Oootra vez ¡Que no es deuda!

* El gran vencedor del agiotismo

* Limpieza de puchadores … Y?

* La vivencia de Lucero Palma

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Cuando Jaime Herrera burzatilizó los 15 mil millones de pesos en bonos carreteros, despertó una polémica sobre si eran o no deuda pública. Duarte y el ingenioso Secretario de Hacienda repitieron hasta el cansancio que no, aclarando que se trataba de tomar dinero garantizado con los ingresos carreteros. Cual problema, era dinero que ingresaría a las arcas estatales.

Duarte y Jaime no hacían nada nuevo, el primero en recurrir a los bonos carreteros vía bursatilización fue Armando Muñiz, con Fernando Baeza. Siguieron el camino Francisco Barrio, Patricio Martínez y Reyes Baeza. La diferencia es que ninguno se atrevió a ir más allá de su sexenio, como lo hizo Duarte en total irresponsabilidad.

Ponga que no sea deuda, pero limitaron–comprometieron, decían los voceros del PAN entonces- los ingresos de futuras administraciones, sin contar que deberían pagar cantidades ingentes por el dinero adelantado. La operación es sencilla, te adelanto lo que me pides pero te cobro tanto por el servicio más la cantidad prestada. No es magia, todo se paga.

Ayer Javier Corral mostró enfado por los señalamientos de que el refinanciamiento del los 20.4 mil millones son un modelo oneroso de nueva deuda y quienes lo dicen están en “franca provocación y extorsión. Está colocada –esa versión- en la estrategia, no solo del PRI sino también del duartismo, para trasladar a través de ciertos medios de comunicación mentiras completas”.

Vuelve a sus acusaciones originales, Duarte en complicidad con los medios corrompidos intentando destruir su gobierno con provocaciones y afanes de extorsión. No pasa por su mente que haya fundamento en la critica y menos admite que suceda en razón de interés periodísticos.

Y sigue: “El que hoy se esté hablando, sin ninguna sola prueba, que Chihuahua se ha endeudado más, no agravia al Gobierno del Estado, agravia a los lectores, agravia a los públicos, a quienes se les está trasladando mentiras completas. Nadie tiene una sola prueba de que hayamos pedido un peso más de endeudamiento para Chihuahua.”

En ésta parte el gobernador acierta. Nadie tiene una sola prueba de que Chihuahua se ha endeudado, por la simple y sencilla razón de que todavía no se endeuda. Espera a que concluyan las negociaciones con los bancos, entonces se verá si hay o no pruebas.

Cerró con la justificación planteada desde la primera vez que propusieron el refinanciamiento: “Nos va a permitir lograr mejores condiciones en el tema del ahorro. Al licitar el conjunto de los créditos, nos colocamos en una mejor posibilidad de obtener mejores tasas de interés e incluso reducir más los tiempos que hemos previsto.”

O sea, entiendan cabezas huecas, entiendan de una vez y para siempre, n o  e s   d e u d a. No y mil veces n o  e s   d e u d a, son ahorros ¿Es tan difícil entenderlo, chorlitos? El gobierno se ahorrará entre mil y mil quinientos millones de pesos reduciendo tasas de interés y plazos.

Si la Secretaría de Hacienda consigue ahorros por tales cantidades, además pagar menos intereses, reducir la deuda y acortar los plazos, que los creadores patenten su esquema de negociación y ofrezcan los servicios a todas las entidades federativas y al resto de país con problemas crediticios. Se harían multimillonarios.

Habrán logrando un milagro y por tanto Arturo Fuentes Vélez será merecedor a que le hagan un monumento a media plaza del Ángel, con fuente y todo, dirigiendo la estrategia frente a sus azorados compañeros de trabajo, con la leyenda “dobló al agiotismo bancario”.

Si una persona compra un auto a crédito de 12 meses, paga cierta cantidad de interés, pero si lo compra a cinco años paga el triple o más. Lo mismo sucede con los créditos hipotecarios y cualquier otro que ofrezca la banca comercial, condicionando siempre los primeros abonos al pago de intereses y una vez satisfechos van a capital. Quiere pagar en abonos chiquitos, está bien, pero el resultado final es que pagará el doble y triple. La casa nunca pierde, es la esencia y fin de los bancos, generar dinero.

¿Cómo logrará el gobierno de Javier Corral invertir el esquema, es decir pagar menos, reducir montos y acortar plazos, haciéndolo además en condiciones financieras más adversas que las prevalecientes durante los contratos de los anteriores, pues aumentó la inflación, las tasas de referencia y los ajustes a la baja en las calificaciones crediticias, indicadores internacionales que regulan toda transacción crediticia?

Es lo que deberán explicar a los Chihuahuenses una vez concluidas las subastas con los bancos. Ojalá tenga la fórmula mágica y hagan que sus detractores se traguen las palabras y si lo hacen que la gente siga votándolos a perpetuidad, bien merecido se lo tendrán, llevaron el gato al agua.

Pero si no, que el señor gobernador y su secretario de Hacienda acepten en público que para aligerar los pagos de los primeros cuatro años, hicieron crecer el servicio de la deuda enviándolo a sabrá dios cuantos años más, lo que en términos llanos implica pagar más.

En esa hipótesis Corral estaría igual que Duarte, comprometiendo administraciones posteriores con tal de salvar la suya, sin tener la humildad de aceptar que sus movimientos financieros crecen el endeudamiento.

El Fiscal Peniche resolvió con una sola explicación los últimos asesinatos en la ciudad: se trata de una limpieza de puchadores, dijo, pues otro grupo delictivo quiere hacerse cargo del negocio.

Todo perfecto, que se sigan matando ¿Qué no es la Fiscalía la institución sobre la cual recae el derecho constitucional de hacer uso de la fuerza para mantener el Estado de Derecho? La gente no quiere explicaciones, quiere soluciones.

Además del natural susto a causa del temblor, Miguel Lucero Palma se llevó otro por los malandrines en la Ciudad de México que aprovecharon la tragedia para sus fines aviesos. Junto a otros azorados testigos del sismo, lo asaltaron a mano armada mientras sus corazones todavía latían a mil por segundo, al verse en medio de la tragedia.

Lo bueno y lo malo de la gente sucede durante esas catástrofes, por fortuna son muchos más los buenos que los malos. El ejemplo de solidaridad entre los mexicanos impresiona en todo el mundo. Bien por eso, malo que nunca falten los malandros oportunistas.