Un gobierno desafiado por el crimen

* Las absurdas razones de Aparicio

* Merodio regresa con ganas de pelea

* Chorreras y el revire contra Duarte

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En su estrategia por asentarse de nuevo en Chihuahua, el crimen dio el segundo paso; insolente desafió al Gobierno Estatal. Los muertos exhibidos en Cuauhtémoc y el asesinato de un escolta al servicio personal del Primer Comandante de la Ministerial en Juárez, ocurridos con menos de 24 horas de diferencia, dan cuenta del reto lanzado. La guerra está declarada, por si alguien en Palacio no lo había notado.

En la nueva campaña violenta Chihuahua no es excepción, hay constancia suficiente que permite parafrasear a Osorio Chong, con eso de que en el último año el “país se descompuso muchísimo”, como dijo a principios de año el secretario de gobernación referente a la entidad.

Algo sucedió en el país que de pronto resurgieron con violencia inusitada los diversos carteles de la droga que operan en territorio nacional ¿Qué? Imposible saberlo a simple observación, pero las manifestaciones ahí están, son innegables.

Hoy nadie duda que algo cambió en México en los últimos meses, algo que hizo resurgir la violencia contenida en los primeros años del gobierno de Peña, hasta retornarla a niveles de la nefasta época de Calderón y García Luna, cuando su absurdo afán por empoderar al cartel de Sinaloa.

El contexto general, entonces, es adverso. Pero en Chihuahua esa violencia se disparó a niveles insospechados, más que en la gran mayoría de los estados, elevando el número de ajusticiamientos callejeros asociados a las bandas criminales un 73 por ciento, en los primeros ocho meses del año.

Según cifras oficiales de la Fiscalía, el número de homicidios dolosos en el estado llegó a 1,265 en los ocho meses transcurridos del 2017, contra 773 del mismo periodo el año pasado. Va el asterisco, son cifras oficiales ¿Cuánto le gusta a usted para que sean las reales? Mínimo el doble, según la experiencia popular.

Los empresarios agrupados en las cámaras y organismos de la Iniciativa Privada, usualmente proclives a lisonjear al gobernador en turno, empiezan a manifestar preocupaciones por la inseguridad, primer síntoma de que ahora también ellos se ven y sienten vulnerables.

Federico Mares, presidente de Coparmex, hizo una tímida observación sobre la pérdida del respeto a la autoridad y pidió replantear la estrategia. Son expresiones públicas de inconformidad que habrán de crecer, pues como se dijo ayer en éste espacio, otro tema –manejado en voz baja- son las extorsiones y la siempre amenaza del secuestro.

Y ayer Oscar Aparicio, jefe de la policía, destacó que la corporación a su mando realiza un estupendo trabajo conteniendo a los carteles locales de la droga, lo que ha generado –según él- que grupos “externos” quieran aprovechar esa debilidad para ingresar a territorio estatal.

Absurda explicación del jefe policiaco, necesitan encontrar un discurso menos inverosímil. Ahora tenemos que por el excelente trabajo de los agentes ministeriales y los cuerpos de seguridad, reduciendo a las bandas locales, otros quieren aprovechar la barata e ingresar al Estado para tomar su lugar.

Por favor, entonces no le muevan, dejen las cosas como estaban o en todo caso hagan un frente común con los narcos conocidos de Chihuahua y cierren el paso a los ajenos, pero restituyan la paz, único anhelo de la gente.

No haya explicaciones para cubrir la palpable evidencia de su descomunal fracaso ante el incremento de la violencia que los ha rebasado y ahora lanza un desafío a su autoridad. Grupos externos por debilitamiento de los locales, sólo escuchándolo puede creerse.

Inactiva varias semanas, mientras se reponía de la batalla perdida contra Graciela Ortiz y Reyes Baeza por la dirigencia local del PRI, que añoraba para ella, la senadora por gracia de Joel Ayala, Lilia Merodio, regresó con ganas de dar pelea.

Tras su ausencia mediática lo primero que hizo fue disparar contra Omar Bazán, por los acercamientos con el gobierno de Javier Corral, como si fuese un pecado dialogar entre fuerzas políticas adversas y le dio por convocar a la unidad de los priistas.

Hay políticos que no saben en dónde están parados. La senadora se engaña a sí misma, pues al ver que Joel Ayala, uno de los políticos más desprestigiados del viejo PRI, encontró en la diputada Rocío Saénz su nuevo proyecto político, Lilia empezó a coquetear con Morena, pensando que no serían registrados sus acercamientos.

Lo anterior es lo que dicen las siempre afiladas fuentes juaritas, donde le ponen las cruces lo mismo tetos que serranos y chagos nietos. Están convencidos de que Merodio tiene un pie fuera del PRI, aunque no encuentran explicaciones suficientes para acomodarla en los próximos procesos electorales

¿Aspira a una de las diputaciones donde Morena tiene presupuestado ganar en Juárez? Es probable, en el nuevo PRI no tiene cabida y como se dijo arriba, Joel Ayala ya encontró a otra favorita.

Además, falta lo que diga Víctor Valencia, quién tiene camino recorrido acompañando a los discípulos del tabasqueño y también quiere su rebanada en la repartición de López Obrador.

Pronta y enérgica la reacción del Fiscal Peniche contra el triunfo parcial de César Duarte, que recuperó –sin poder enajenarlas- las propiedades de su familia incautadas por la Fiscalía del Estado.

Para eso si están muy prestos, en cuanto recibieron la noticia de la suspensión a favor de Duarte, reventaron –concepto del argot policial- el rancho “Chorreras” enclavado en el municipio de Ignacio Zaragoza, que fuese propiedad del difunto Carlos Hermosillo.

El argumento es que encontraron ganado y maquinaria propiedad del gobernador en fuga y sospechan -¿Será porque lo administraba uno de los hermanos del ex?- que Hermosillo servía de prestanombres. En realidad es la respuesta de Gobierno contra la disposición judicial de que regresen el adorado “Suacito” y su casa de Parral, las joyas de la corona.

Al menos para eso reaccionan con prontitud, no obstante el hecho objetivo es que Duarte está ganando la disputa legal, no por que termine saliéndose con la suya, lo que siempre es una posibilidad en litigios que involucran a los empoderados, sino por que mientras más prolongue el juicio, cada día sería un día ganado para él.

Ya nada más me falta aguantar cuatro años, pensarán el exgobernador y sus avezados abogados en ambos lados de la frontera.