Podría pensarse que a sus 23 años Justin Bieber aún tiene las energías para dar las 14 presentaciones que quedaron pendientes en el Purpose World Tour, pero si Justin sintió que no podía lograrlo cada noche, tal vez hizo lo correcto al cancelar su gira porque –de hecho– ésta fue una decisión pensando en no decepcionar a los fans con un espectáculo mediocre, y por tal razón se devolverá el dinero de las entradas de la gira que, hasta hace unos días, había recaudado casi 200 millones de dólares.
Pese a todo, la noticia ha desencadenado una avalancha de especulaciones sobre su estado de salud, aunque Bieber solo necesita un descanso.
Además del riguroso ritmo de un tour como éste, algo que el intérprete ha hecho en seis de ocho años de carrera, su relación con la fama no ha sido tan simple como quizás debía serlo para un rostro fresco, con mucho talento y que dio el salto de ídolo adolescente a estrella del pop.
La imagen comercial de Bieber nunca ha disminuido, de hecho ha ido en aumento desde que apareció en el escena musical en 2009, aunque mucho de este impacto ha estado acompañado de algunas peleas, principalmente con él mismo y con lo que representa.
Basta recordar que en 2013 tuvo un altercado con un paparazzi en Londres al cual amenazó, y al día siguiente colapsó en el escenario del O2 Arena. Ni qué decir del problema que tuvo con las autoridades argentinas por una la denuncia de que había atacado a un fotógrafo, esto fué en noviembre de 2013; o cuando un mes después se enfrentó a un chofer de limosinas en Toronto. Aunque nada como el arresto en Miami por manejar bajo la influencia de sustancias, en 2014, donde admitió haber bebido cerveza, fumado marihuana y tomado algunos medicamentos antes de subirse al auto.
El ataque con huevos le valió una demanda por vandalismo. En el caso del arresto en Miami, Bieber se declaró culpable de delitos menores para luego ser detenido en su natal Stratford, Ontario, en Canadá, por asalto y conducción peligrosa tras haber chocado contra otro vehículo. En Toronto ser retiraron los cargos por el presunto altercado con el chofer de limosinas, pero en Argentina se emitió una orden de arresto contra él, luego de que se negara a regresar al país a declarar.
Varias veces fue detenido en los aeropuertos de Estados Unidos por su comportamiento, como aquella ocasión, en febrero de 2014, cuando el humo de marihuana que salía de la cabina obligó a los pilotos a usar máscaras de oxígeno.
Sin duda, la estrella estaba actuando como un niño malcriado.
Además de estos inolvidables momentos, nadie puede dejar atrás a OG Mally, el pequeño mono de Justin que fue confiscado en Alemania para ser enviado a un zoológico en Dinamarca; o cuando afirmó que Anna Frank habría sido una gran fan suya o la vez que subió a la Muralla China en los hombros de su guardaespaldas. O ese bochornoso momento cuando compartió una foto de Yasukuni Shrine, un símbolo del crimen en Tokyo, o la vez que se difundió el video de él durmiendo con una fan, o aquel rumor del encontronazo que tuvo con Orlando Bloom en Ibiza.
Si hacemos cuentas, todo esto ocurrió antes de que cumpliera ¡21 años!
En temas legales, afortunadamente, todo quedó en caso cerrado y caricaturizado en 2015 durante el The Comedy Central Roast of Justin Bieber, el cual aguantó como todo un campeón.
Musicalmente, Bieber jamás ha tenido problemas. What Do You Mean?,Sorry y Love Yourself se convirtieron en grandes éxitos que lo llevaron hasta las lágrimas durante su presentación en los MTV Video Music Awards 2015. En 2016, ganó un Grammy por Where Are Ü Now, y desde marzo de ese mismo año no ha parado con su gira.
En el plano sentimental, las redes sociales siempre han sido un manera de mantenerse en contacto con sus fans, pese a que a veces no esté muy de acuerdo con ellos, como aquella vez que canceló temporalmente su Instagram debido a los comentarios negativos sobre su novia Sofia Richie, o todo lo que desencadenó su relación con Selena Gomez.
Pese a que no siempre ha sido fácil para él explicarle a sus seguidores por qué necesita espacio y respeto en su vida personal, jamás ha dejado de intentarlo:
«Aprecio su apoyo, su amabilidad, pero los gritos durante los descansos tienen que parar, por favor, gracias», fue la petición que el cantante hizo hace algunos meses durante un concierto en Mánchester. Los asistentes se molestaron y comenzaron a abuchearlo. «No creo que eso sea necesario…» fue su respuesta. Luego de que los ánimos se calmaron, aprovechó retomó la petición con un…
«La única razón por la que esto me molesta es porque viajé por todo el mundo para estar aquí. No hago vuelos rápidos, de entrada por salida… He dedicado mi vida a esto, a cantar. He dedicado mi vida a tratar de hacerlos sonreír, siento que hay gente que no lo respeta, y eso duele…».
Además de una larga lista de presentaciones, el intérprete de Baby se ha dado el tiempo para hacer toda clase de colaboraciones, como la de Despacito que puso logró que el tema de Luis Fonsi y Daddy Yankee estuviera en el Hot 100 de Billboard por 11 semanas, o I’m The One junto a DJ Khaled, que también fue un éxito rotundo.
«He estado de gira por más dos años» comentó en entrevista con TMZ. «Sólo quiero descansar, relajarme. Vamos a andar en bicicleta. Los quiero, creo que son increíbles dijo a sus fans. Pido perdón a cualquiera que se sienta decepcionado o traicionado por esto, no es lo que siente mi corazón…», concluyó.
De esta manera y tras un largo historial de éxitos, fracasos, desencuentros, es fácil entender por qué Justin Bieber, con apenas 23 años, ha dicho –por el momento– ‘hasta aquí’, confiando en que sus seguidores y el público en general entenderán sus razones.
