El Congreso un desfiguro

* Por soberbia frenan deuda y SEA

* Desarrugan convocatoria del PRI

* Vicente Fox “ardido” por Korrodi

* ¿Quién manda, Reyes o Aparicio?

0
1

Un salón de primaria sin maestro y próximo a las vacaciones luce menos caótico que lo visto ayer en el recinto parlamentario del Congreso local. Los diputados rompieron todas las formas que regulan la discusión legislativa, sin apenas inmutarse y obviando la autoridad de Blanca Gámez, presidenta del Congreso. Como habrá estado el inicio de la sesión que Karina Velázquez, diputada de maneras rupestres, calificó la escena de “verdulería”.

No es que los chihuahuenses esperen de sus representantes populares un comportamiento semejante al Parlamento Inglés, ni siquiera en la Cámara de los Comunes ya no se diga en la de Lores, pero si la observancia de las reglas mínimas que dan sentido a la vida parlamentaria. Deje usted el protocolo y la Ley Orgánica, mostrar respeto por la investidura y el recinto.

Nada, los señores se pasaban el micrófono uno al otro como si no hubiese presidente, tomaban la palabra sin esperar que su compañero terminase, hablaban por celular gritando para entenderse con su interlocutor, deambulaban sin sentido de un lado para otro, chachariándo mientras hacían bromas de mal gusto. Poco faltó para que pidieran burritos, refrescos de lata e hicieran Pic Nic entre los pasillos.

Si en las formas fallan, en el fondo están peor. En buena medida ese periodo tenía como propósitos mayores aprobar la reestructuración de los 20.4 mil millones de pesos, urgencia financiera de la administración estatal, y votar el Sistema Estatal Anticorrupción (SEA). Ante la falta de acuerdo retiraron ambos asuntos del orden del día.

Jesús Villareal, coordinador del grupo panista, Fernando Álvarez Monje, presidente del CDE, y César “exbueno” Jáuregui, secretario general de gobierno, demostraron su carencia de oficio en el cabildeo legislativo, pues no hicieron los votos suficientes para conseguir las dos terceras partes que les permitiesen resolver ambos asuntos.

No son los mismos diputados, si los mismos partidos, quizás esperaban el millón que les regalaba Duarte en cada votación compleja. Rubén Aguilar les dijo espérenme tantito, yo sin estímulos adicionales no trabajo; los Morenos pusieron pausa al “sano acercamiento” con el Ejecutivo, quieren sentirse tomados en cuenta; el PRI opuesto por definición y sus satélites nanos votando también las contras, a la espera de que les pidan el voto de “buenas maneras”.

Como dijo un asesor parlamentario, la impericia en el cabildeo y la soberbia de pensar que construirán acuerdos sólo por que la orden “viene de Palacio”, encareció al dos por uno el voto de la deuda. Ahora en lugar de cobrar sólo por la reestructuración, los diputados pasarán factura también por aprobar el Sistema Estatal Anticorrupción.

Pongan de negociador a Gustavo Madero y que lo acompañe Jorge Villalobos, ellos saben de qué manera convencer a los diputados sin desgastarse. Simplemente haciendo lo mismo, pero a la inversa, que cuando estaban en la Cámara de Diputados: antes recibían, ahora necesitan ofrecer. No es tan complicado, lo de siempre en el oficio, colegas, pensarán los diputados de oposición.

De no ser por la operación en tierra que desplegó Reyes Baeza en los últimos tres fines de semana, el delegado de modales rupestres jamás desarruga la convocatoria para renovar la dirigencia estatal y liberar –por fin- a Memo Dowell de la presidencia, a efecto de que se haga cargo de sus complejos asuntos legales. Lo primero debe ser renovar el portafolio de amparos, en previsión de que mañana o pasado reciba en su domicilio a los querubines de Peniche.

Hoy saldrá la convocatoria esperada, tendrán diez días para que las planillas registradas consigan los requisitos, lo que en este caso significa aquietar a los últimos promotores de la democracia, cumplir compromisos colaterales y recibir la “hoja única de registro” que Memo Márquez escondió en uno de los cajones, cuando era presidente del CDE.

Una vez resueltas las formalidades, Omar Bazán protestará el cargo sin oposición alguna, pues los últimos que hasta ayer seguían disparando desde el monte eran Fermín Ordóñez y Pablo, colega, Espinoza.

Si alguno de los dos consigue una copia de la “hoja única de registro”, dado que su nombre lo indica, es única, será por que el CEN decidió que validaran el proceso electivo. Sus posibilidades son marginales.

Como se dijo en este espacio una y mil veces, en cuanto a Lilia Merodio le jalaron la rienda donde deberían jalársela, la señora senadora se tranquilizó sin más. Abandonó el activismo.

Y los “maras” de Marco Adán Quezada y Alejandro Domínguez habrían establecido acuerdos multidireccionales con Omar y Reyes para moderar su espíritu insurrecto. Todavía no se sabe cuales, pero es cosa de tiempo.

Dios los hace y ellos se juntan, dijo Vicente Fox de Lino Korrodi y López Obrador, al saber que el empresario de poca credibilidad y dudosa reputación firmó el Acuerdo Alternativo de Nación promovido por el tabasqueño.

Casi dieciocho años después Fox respira por la herida. Korrodi fue el constructor de la mayor red de aportadores económicos durante aquella campaña del 2000, “Los Amigos de Fox”, así que conoce sus alcances y capacidades persuasivas con una parte del sector empresarial.

Hablando de morenos, un balde de agua fría soltaron sobre la descubierta humanidad de todos los aspirantes, varones, a candidatos del senado en primera fórmula. Muchos ya se habían visto, pero el domingo el Consejo los frenó en seco.

Morena decidió que 16 estados del país, entre ellos Chihuahua, serán mujeres quienes encabecen la fórmula. El problema ahora será encontrar a una capaz de sumar votos, tiradores masculinos sobran, femeninos hay muy pocos. Suerte que la van a necesitar.

El Comisionado de Seguridad, Oscar Aparicio, y el Director de Vialidad, Carlos Reyes, exhiben sus diferencias en público. Reyes declaró el sábado que los tránsitos no portarían armas, pues les faltaba capacitación, y Aparicio lo corrigió al otro día, aclarando que si. Es decir envió contra orden, afirmando su autoridad.

¿Quién manda en Vialidad? Es la pregunta que se hacen algunos de los comandantes más veteranos de la corporación cuestionada. La cadena de mando es muy clara, pero lo más seguro es que Carlos Reyes, un civil de formación radical, pretenda pasarla por alto. Vale la pena seguir las diferencias entre ambos, darán nota el día menos pensado.