¿De Liévano Sáenz o Los Pinos?

* Retén Ciudadano, digna lucha

* Los saldos de Blanca Gámez

* Réplica de los Hermanos Leyva

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Entre la profusa información en torno a la encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica, donde Javier Corral y otros gobernadores consiguieron notas de malas a pésimas, quedó pendiente una observación fundamental, el origen de los atentos saludos.

¿Quién mandó el regalito, Liévano Sáenz o Los Pinos? La pregunta no es gratuita, pues el chihuahuense, de Casas Grandes para mejor precisión, trabaja al servicio de Peña Nieto desde qué éste despachaba como gobernador en el Estado de México, la relación entre ambos es de jefe y subordinado.

En un esquema tradicional indisponerse con el Gran Tlatoani era equivalente a la muerte política, un saludo así desde Los Pinos sería fatal para Chihuahua, quedaría comprobado que “el Águila los abandonó”, como suelen decir los políticos acostumbrados a orbitar en torno al poder presidencial.

En el presente tiene sus asegunes, decía Artemio Iglesias “… Y quién dijo que eso es bueno, o quién dijo que sea malo”. Sin embargo, aún en estos tiempos, ningún gobernador quiere estar en malos términos con el Presidente. Las consecuencias negativas son muchas.

Con todo y las posibles consecuencias de una relación disfuncional entre el gobierno local y Los Pinos, lo más importante para Javier Corral y sus asesores, está en la frialdad de los números: No acreditan uno y quedó entre los estados más reprobados. Primera llamada, primera llamada, primera llamada.

No obstante parece que empiezan a darse cuenta de que algo en Chihuahua marcha mal. Entrevistado sobre la encuesta de Gabinete Estratégico, Antonio Pinedo aceptó que “hay cosas en las que tenemos que mejorar, entre ellas la seguridad”, conclusión a la que llegó luego de conocer sus propias encuestas.

Es un avance gigantesco de la presente administración del arcoíris, advertir la crisis de inseguridad aunque sea por medio de encuestas. Tiene su mérito para un gobierno que optó por ignorar los reclamos sociales.

El otro paso –ojalá no transcurra un año más sin que lo den- es aceptar que necesitan contener la violencia generada por los grupos criminales, que se apoderan progresivamente de amplias franjas de la entidad.

Por algo se empieza, si sus propias encuestas encendieron tenues luces amarillas al interior de gobierno, pues su vocero acepta que “deben mejorar”, quizás mañana decidan asomarse a las calles y ver por sus propios ojos –no a través de ejercicios estadísticos- que la gente hace tiempo está en alerta roja por tanta sangre derramada en los últimos meses.

En cuanto Blanca Gámez entregó la presidencia del Congreso, sus personeros empezaron a visualizarla como posible candidata del PAN al senado, posición que la señora diputada hace tiempo acaricia y desde luego apetece.

Es una posibilidad importante, el PAN tiene pocas mujeres para completar la fórmula de senadores. Además tiene méritos ganados a pulso: Su presidencia contribuyó a poner de rodillas el Poder Legislativo frente al Ejecutivo, destrozó las aspiraciones de Nachito Rodríguez para ser auditor e impuso al Oso Valenzuela, coordinó los votos para encumbrar a Lucha Castro en al Poder Judicial y desplazar las facultades del Pleno hacia el Consejo de la Judicatura, despedazó el principio de Estado Laico nombrando al sacerdote jesuita Javier Ávila, Consejero de Atención a Víctimas. En síntesis convirtió al Congreso en una oficialía de partes donde no hay mayor prioridad que los deseos del Ejecutivo.

En un régimen de franca subordinación al mandatario en turno, su trabajo es digno de reconocimiento. Desde luego que Blanca Gámez debe ser considerada aspirante maciza a la senaduría, probablemente en fórmula con Gustavo Madero, el mayor aviador en la historia de la administración estatal, desde que la voz popular acuñó el ingenioso término. Hay que diferenciarse del pasado corrupto, faltaba mas.

Algunos académicos en la Facultad de Derecho quedaron con la boca abierta, cuando supieron que el departamento jurídico de la Facultad no presentó cargos contra el alumno –además hablan de tres- que intentó incendiar un salón de clases.

Por eso lo dejaron libre en menos de 24 horas, como si sólo hubiese violado el bando de policía y buen gobierno, sin mayores consecuencias. Si en la Facultad de “leyes” dejan pasar tales actos de vandalismo, qué pueden esperar los universitarios en otras facultades. Nada, pueden tirar la puerta y exigir diez en buena conducta.

Ojalá el Reten Ciudadano, que ayer hizo presencia en el Congreso, fuese a fondo en su intento por reducir la tarifa en el transporte público. Como están las carcachas ambulantes que circulan en las rutas –impuestas por la mafia a su comodidad y beneficio económico- no merecen ni tres centavos, menos el aumento autorizado por el gobierno semanas atrás.

Por fortuna para la pandilla del transporte, el Retén Ciudadano es una organización de poca base social, pues la gente de Chihuahua se distingue por su apatía en asuntos social, así le perjudique en su bolsillo. Pero en fin, estrellita en la frente, al menos lo intentan.

Rodolfo Leyva, desde luego hablando también a nombre de su hermano Alejandro, se reportó para hacer puntualizaciones a la columna de ayer, en lo referente al tema de transparencia en el municipio.

Rechaza que hayan intervenido, en modo alguno, intentando influir en la página del municipio y sostiene que el trabajo publicado lo realizó Cinthia Rodríguez, directora de Acceso a la Información y esposa de Miguel Latorre, por lo tanto miembro del M3, y Alejandro de la Rocha, presidente del Ichitaip impuesto por la voluntad de Corral, ordenó publicarlo. Sugiere, por tanto, fuego amigo contra Maru Campos.

Además sostiene que la página de transparencia del municipio ha sido mal manejada, primero por Mario Sila de la Garza Álvarez, quién por escrito le pidió –a principios de año- bloquear el cúmulo de solicitudes, y después por Jorge Orona, al que niega cualidades para estar al frente de la oficina de transparencia, pues entre otras cosas –según Leyva- es el funcionario más amonestado, 150 veces, por no responder solicitudes de información.

Por último algo que a su ver es muy importante, que todo lo que hacen lleva sus nombres y apellidos. Quede la observación solicitada, para el registro.