Washington DC– La Administración del presidente Donald Trump propondrá este jueves al Capitolio destinar 314 millones de dólares para hacer cumplir sus órdenes ejecutivas en materia migratoria.
Según la más propuesta presupuestal para el año fiscal 2018, Trump contempla la contratación de 500 nuevos efectivos de la Patrulla Fronteriza, así como mil agentes de control migratorio interno, con lo que busca cumplir sus órdenes ejecutivas contra los indocumentados.
«Este nuevo personal ayudaría a la integridad del sistema de inmigración al añadir capacidades para aprehender a aquellos extranjeros que intenten cruzar la frontera ilegalmente, así como para identificar y remover a aquellos en Estados Unidos que entraron ilegalmente», dice la propuesta, adelantada por el diario The Washington Post.
De ser avalada por el Capitolio, los nuevos agentes, que se contempla sean contratados a partir del año fiscal 2018 -que inicia en octubre-, son apenas una décima parte del total de agentes que el Secretario de Seguridad Interna, John Kelly, espera que sean contratados en los próximos años.
Actualmente, la Patrulla Fronteriza tiene alrededor de 20 mil elementos y la Oficina de Aduanas y Control Migratorio (ICE, en inglés) tiene apenas unos 5 mil agentes dedicados a deportación.
El 25 de enero pasado, el mandatario estadounidense publicó dos órdenes ejecutivas para reforzar la seguridad fronteriza -incluyendo la construcción un muro con México-, así como aumentar el número de deportaciones de los más de 11 millones de indocumentados que, se calcula, viven en el país vecino.
Según el plan presupuesto para al año 2018, la dependencia que sería principalmente beneficiada sería el Pentágono, que aumentará en un 9 por ciento histórico su actual nivel presupuestal; también el Departamento de Seguridad Interna obtendría un 7 por ciento más de recursos totales.
Al mismo tiempo, las principales derrotadas en este reparto de fondos serían la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) que vería en el 2018 una disminución de 31 por ciento de sus fondos, y el Departamento de Estado, con un récord de 29 por ciento.
El de 2018, el primer presupuesto de sello republicano de los últimos ochos años y servirá para enterrar -ya no con palabras, sino con números- algunas de las señas de identidad de la Administración de Obama, con un recorte de calado en la política medioambiental, en la ayuda exterior o en el empleo público.
Destaca el bocado al presupuesto de la Agencia de Protección Medioambiental y del Departamento de Estado, que sufrirán un tijeretazo del 28.7 por ciento y del 31.4 por ciento, respectivamente.
El adelgazamiento de las agencias y estructuras públicas, así como la eliminación o reducción de muchos programas, se traducirá en una rebaja histórica del número de empleados públicos, según el análisis del rotativo estadounidense.
Se esperan a su vez recortes en los fondos destinados a los medios de comunicación públicos.
Es el Congreso el que debe aprobar el presupuesto federal completo, que se entregará en mayo, y las negociaciones serán complicadas con demócratas y republicanos, pese a la nueva mayoría conservadora.
