La sierra bajo fuego de metralla

* Indiferente silencio ciudadano

* Diputados, nivel de verduleras

* Latorre en defensa de Karina

* Beltrones enciende al PRI

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La información de la Fiscalía es de entre 14 y 17 muertos, sin contar los cuerpos levantados por los grupos criminales al dejar el campo de batalla, en cuyo caso el número sobrepasaría los 30, cantidad que corresponde a la primera versión de los pobladores, por lo tanto más creíble, de Las Varas que presenciaron el aterrador encuentro entre grupos criminales, la madrugada de ayer.

Después, en Mesa del Huracán, un comando armando atacó a los militares que custodian a detenidos y heridos en la refriega previa, en fallido intento de rescate. Y unas horas antes en Yoquivo, Guachochi, otra partida de criminales emboscaron una patrulla de agentes de la Comisión Estatal de Seguridad.

Son los más recientes acontecimientos violentos de una larga lista de enfrentamientos entre grupos criminales, donde el más sangriento sucedió el 20 de marzo en el corredor Rubio-Namiquipa y otras brechas, cuando asesinaron al “Cabo” uno de los lugartenientes de la Línea en la región. Presumiblemente ese día hubo más de setenta muertos, pero la autoridad reporto ocho.

Los hechos de los últimos meses describen que la sierra de Chihuahua está virtualmente bajo fuego de metralla, con poderosas bandas criminales disputando el corredor conocido en el submundo de policías y ladrones como “El Esófago del Diablo”, uno de los más rentables del país para el trasiego de droga.

Pero nadie entre en pánico, incluidos los vecinos que escucharon la balacera por los ejecutados el sábado en ésta capital, los familiares del asesinado en una llantera de la Heroico Colegio Militar, ocurrida ayer, los familiares de policías y tránsitos muertos, la niña de cinco años a cuyo padre mataron en Ortiz Mena y Mirador, los muertos en Juárez y mucho menos las víctimas de asaltos en sus negocios.

Todos tengan calma, recuerden que no pasa nada, los criminales se matan entre ellos ¿a la gente de bien que importa? Y en todo caso se trata de hechos aislados, pues ocurren dentro de un perímetro “aislado” por una muralla invisible del que los malos no pueden salir y a los buenos queda prohibido entrar.

Pasaron las horas y los peritos de la Fiscalía no fueron capaces de contar los cuerpos, suponiendo que pudiesen, pues la costumbre de los criminales –muchos de ellos militares- es levantar a sus caídos y como la Policía llega cuando el olor a pólvora se dispersa, les resulta imposible llevar la cuenta correcta.

Peniche puede seguir durmiendo sereno, los maxijuicios avanzan en acomodo a los tiempos electorales, Corral y Madero se montan sobre el Frente Amplio, Jáuregui juega al policía malo asustando a los “testigos protegidos” e imponiendo presidentes en organismos e instituciones autónomas a pedido del “jefe”. Como siempre se ha dicho, todo está en su sitio.

Pobre Chihuahua, pero bien dicen que los pueblos tienen los gobiernos que merecen. El sexenio pasado la sociedad agachó la cabeza, convirtiéndose en cómplice por omisión, frente al más espantoso saqueó económico sufrido en el estado por una camarilla de ladrones primerizos encabezados por César Duarte; hoy se esconde en ominoso e indiferente silencio ante la incompetencia de un gobernador distraído en asuntos de política nacional, obsesionado con Duarte y de obvias tendencias absolutistas.

Empresarios, partidos políticos, diputados, académicos, grupos defensores de los derechos humanos, organizaciones contra los feminicidios y sociedades religiosas callan mientras Chihuahua regresa al batidero de sangre. Hoy, como entonces, la sociedad es corresponsable, por omisión, de los excesos, fallas e incompetencias de sus gobernantes. En el caso actual permitiendo la vuelta al baño de sangre sin exigir que la contengan.

Observe usted y haga sus valoraciones. Mientras la sierra está bajo fuego y en las zonas urbanos los delitos del fuero común se multiplican, los diputados se traban en insulsa disputa pública contra un locutor de Televisión que, obviamente, protege los intereses de su patrón Cabada, en cuanto al proyecto Juárez Iluminado.

Dirimen sus diferencias con el más soez de los lenguajes, rebajándose a nivel de verduleras en mercado alvaradeño. Una diputada en particular –ciertamente desconocida en la política doméstica- envalentonada deja en su cuenta de Facebook un texto indigno de cualquier representante popular.

Obligado citarlo, así reste espacio. Se trata de la diputada panista Liliana Ibarra, de Juárez. Terciando en esa conversación de barriada responde a un tal Domingo Molina, que la acusó de ser desconocida:

“Aquí estoy qué pasó … dímelo en La cara o eres igual de pocos huevos que ese seudo periodista que me pidió llorando al congreso una ley para protección al Periodista y al día siguiente sin ninguna información verifica le menta la madre a los 33 diputados ¿ Y poco huevos los tuyos de dirigirte a mi de esa manera… órale, dime donde te veo para qué necesita lo digas en La cara o que te faltan?”

La transcripción entrecomillada es textual, lo que habla mucho de la señora diputada. Quedan a su cargo las observaciones, amable lector.

Otro diputado, éste si con oficio y cultura política, Miguel Latorre, está ocupado en desacreditar un probable juicio de procedencia –o desafuero- contra Karina Velázquez, acusada de romper la ley electoral y reclamada por la Fepade para responder por varios delitos.

En el fondo Latorre tiene razón, es impráctico ir a un proceso de desafuero, pues antes de que concluya Karina Velázquez entregará la curul, dado que políticamente su reelección es inviable.

Pero la conducta de Latorre denota una intención de proteger a la principal duartista en el Congreso del Estado, siendo ella del PRI y él del PAN, lo que significa doble pecado. En eso están ocupados nuestros señores representantes populares.

Beltrones sabe cómo y cuando hacerse notar. Concedió una entrevista a Reforma, en la que desautoriza cualquier modificación estatutaria en la asamblea nacional del PRI, a celebrarse en agosto, y advierte –diciéndolo sin decirlo- que tales pretensiones podrían ser alimentadas desde Los Pinos, para abrir la baraja de candidatos, concretamente pensando en José Antonio Meade, favorito del grupo Atlacomulco para candidato del PRI a la Presidencia de la República.

Esa entrevista, por su contenido y por quién lo dice, marca un antes y un después en la lucha por la candidatura del PRI; oficialmente se manifestaron los viejos tiburones contra una imposición “apartidista” de Peña. En tiempos de precaria unidad enciende alarmas rojas.