Lo mejor en la gira de Xóchitl a la entidad es el sincero entusiasmo popular que despierta. Con dinero cualquiera puede montar escenarios repletos, es cuestión de logística dicen los acarreadores profesionales, pero muy pocos consiguen emocionar a la gente. Emoción fue la que vimos en los eventos públicos de Camargo y Juárez, una campaña festiva, una campaña que la gente hizo suya.
Eventos así sólo suceden por la combinación de dos factores: liderazgo político del gobernador en turno y la esperanza social que despiertan los candidatos. En Chihuahua se combinaron ambos con el liderazgo de Maru Campos y la ilusión social de Xóchitl. Nunca será lo mismo un mitin de acarreados que uno de gente convencida.
Para mi esas señales son más importantes que las encuestas de propaganda compradas con dinero del erario para favorecer a la candidata oficial. No he visto, en lo que va de campaña, que Claudia Sheinbaum tenga capacidad de provocar emoción en la gente. Los suyos son actos pagados con enormes cantidades de dinero en efectivo. La escuela que hizo el rey del cash.
¿Recuerdan su arranque en el zócalo? No pudo llenarlo ni acortándolo con anchos pasillos “de seguridad”, templetes de música, templetes de la candidata, corrales para bocinas. Lo vistieron bien sí, tienen dinero de sobra para ello, pero Sheinbaum jamás entusiasmó a la gente. No puede hacerlo, es por naturaleza sosa, antipática.
Por eso he dicho, y sigo sosteniendo, que si los mexicanos salimos a votar con entusiasmo y esperanza, el populismo autoritario se llevará una sorpresa la noche del dos de junio. Los votos de Sheinbaum son los votos del corporativismo, los de Xóchitl son los votos de la gente libre. Y la historia nos dice que cuando la gente se decide, siempre gana sobre el acarreo.
No crean que se necesitan los porcentajes que hicieron ganar a Zedillo, el llamado voto del miedo, cuando casi el 80 por ciento de los electores saturaron las casillas. Con un 65 por ciento o más del padrón sería suficiente para desmentir, otra vez, las encuestas cuchareadas de la propaganda oficial. Sheinbaum no es López Obrador, hoy es ella quien carga el descrédito del gobierno.
Sin contar la elección de Calderón, por atípica y probablemente fraudulenta, el promedio de las últimas tres elecciones es 64.5%. Cuando ganó Vicente Fox votó 64.9, con Peña el 64.1 y con López Obrador el 64.4. Así que sólo se necesita muy poco para el mágico 65 por ciento requerido. Confío en que será superior a ese porcentaje, la polarización social y los insultos del presidente a la clase media estimulan el voto libre.
En cuanto a la entidad, los candidatos de Morena perderán todo fuera de Juárez y allá perderán el cuarto de Alejandro Pérez Cuéllar, por más dinero que los hermanos tiren en el distrito, perderán también el local y en general la votación de Cruz caerá. La corrupción es demasiada hasta para una sociedad tolerante como la juarense. Le pasará factura social al corrupto edil.
Rompeolas
Muy activo en Juárez el exgobernador Francisco Barrio, en la campaña de Xóchitl. Se agradece su participación, pero si quiere legitimidad plena necesita fijar postura pública contra el impresentable de Javier Corral, hoy entregado a los brazos del populismo autoritario que representa Sheinbaum. Con mayor empaque Fernando Baeza en Camargo, su lucha en favor del agua fue muy legítima, recuerde que hasta el tlatoani le dedicó varias mañaneras. Bien los exgobernadores presentables, también Patricio y Reyes están metidos, pero Barrio ha guardado silencio con el tema incómodo cuando no estamos para medias tintas.
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Con frecuencia comenta uno sobre omisiones o negligencias de la Junta de Agua, el servicio público más sensible. Hay que mencionar también las buenas y me refiero al rápido y eficiente trabajo que hizo la Junta Municipal de Agua en la avenida Tomás Valles, frente a San Charbel, donde hace días reventó una tubería principal de nueve pulgadas. A pesar de las dificultades que planteaba la fuga, resolvieron el tiradero de agua en un tiempo muy corto, sin que los vecinos del sector resintieran la falla. Palomita en la frente al buen Alán Falomir, presidente de la JMAS, otro trabajo similar hizo días antes en Cantera y casi esquina con Tomás Valles. Que así continué, necesitará estar muy atento en el próximo verano, lo pronostican de pesadilla.
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Concentrado el diputado Alfredo Chávez en temas de interés nacional. Hizo una declaración muy pertinente, al cuestionar la honorabilidad del ministro Zaldívar, convertido en otro de los impresentables de la cuatroté. Tiene razón el diputado, con los trapitos que están saliendo contra Zaldívar, lastra la campaña oficial en lugar de apoyarla. De pasada otro coscorrón a Corral, a quien también se le empiezan a caer apoyos en Ciudad de México. Sheinbaum ya está entendiendo que cometió un error al incluirlo en las listas a senadores, en vez de ayudar estorba tanto en Morena como fuera del Partido. Hay que seguir más de cerca al diputado Chávez, puede crecer.
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