Extraña la libertad que da el fuero para hablar sin restricciones, lo denota en sus gestos y ademanes, sin embargo a la primera pregunta suele sucumbir a la tentación. Ayer aprovechó la menor provocación para cargar contra Meade y Peña.
Empezó por descalificar el “brutal” retroceso al dedazo, al que considera un “mecanismo para la impunidad y la complicidad”, ubicó a Meade en una clase tecnócrata acomodaticia, dijo denostándolo que el dedo de Peña no sólo lo designa, también lo marca y la cerró a tono: “va a jalar los votos del PRIAN, pero esos ya los tenía desde hace mucho”.
No se contuvo y mencionó la odiosa composición acuñada por López Obrador para describir a la “mafia del poder”, siendo que él llegó a gobierno postulado por un de los dos binomios, el que representa –en teoría- a la derecha. Ahora sabemos que a su ver PRI y PAN son una y la misma cosa; el PRIAN cuyos votos son para Meade ¿También el suyo?.
Pero eso si, “No quiero que me malinterpreten”, previno a los reporteros antes de la declaración desafiante. Está muy bien entendido, quisiese tener la libertad del candidato o dirigente de partido para expresarse en tales términos y aunque conoce las restricciones de la investidura, sucumbe a la tentación y dispara.
Su discurso es una imprudencia en los momentos que corren. Discute con la Secretaría de Hacienda la asignación del presupuesto, mientras la vinculan a un gobierno de “impunidad y complicidad”. ¿Hay otra interpretación? Pregunta a sus voceros.
Sólo unas horas antes Gustavo Madero, su jefe de gabinete, había declarado que Meade daba buen trato a quién lo apoyaba políticamente y castigaba a quienes estaban en contra, refiriéndose a la distribución del dinero.
Habló específicamente una cantidad de 1,500 pesos en recorte del último año de Duarte al primero de Corral y advirtió sobre el peligro de que para el próximo ejercicio descuenten otros quinientos.
No se aguanta Corral, en la investidura de gobernador se siente incómodo y es comprensible, son muchos años de legislador con fuero para criticar, condenar, lamentar lo que le venga en gana. Está bien, sólo que puesto en los zapatos de Ejecutivo no se ayuda en absoluto, muerde cuando le pasan de cerca el cebo aún conociendo las consecuencias.
Y como ayer el gobernador estuvo muy activo, va otra. Cómodos y despreocupados se trasladaron Javier Corral, César –exbueno- Jáuregui y Joel Gallegos en un paseo por la ruta troncal, del Centro a la estación sur. Excelente, se trataba de verificar la operación del servicio y concluyeron que todo bien.
En esa ruta ningún problema, conservó los camiones nuevos y las paradas de primera, pero que se den una vueltecita en las carcachas de las colonias periféricas, a ver si opinan lo mismo.
El transporte público está a merced de lo que diga la mafia, los hechos hablan por si mismos: El impresentable güero Lozoya y sus compinches destrozaron el modelo original, convirtieron la ruta troncal en otra ruta cualquiera, diseñaron a su interés económico las rutas de colonias, aumentaron la tarifa, despedazaron el sistema de recaudo, incumplen cada promesa. Son una calamidad para el pasajero y la ciudad.
Si quieren mejorar el servicio necesitan recuperar el proyecto original lo que implica terminar con la morralla, el sistema mixto no sirve por que los mismos choferes lo rechazan, abrir las troncales dos y tres, comprar camiones nuevos y sobre todo eliminar a la mafia.
Mientras no hagan eso, todo esfuerzo estará condenado al fracaso, como quedó visto durante la era de César Duarte. Ahora lo llamarán “MT Chihuahua” ¿…? No todo tronó por causa de la corrupción, simplemente no debe guardarse el vino nuevo en odres viejos ¿Cómo esperan mejorar el transporte con los mismos que lo destrozaron?. Ahí está el reto, por el bien de chihuahua ojalá que lo enfrenten y resuelvan.
Tómelo con la reserva del caso, en el Sector Salud trascendió que Egro, la farmacia de bolsillo favorita del Nuevo Amanecer, ganó la más reciente licitación de medicamentos, por 700 millones de pesos, donde habrían participado otras catorce empresas farmacéuticas.
Como la ve, sigue con las botas puestas y bateando al mil por ciento. Al paso que va el consorcio alemán Bayer contratará a su ejecutivo signion, en un año despegó más que las farmacias patrocinadas por apellidos tales como Almeida y Yáñez y eso que jamás se habían observado tales niveles de crecimiento en el sector. Van que vuelan para ganarse la “aspirina de oro”, pasar de farmacia de barrio a competir en las grandes ligas no cualquiera.
Muy atareado está Reyes Baeza en estos días, organiza los detalles de una gira que realizará el lunes próximo por Chiapas, acompañando al presidente Peña Nieto. Ahí entregarán el hospital más grande del ISSSTE, construido con una inversión mayor a los mil millones de pesos.
Alguien debe trabajar, ahora que todos se volvieron locos con el destape de Meade ¿Será que trabajo mata grilla? Esa apuesta nunca falla.
Las fuentes yupis reportaron que José Antonio Meade, luego del paseíllo con los tres sectores del partido, tuvo el lunes pasado una cena privada con tres amigos, ni uno más. ¿Será cierto que uno de esos tres amigos del aspirante a futuro tlatoani es de Chihuahua y oficia de ordinario vendiendo salchichas en el rumbo de las Ánimas?.
Esas “novedades” son las que corren entre mesas y oficinas del gran capital. De ser cierto y si los electores no hacen de agua sus planes, en el próximo sexenio queda confirmado el cambio de estafeta en la capitanía de la IP chihuahuita.
Por cierto, algunos empresarios fruncieron el seño al recibir un oficio firmado por el Fiscal Peniche, dando una serie de directrices restrictivas para los escoltas oficialmente registrados. Que por la imagen de Chihuahua deben ocultar las armas, no usar estrobos, disfrazarse de invisibles, portar pistola de agua, uniforme de pechera o marineritos.
No sean ridículos, por la buena imagen de Chihuahua deberían contener los asesinatos y secuestros express y asaltos diarios; combatir los feminicidios, contener el robo de nuez y cuidar a los médicos de la sierra. Eso daña más la imagen que cualquier escolta mal atravesado.
Los senadores por Chihuahua se tomaron la clásica foto con el virtual candidato del PRI, imagen en la que no aparece la juarense Lilia Merodio ¿Tendrá que ver su ausencia con los exabruptos y disparates emitidos contra Enrique Ochoa, presidente del partido? Es pregunta. Así ni Joel Ayala podrá salvarla.