Está indignado, el hombre no asimila que hayan invitado a Cabada, Armando, y a él lo hiciesen menos ¿Qué mi dinero no vale? Se habría preguntado lanzando estridentes recordatorios al pasado diez de mayo, con habitual cierre: que se vayan a la chingada, para nada los necesito, ya vendrán de rodillas a pedirme perdón. Son los reportes, hasta hoy no confirmados, que la Weba recibió desde Parral en cuanto circuló la invitación al Foro de Coparmex.
Es comprensible y en varios modos justificable; se desbarata yendo de un lado hacia otro de la entidad intentando convencer a incautos de que tiene la gubernatura en el bolsillo, en la región oficia de gobernadorsillo distribuyendo despensas dentro y fuera de su municipio, organiza fiestas y comilonas sin reparar en gastos, hace más promesas que los viejos dinosaurios del PRIAN, paga encuestas, realiza visitas a la ciudad de México tocando cuanta puerta piensa que puede abrir, suelta dinero sin reserva en la operación de un nanopartido que mañana podría ser cooptado por Morena y los dueños del gran capital cierran los ojos a su esmerado frenesí de candidato pueblerino.
Desde luego calienta, se desbarata posicionando un proyecto desde la nada y lo tratan como si no existiera. No sean así, muestren sentido humano, tengan empatía por el esfuerzo realizado. Ignoran al “duartito del sur” pero mandan invitación lacrada al “tetito del norte”. Mejor le hubiesen mandado por invitación un carbón, es menos ofensivo.
Esos desaires lastiman el corazón del más plantado, Armando tendrá dificultades hasta para conseguir la diputación federal que le de pase directo a la impunidad y ahí está su nombre. La negra Tomasa tiene más probabilidades que Alejandro y los apuntaron en la lista. Por otro lado, Rafa Espino ha realizado tres visitas de campaña a Chihuahua y lo ponen en los lugares de privilegio, como si ya fuese el candiadto de Morena. Hay razón en el despecho del desairado, son ingaderas.
También él tiene culpa, hay niveles. Cierto que todos son iguales pero hay unos más iguales que otros. No es lo mismo venir con credenciales firmadas por el Líder Amadísimo, saberse miembro de la nueva generación de empoderados, que salir de la nada y empezar a repartir despensas en la colonia de doña juanita. El voto de Lina vale lo mismo que el de Vallina, si, pero sólo en las boletas. Abusado, no te confundas.
En esa parte luce desorientado, asume que la voluntad y el sí se puede es suficiente. No, conocer su realidad le vendría bien, una cosa es querer y otra poder, decía Artemio Iglesias. Bueno ¿Y Alejandro Cano? Se pregunta pateando al viento. Volvemos a lo mismo, Alejandro es un niño bien desde que nació. Con algunos de los yupis que hoy manejan los organismos empresariales comparte experiencias desde que mojaban sus pañales de seda. Recuerdan anécdotas de cuando jugaban al caballito y al tu te pones. Es uno de ellos.
Otro detalle importante que necesita entender es que César Duarte sólo emerge uno cada cien años, no por inteligente ni talentoso, sino por bribón y mentiroso –es una cortesana, decía uno de sus amigos en la CNC-. Así llegó a la gubernatura, engañando a medio mundo, dispuesto a vender su alma al diablo con tal de que le hiciera el favor y la vendió al precio que hoy conocemos. Ese camino, por estadística, está cancelado durante los próximos 96 años.
Nadie puede echarse un pedo más arriba del culo, decía teto Murguía. Así el desairado, avéngase a su realidad de aspirante folclórico y seguro sale beneficiado. La inteligencia política, según el decálogo Tarango, es sacar provecho de la adversidad –dónde lo habrá escuchado, mucha profundidad para el buen profe-. Ahí tiene una frase inspiradora que le ayudaría a sacar fuerzas de flaqueza, hacer de tripas corazón y tomar ventaja.
Ahora, tampoco es para tanto, solo se trata de un organismo interesado en conducir la política de Chihuahua, un primer evento y por cierto lejano de la elección. Faltan diez meses para las definiciones importantes y 14 para la votación. Si es inteligente cuente bien sus canicas y póngalas al servicio del más adelantado, en ese caso podría multiplicarlas, no sólo de gobernador vive el hombre, también de diputado federal. Es sencillo entenderlo.
