Maru y el deseo cumpleañero

* PRI, por generales no quedará

* Federales ¡Que se vayan todos!

* Juicio Político a Duarte, vacilada

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Pida un deseo, gobernador, dijo Maru a Javier Corral mientras prendía la velita de su cumple. Y sin querer por lo bajo soltó la presidente: “aunque ya sabemos todos cual es”. Después Corral, meditativo por un instante, reflexionó en voz alta “no lo puedo decir”.

Los deseos políticos del gobernador no son inconfesables, los personales quién sabe. Pero sus anhelos y aspiraciones están muy claros; un 2017 redondo sería la detención de César Duarte y colocarse en posición de contender con posibilidades de éxito por la candidatura del Frente Amplio, en la hipótesis de que logre cuajar.

Ninguno de esos deseos está en sus manos; el reloj corre a favor de Duarte y en la medida que se aproximen las campañas será más difícil que el PRI se avenga a detenerlo. No podría hacerlo sabiendo que lo usarían como instrumento de golpeteo electoral.

La candidatura presidencial está más alejada todavía de sus resortes. En México es uno más de los mil que se mueven en altos niveles y por más que desee ponerse de ejemplo con el ayuntamiento entre izquierda y PAN que prevalece en Chihuahua, la política nacional es otra. Allá nadie lo toma en cuenta para encabezar un proyecto de tal naturaleza.

¿Cuál de los dos deseos es el que “ya sabe Maru”. De sentido común sería el primero, la detención de Duarte. Sin ese pequeño detalle no hay futuras campañas y, peor, su administración entraría en acelerado y prematuro desgaste.

Quién lo iba a decir, aquellos que clamaban por ver a Duarte en prisión, ahora encienden veladoras y ponen al santo de su devoción de cabeza con tal de que no lo detengan en la primera parte del sexenio. Así o más decepcionante ha resultado el gobierno de Corral, para muchos chihuahuenses.

Omar Bazán congregó en torno a su dirigencia a los mayores lagartones del PRI, los ex presidentes del partido. Mario Tarango llevaba meses sin salir de Delicias y ayer se apersonó en la Dale; Jorge Esteban Sandoval dejó a un lado cien invitaciones previas, pero esta vez pasó lista de presentes; Leonel de la Rosa, Karina Velázquez y Memo Dowell pusieron en carpeta su catálogo de amparos y bajaron a la comparecencia; Marco Adán Quezada llegó tarde, como de costumbre, sin embargo estuvo ahí; Alex Domínguez pretextó un compromiso familiar para salir temprano, no obstante llegó temprano; Memo Márquez se trasladó desde México a fin de pasar el reporte de primera mano a Reyes.

Estuvo de regular a bien el besamanos privado, hacía años que un presidente del PRI no amarraba una reunión con esa convocatoria. Y eso que faltó Miguel Ángel González, de vacaciones en islas Fiji, Oscar Villalobos, recién operado, y Graciela Ortiz, quien se colocó en un escalón superior en la nomenclatura priista, al derrotar sin discusión a Lilia Merodio, además tenía confianza de que la representaría bien su muchacho.

Los generales de brigada ya están, los de división operan desde sus cuarteles personales en la ciudad de México, con línea directa al Comando Central. ¿Y la tropa señores? Necesitan a quién mandar, recuerden que ya no cuentan con la burocracia y que la sociedad les pone las cruces desde el escandaloso saqueo en el que varios de los ahí presentes participaron, otros aplaudieron viéndolo de cerca y todos fueron testigos mudos. Cuando salgan a pedir el voto sabrán donde quedó la tropa.

 

A tono del sentir popular se puso Maru Campos con el tema de los federales, no quiere que patrullen las calles de Chihuahua. Ni la presidenta ni nadie, son vistos como autores o protectores de quienes realizan extorsiones, secuestros, asesinatos y cuantas linduras realizan los angelitos con placa y uniforme oficial.

El peor momento de la delincuencia en Juárez, fue cuando las brigadas del impresentable Facundo Rosas, lugarteniente de Genaro García Luna, tomaron las calles de ciudad Juárez como su coto personal de esquilma. Todos esos delitos, incluidos asesinatos, se incrementaron en cuanto llegaron.

Felipe Calderón y Margarita Zavala todavía recuerdan cuando una madre de familia se apoderó de una reunión y denunció el pillaje. El presidente exhortaba al público a denunciar las extorsiones y la señora preguntó en voz alta ¿Y cuando los extorsionadores son los mismos federales, ante quién los denunciamos?.

Calderón y Margarita quedaron sin respuesta. Es la realidad que conocen los chihuahuenses, en esta capital pasó lo mismo solo que a menor escala. Lo mejor es que regresen a Michoacán, Jalisco, Morelos o si quieren al otro lado del Suchiate, pero que se vayan todos.

Sería muy interesante, en atención a la transparencia y rendición de cuentas que ésta administración prometió honrar, que Gustavo Madero presentase un informe detallado de su trabajo como jefe de gabinete; actividades específicas, acciones en cumplimiento de objetivos o programas, tareas diarias.

La pregunta podría ser odiosa pero guarda pertinencia ¿A qué hora trabaja el señor jefe de gabinete para el gobierno estatal, siendo que su tiempo está ocupado por actividades partidistas de carácter electoral?

Mínimo que le pongan checador y control de llamadas telefónicas. Es un abuso que los chihuahuenses paguen el salario de uno de los hombres más acaudalados del estado, mientras él está distraído en tareas de partido. O bien que renuncie y le pague el PAN.

Una tomadura de pelo el juicio político que prepara el Congreso del Estado al ex gobernador en fuga, Cesar Duarte. El único sentido que tiene un ejercicio de tal naturaleza, es alimentar el morbo de la gente ante la imposibilidad de hacerlo comparecer en tribunales.

Duarte ha sido juzgado por la sociedad y encontrado culpable, lo castigaron en las urnas entregando la gubernatura a su odiado rival, el actual gobernador Javier Corral, y socialmente está muy desprestigiado.

Inhabilitarlo diez o veinte años sería como los cañonazos de Napoleón contra el Papa. Para que disparamos, las balas no le harán daño, decían los artilleros franceses. Lo mismo me hizo a mí la excomunión, reviró el Emperador.

Guarde toda proporción histórica y concluirá que inhabilitar a Duarte para ocupar cargos públicos es irrelevante, está inhabilitado de facto. Lo que necesitan es presentarlo ante la justicia y hacerlo regresar lo que se llevó. Circo, aunque siga faltando PAN.