Alto, muy alto el precio pagado por Ricardo Anaya para imponer su criterio al destrabar la crisis institucional en la Cámara de Diputados, ante la falta de Mesa Directiva. El tema es complejo, pero todo se reduce a sus pretensiones de quedarse con la candidatura del Frente PAN-PRD-MC a la Presidencia de la República. Está obsesionado.
En ese afán no tuvo empacho en partir el PAN a dos; él y los gobernadores –entre ellos Javier Corral- que decidieron alimentar sus ambiciones, y el de Felipe Calderón, Margarita, Cordero y otros activos preponderantes del partido, cansados de pedir piso parejo.
Sí, el joven queretano puede presumir que ganó la batalla contra Los Pinos y no le faltará razón. Pero a fuerza de ser sincero, tendría que añadir también que en ese afán destruye a su propio partido. Igual, no quiera ver más, que Roberto Madrazo al PRI hace doce años.
Electo Jorge Carlos Ramírez Marín como presidente de la Cámara de Diputados y en marcha la iniciativa para eliminar cualquier insinuación de pase automático de Procurador a Fiscal, lo que sigue son los ajusticiamientos internos del PAN.
En esa parte Anaya debe lidiar con Margarita y los senadores rebeldes de su partido, que se hicieron de la presidencia de la llamada Cámara Alta, por conducto de Ernesto Cordero. El episodio legislativo concluido ayer, es sólo una batalla más en la larga lucha por Los Pinos.
Como muestra de que la ruptura llegó a un punto sin retorno, quedan las crónicas de la comida anual de los 300 líderes del país, realizada el miércoles. Perversos los organizadores, sentaron en la misma mesa a Margarita Zavala y a Ricardo Anaya, ambos con cara de “huele mal”, sin darse al menos la mano ni cruzar palabra. Así tiene Anaya al PAN en estos momentos.
En política doméstica también los acomodos empiezan a dar color. Tómelo por ocurrencia, volada o rumores desprovistos de sentido, pero gente cercana a Víctor Valencia asegura que decidió ir por la vía independiente como candidato al senado.
Guarda lógica, antes de que Morena eligiese a Chihuahua como uno de los 16 estados donde llevaría de candidata en primera formula a una mujer, habían ofrecido el espacio a Valencia. Cerrada esa posibilidad por los acuerdos internos del partido, la única opción viable de Víctor era la vía independiente y además ahí está su compadrazo del alma, para resolver los pequeños detalles de la campaña.
No es un político improvisado, pero tendría que hacer un gran trabajo electoral para competir en condiciones de éxito, los independientes –lo dicen las últimas encuestas- van consistentemente a la baja. En fin, como se dijo, tome la información con reserva, falta un amplio trecho por recorrer.
En Morena lleva la delantera para el senado Martha Laguette, la misma que fue regidora, diputada federal y candidata a la presidencia municipal por el PRI. Ella sería la propuesta más firme del CEN, presentada nada menos que por la número dos de López Obrador, Yaidckol Polevnski.
¿Qué mueve a Martha? Seguro la ilusión de que una campaña eficiente y el impulso electoral de López Obrador, conseguirían votos suficientes para dejar a Morena en segundo lugar de la votación estatal, quedándose ella con el añorado escaño.
Puede, hasta hoy el tabasqueño es amplio favorito, con todo la de Martha sería una apuesta de alto riesgo. Con el PAN en el poder y un PRI que sigue siendo, por mucho, la segunda fuerza, el reto de Morena en Chihuahua es enorme. Además, falta medir el impacto nacional por la renuncia de Monreal. No lo pierdan de vista.
Hay otra, de candidato al senado por el PRI iría Reyes Baeza, un personaje que no juega a sacarse la lotería ni avienta los dados esperando que la suerte lo acompañe. Con todos los negativos que puedan ponerle en su paso por la gubernatura, es un rival de respeto.
Reyes busca la senaduría por la vía pavimentada, pero si lo mandan por tierra no tendrá dificultad en mostrar su vena de priista formado en la más absoluta institucionalidad. Lo acompañaría una mujer de Juárez ¿Le gusta Andriana Fuentes? Es una posibilidad.
En el PAN las variables se reducen a lo que suceda con la candidatura presidencial y los acuerdos forzados –de otra manera no pueden ser, por el nivele de rispidez prevaleciente- entre la nueva Familia Feliz de Corral y el M3 de Maru, Mario y Malo.
Ahí caben un número amplio de nombres: Gustavo Madero, también podría ir propuesto por el CEN; Guillermo Luján, al que limita que su mujer ejerza hoy el cargo; Arturo fuentes Vélez, sería una manera de premiar su incompetencia en Hacienda; Pablo Cuarón, en un acuerdo con parte del gran capital juarense; Juan Blanco, en razón de ser el anayista más plantado de Chihuahua; Mario Vázquez, en el improbable caso de que se imponga el M3 sobre Corral. Por citar otros de los que sueñan viéndose de senadores.
Para la segunda fórmula solo pintan tres: Blanca Gámez, en reconocimiento a su obsequiosa labor de presidenta y su vieja militancia entre los felices; Rocío Reza como premio de consolación si no pueden reventar a Maru en la alcaldía; y Tere Ortuño, en la eventualidad de que el Dhiac –Yunke a nivel nacional- exija la posición en Chihuahua y el CEN decida respetarla. La lista es larga, pero como ve Gustavo Madero tiene muchos rivales.
Conductores molestos por un reten ilegal e improvisado en la carretera Chihuahua-Delicias, se reportaron para denunciar que un par de patrullas de la Policía Federal y dos conos amarillos al centro del la cinta asfáltica fueron suficientes para causar un trastorno vial interminable, ayer al medio día.
En el carril sur-norte la fila se prolongaba desde el kilometro 15, donde está la última gasolinera, hasta más allá de la sierra, después del entronque a Mápula. Como si nada estaban ahí los extorsionadores con placa, trastornando el tráfico que deben proteger y agilizar.
Encima montan su retén –denunciaron testigos- en una parte de la carretera donde hicieron circular los vehículos por un solo carril, a causa de los eternos trabajos que realiza –sin avances visibles- la SCT desde hace años en los últimos kilómetros antes de llegar a la ciudad de Chihuahua.
Queda el comentario, sin haber garantía de que los agentes reciban al menos una reprimenda, así se manejan los señores con autorización de sus jefes.
