Al menos 35 agentes policiacos han sido asesinados en la entidad durante la actual administración estatal, que inició en octubre de 2016.
Estadísticas de la FGE indican que 17 de las víctimas eran elementos estatales, mientras que otros 18, señalan archivos periodísticos, fueron agentes municipales.
Los datos muestran también que del total, al menos 15 fueron ejecutados en la región occidente del estado, una de las más afectadas por el repunte de la violencia atribuida a las disputas del crimen organizado.
Entre las víctimas se encuentra el director de Seguridad Pública de Casas Grandes, Marco Antonio López Chávez, asesinado el pasado domingo, cuando también se reportó la ejecución, en Cuauhtémoc, de otros dos agentes municipales de Guerrero.
Otro mando de la región asesinado fue Edgar Edmundo Pérez de la Peña, jefe del Grupo Especial de la Policía Municipal ejecutado el pasado viernes 1 de diciembre en un restaurante de Cuauhtémoc.
Otra racha violenta se registró a inicios de noviembre pasado, cuando se reportó, el día primero, el asesinato del agente Rodrigo Pérez Chávez, del seccional de La Junta, en el municipio de Guerrero.
Un día después se informó del “levantón” y posterior ejecución del policía municipal de Cuauhtémoc, José Alfredo Martínez, el cual fue encontrado en un campo menonita.
El día 5, en el poblado de Témoris, municipio de Guazapares, fue asesinado Jacobo Contreras Pérez, de la Comisión Estatal de Seguridad.
La acometida contra los elementos de seguridad inició en noviembre de 2016 en la zona occidente de la entidad, cuando seis municipales de Madera fueron “levantados” en la comunidad de La Simona y, un mes después, los cadáveres de dos de ellos fueron localizados en el municipio de Bocoyna. Los otros cuatro siguen en calidad de desaparecidos.
En el mismo municipio, también en noviembre del año pasado, fue asesinado otro policía preventivo durante un ataque en el que otros cuatro elementos resultaron heridos.
Y, en febrero de este año, en Madera, otros dos agentes municipales murieron durante un asalto en la zona del ejido El Largo Maderal.
En mayo, el policía estatal Edgar Mariano Rojas Duarte fue victimado en un ataque a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado en Ahumada y, en junio siguiente, otros dos más elementos de la misma corporación –Juan Humberto Olivas Lozoya y Alejandro Reséndiz Valencia– fueron acribillados en la comandancia de la comunidad de Las Varas, Madera.
Entre las víctimas hay también 11 elementos asesinados en Ciudad Juárez: seis municipales, cuatro estatales y un custodio del Centro de Recuperación Cívica Total (Cerecito).
El caso más reciente registrado en esta frontera fue el asesinato de los agentes preventivos Elizabeth Alfaro Loya y Sergio Alberto Holguín, atacados durante un asalto a una sucursal bancaria.
Este crimen, registrado el 30 de octubre pasado, ocurrió menos de una semana después de que, también en Juárez, fueran asesinados los estatales Pedro Valadez Rodríguez y Héctor Manuel Montañez Ríos, adscritos a la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM).
