En una sencilla ecuación aritmética podría expresarse la frustrada “Ley Madero”, episodio rupturista con el que Javier Corral inauguró el periodo electoral 2021: Maru = 1; Corral = 0; Madero = -2. La primer batalla importante del PAN hacia la candidatura de gobernador la ganó indiscutidamente Maru Campus y al sumar ella uno el gobernador, en consecuencia, se queda en cero ¿Porqué Gustavo Madero terminó en menos dos? Intentaré describirlo.
Javier Corral ideó una Iniciativa con tres propósitos específicos: 1.- descarrilar a la alcaldesa de Chihuahua. 2.- empoderar al senador en la candidatura. 3.- Alzarse como el que “ciudadanizó a los partidos políticos cerrados y antidemocráticos”, para recibir el aplauso de los intelectuales orgánicos que usualmente lo adulan en la Ciudad de México. Su coro oficial de aplaudidores.
La Iniciativa no transitó en el Congreso, fue de tumbo en tumbo hasta debilitarse en la burocracia legislativa. Primero la propusieron como Reforma Constitucional, pronto desistieron al ver que no tenían las dos terceras partes de los votos requeridos, entonces moderaron su aspiración “reduciéndola” a Reforma Legal, sin retirar el articulado polémico, elecciones primarias obligatorias y simultáneas.
Tampoco juntaron los diecisiete diputados que hacen mayoría simple, comprometiendo los planes del gobernador , pues en este punto sólo un milagro rescata esa iniciativa. Entonces Fernando Álvarez Monge sacó un as bajo la manga y propuso una Iniciativa diferente, distendiendo el jaloneo legislativo y matizando el golpe al gobernador. Sacó la cara por su amigo.
Pero la confrontación pública ya se había dado y durante el choque quedó exhibida, sin sombra de duda, la pretensión de Javier Corral de imponer a Gustavo Madero, haciendo uso de facultades metaconstitucionales que ha criticado durante su extendida carrera política. Hizo lo mismo que los gobernadores anteriores a los que siempre criticó; intentar manipular el proceso sucesorio a su interés personal.
Maru demostró que no está sola y envió el mensaje de que cuenta con buena parte del Consejo Estatal, la lealtad de tres o cuatro diputados e importantes empresarios, que también intervinieron en la discusión. Adquirió respeto dentro y fuera de su partido, ahora saben que no pueden bajarla así nomás por que si.
Era una batalla que ningún gobernador puede darse el lujo de perder, menos uno que está sólo y en el final de su mandato. En adelante propios y extraños lo verán debilitado y empezarán a perderle respeto. Es una condición de la política, hay veces que los periodos se acaban antes de tiempo, Javier quedó en ese peligro.
¿Y Gustavo Madero? Pues Gustavo demostró lo que siempre han dicho de él; que las quiere peladas y en la boca, que no mueve un dedo más allá de lo estrictamente necesario ni cuando se trata de sus propias aspiraciones y que no sabe involucrarse exitosamente en disputas políticas de variables inestables. Sólo entra cuando va seguro, suelen decir hasta sus amigos.
Maru suma uno y Javier cero por razones obvias, el senador suma menos dos por inocuo, deslucido, amodorrado, incapaz de comprometerse públicamente con una causa, así vaya él de por medio. La Ley era para él, por eso la llame “Ley madero”, Javier ya es ¿Para qué le sirve a Javier un gobernador con esas características? Absolutamente para nada, en cuanto llegue –en el improbable caso de que suceda- al otro día lo traiciona.
También suma menos dos por que en el camino dos de sus colaboradores quedaron fundidos, Olson y Fuentes. Les entregaron la Iniciativa para negociarla y ambos desaparecieron durante los momentos más álgidos de la discusión. Demostraron que lo suyo es la chicana y la negocia en corto, algo así como los moches, no la negociación política y menos multilateral.
Sin embargo Maru y los suyos sólo ganaron una batalla, un gobernador tiene vastos recursos para intervenir en el proceso y ya vimos que Javier Corral no repara en usarlos. Intentará empoderar a Gustavo, hasta por amor propio, así sepa que no le sirve de mucho. La batalla seguirá hasta en tanto haya candidato y probablemente más allá, los grupos están calientes, muy lastimados. Ay nanita, ni viniendo los fantasmas de Guillermo Prieto Lujan y Luis H. Álvarez los hacen entrar en razón. Chin Chin el que se raje, la raya está pintada en lagua.
Rompeolas
Quien iba a decir, a final de cuentas Omar Bazán, presidente de un PRI debilitado hasta su mínima expresión, terminó siendo factor importante. Quedó en la presidencia de la supercomisión que dictaminará la polémica iniciativa, apoyado por Morena, Rubén Aguilar y Alejandro Gloria. Por eso se dice que los caminos de la política son como los caminos del diablo, nadie sabe hacia que rumbo conducen, como llegar al destino ni las tramas que acechan a cada vuelta. Sus intereses entrecruzados los hacen inescrutables.
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Una pregunta, sólo con el afán de joder: ¿Le cumplirán a Chuy Velázquez, conocido en el submundo de la artistiada como el R-15, la diputación prometida? Cómo dije, sólo es pregunta.
