Asegura Secretaria del trabajo que no estan desaparecidos los jornaleros Agrícolas de Guachochi y Baborigame

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Chihuahua.- Ana Luisa Herrera Laso,  Secretaria del Trabajo y Previsión Social, desmintió la versión de que los jornaleros agrícolas originarios de  Guachochi y Baborigame se encontraban desaparecidos.

Dijo que la naturaleza del trabajo de los jornaleros en esta temporada agrícola, que va desde mayo a noviembre, es trasladarse de un rancho a otro, dependiendo de la demanda laboral de los productores.

Aseguró que el gobierno estatal cuenta con información de que los trabajadores rurales se encuentran en los ranchos El Vado y Santa Anita, en el municipio de Ahumada, en donde plantan cebolla y chile y realizan la limpieza de una huerta.

Dijo que, como en cada ciclo agrícola, “los jornaleros y sus familias, del interior del estado y de otros puntos de la República mexicana, se han trasladado a las zonas de producción, y ante ello se estarán realizando rondines por los municipios para verificar las condiciones de trabajo de los migrantes”.

Versiones indicaban que 80 jornaleros habían “desaparecido” de un campo agrícola, suponiendo la existencia de un hecho delictivo, situación que fue rechazada rotundamente por el gobierno del Estado.

Se explicó que “los trabajadores del campo y sus familias migran de un municipio a otro durante esta temporada, algunos llevados por un enganchador, la persona que los contrata y quien se pone en contacto directo con el productor”.

Éste fue el caso de un grupo de jornaleros agrícolas originarios de Guachochi y Baborigame, quienes se alojaron en el albergue Chuchi Muñoz, ubicado en el kilómetro 7.5 de la carretera Camargo-Jiménez, mientras trabajaron en la pizca de cebolla.

El pasado 19 de mayo varios medios de comunicación de Nuevo León tomaron testimonio de una denuncia de estos jornaleros por las estrictas reglas y posibles abusos que padecían en dichas instalaciones, razón por la cual el área de Inspectoría de la STPS acudió al lugar para verificar en qué condiciones estaban viviendo, pero al llegar, el inspector se percató de que los jornaleros y sus familias, así como el enganchador, ya no estaban en el albergue, lo cual dió lugar a pensar que habían desaparecido.