*Ley Madero, un atraco al erario

* Mil argumentos para decir No

* Graciela Ortiz; segura y plena

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A ver en qué termina, éste asunto de la Ley Madero. Primero iban a presentarla el sábado, después ayer lunes y hasta entrada la tarde, al momento de escribir, no había noticia de que la hubiesen recibido en el Congreso. Supongo que lo hicieron más tarde o lo harán hoy, no veo un paso atrás en esa sin razón electoral.

Pero eso si, de presentarla será corregida y disminuida. El rumor prevaleciente de ayer es que la estaban remendando con fin de acotarla a reforma legal, en vez de constitucional. No alcanzaban el número mágico de los 22 diputados necesarios para reformar la Constitución, supuestamente.

No se, cada quien hizo sus cuantas. Los que van por el No sumaron ocho diputados de Morena, tres del PRI, dos del PT, Gloria del Verde, catorce votos, suficientes para frustrar la reforma constitución. Ahí mismo agregaron tres del PAN leales a Maru Campos que también votarían contras, haciendo un total de diecisiete, el cincuenta por ciento más uno, lo que descarrilaría la Iniciativa.

¿Será? Tengo mis dudas, la experiencia dice que con los diputados sólo hay certeza hasta el momento en que depositan el voto en la urna translúcida o levantan la mano, nunca antes. Así como dicen una cosa dicen otra, ellos nunca traicionan sus principios ni sus lealtades, simplemente las sustituyen por otras y siguen sonriendo. Quizás les llegan a precio y reciban un súbito influjo de fervor ciudadano que los haga recular.

Pero todo este embrollo de negociaciones legislativas no es importante, suele suceder en cada votación polémica, con independencia del gobernador en turno, sólo que después de Duarte y su enorme capacidad corruptora, empezaron a perder las formas, por eso los diputados además de corruptos se han vuelto cínicos. El arte de legislar es un ejercicio muy lucrativo en éste país.

La vileza está, agregando a la entrega de ayer, en el gran atentado del gobernador Javier Corral contra el interés general y prioritario de los chihuahuenses. Por su obstinación de sacar una Ley para su lucimiento personal y bandera de campaña Presidencial, el Gobierno Estatal sufrirá un desfalco en sus finanzas.

¿Por qué atentado? ¿Por qué desfalco? Muy sencillo, hablamos de elecciones primarias obligadas en todos los partidos –calculo que serán once con los registros en proceso- y todos sabemos que en México las campañas electorales son muy caras, pagadas íntegramente con los impuestos del contribuyente, con dinero que nos pertenece a todos.

Los ciudadanos nos quejamos, impotentes, del despilfarro en cada proceso electoral y Javier quiere hacer dos elecciones donde sólo hay una, precisamente cuando la salud de miles está en riesgo por el Covid y entramos al peor colapso económico del siglo ¡Es desquiciante! ¿Qué no “empataron” las elecciones estatales y federales con fines de ahorro?.

Ese dinero, cientos de millones que seguramente costarían las primarias, está mil veces mejor invertido en programas de salud, apoyo a empresarios pequeños y medianos, a changarro informales, seguridad. Programas específicos para reactivar la economía o recuperar la paz. Cualquier cosa es mejor que tirarlos en campañas electorales, por que a un señor empoderado se le ocurrió que está muy bien. Congruencia con el momento de apremio que vivimos, el peor en siglos.

Hay otro argumento que describe la perversidad tras la Iniciativa: la falacia de que los partidos necesitan ciudadanizarse para recuperar credibilidad. Falso –O como dijo AMLO, mentiras falsas- los políticos están desacreditados por gobiernos corruptos como el de César Duarte o francamente incompetentes e irresponsables como el de Javier Corral.

A la gente no le importa cómo eligen los partidos a sus candidatos, ni por enterados se dan de sus métodos o dedazos. Lo que exige de sus gobernantes, una vez que son votados, es que sean comprometidos con la gente, que “cumplan”, que “no roben” que “hagan algo”, que “nos tomen en cuenta”.

Si los promotores de la ley son sinceros, reconocerán que respaldan un capricho del gobernador Corral, sin otro fin que imponer candidato a modo y presentarse ante los reflectores nacionales como el gran demócrata que “ciudadanizó” los partidos. Hay mil razones para decirle no y deciden no ver ninguna ¿Cómo?.

Rompeolas

No me sorprendió la prestancia, madurez y oficio con que Graciela Ortiz se paró frente al “zoom” de Coparmex, en el primer paseíllo de precandidatos al gobierno estatal. La conozco de años y se de su enorme capacidad. Es, desde mi punto de vista, la política mejor formada de Chihuahua. Su comprensión sobre el sistema de salud, su generosidad y crítica puntual a los gobiernos de López Obrador y Corral describen a una mujer en plenitud de sus capacidades intelectuales, políticamente madura. Observe la diferencia entre Madero y Graciela, a los dos les preguntaron sobre la responsabilidad de sus partidos en la llegada de López Obrador. Madero dijo que los ciudadanos que votaron por AMLO eran flojos por que no se informaban, que les había salido el tiro por la culata. Graciela en cambio reconoció el hartazgo social por la corrupción y los gobiernos dispendiosos, con su tono y modos pero aceptó el extrañamiento ciudadano a su partido, sin regateos. Es Graciela actuando de Graciela, una mujer que de gobernadora haría un formidable papel. De todos los que se mencionan ninguno tiene su experiencia administrativa, legislativa y partidista. Éxito, querida Graciela.