a las autoridades de este municipio haberla entregado de esa forma porque el padre ya quería proceder al servicio fúnebre, un argumento que a decir de los ahora quejosos es falso.
Luego de la larga espera, este lunes por la tarde Santa Ana Abundis Ahuante recibió cristiana sepultura en presencia de su familia, formada por más de 30 miembros, su madre que aún se encuentra convaleciente no pudo acudir al cementerio para despedir a su pequeño angelito y ahora comenzará a vivir su duelo, para después continuar con su vida junto a su esposo, que en pocos meses emigrará a otro punto del país en busca de trabajo, mientras esperan la siguiente temporada en Delicias.
