Verdades a medias; mentiras completas

* Los Diarios me difaman: Javier Corral

* Transparencia, solución de toda duda

0
1

 “Me difaman y calumnian, y le mienten vilmente a los lectores”, dice el gobernador Javier Corral para desmentir una información publicada por los diarios de Juárez y Chihuahua, sobre que habría usado un avión propiedad de Gobierno del Estado para viajar a Mazatlán con fines recreativos.

La bitácora 370 establece que Corral, su esposa Cinthia Chavira y el jefe de escoltas Juan Manuel Escamilla, abordaron la aeronave Kin Air 350 modelo 1997, matrícula XC-CHI el 29 de diciembre en Juárez con destino a Mazatlán, Sinaloa, sin hora de despegue, dato que después el gobernador definió como “tarde-noche”. Y la bitácora 371 reporta la salida de Mazatlán a las 08:15, con arribo a Chihuahua a las 09:45.

La sesión donde Quirino Ordaz Coppel protestó el cargo fue el sábado 31, iniciando a las once de la mañana. Son ceremonias protocolarias cuya duración va de las dos a las cuatro horas, mismas que los mandatarios atienden sólo para la foto por solidaridad, compromiso político o reciprocidad con el colega.

¿Qué hizo el señor gobernador Corral la noche del jueves 29, el viernes 30, la tarde del sábado 31 y el domingo primero, dado que regresó hasta la mañana del lunes dos? De eso, sus actividades no hay constancia, pues en la explicación ofrecida en redes las define como “distintas actividades”.

En aquel lejano fin de año su jefe de prensa, Antonio Pinedo, informó a un medio digital que el gobernador tomó vacaciones entre el 23 y 26 de diciembre y que tampoco laboraría entre el 29 de diciembre y el dos de enero. Estas fechas son las coincidentes con su “gira oficial” al informe de Ordaz Coppel.

Cuatro días y vea usted que días, fin de año, para atender un compromiso de cuatro horas, tiempo contrastante en relación a otra actividad del mandatario sobre juramentos de cargo.

Un mes antes partió de Chihuahua a Jalapa para estar en la toma de protesta de Miguel Ángel Yunes, gobernador de Veracruz, y de Jalapa con destino a Aguascalientes, para similar ceremonia con el gobernador Martín Orozco Sandoval. El uno de diciembre atendió dos ceremonias en un día, el 31 ocupó cuatro para una. No hay congruencia.

Se sabe también que Javier Corral es dueño de un departamento en Mazatlán, donde con frecuencia suele vacacionar y por información publicada en medios nacionales hay constancia de que gusta jugar golf en aquellos campos playeros. Imposible tapar el sol con un dedo o permitir que una toma de protesta arruine sus vacaciones de fin de año ¿es burda esa inferencia?

Verdades a medias son mentiras completas, por la información documentada en páginas informativas de los diarios, ahora está claro que el señor gobernador viajó desde el 29 de diciembre a Mazatlán para asistir a una toma de protesta que sería el 31 y regresó hasta el dos de enero ¿Qué hizo en su tiempo libre? Dígalo con esa transparencia que presume.

En lugar de proporcionar el detalle de su agenda, dado que por estar en asuntos oficiales debería ser pública, intenta descalificar información objetiva, basada en bitácoras proporcionadas por la Secretaría de Hacienda, con el ensayado estribillo de que no se dejará extorsionar, deslizando que funcionarios de los diarios quieren cien millones de pesos en publicidad, por eso lo difaman y calumnian.

Se repliega falazmente a un argumento de diatriba, de la misma manera en que López Obrador recurre a la “mafia”, cuando alguno de sus acólitos es sorprendido en actos de corrupción.

Así el gobernador Corral, los diarios publican una información incómoda y por más solida y documentada que sea la desmiente con la cantaleta de que son los corruptos periodistas añorantes del vulgar ladrón que les llenaba los bolsillos de millones.

Yendo más lejos, como dicen los abogados aceptando sin conceder, esa supuesta añoranza económica no descalifica información verificada en transparencia, datos oficiales surgidos de las mismas instancias de gobierno.

Ahora y puestos en la dinámica de la extorsión, sería de mucha utilidad para la comunidad y para los lectores que hiciese público el nombre de él o los funcionarios de la casa editora que pretenden extorsionarlo y de los cuales dice que no se va a dejar.

Todavía más, si tiene pruebas de una canallada de tal naturaleza se le conmina a presentar una denuncia de hechos ante las autoridades competentes, misma que sería acompañada informativamente por los diarios, buscando siempre aplicar la ley. ¿Lo extorsionan? Nombres y apellidos, no deje el tema en declaraciones superficiales.

Con el cuento de que la prensa es corrupta como corrupto era el anterior gobernador que los maiceaba, no puede emitir tales afirmaciones sin mostrar elementos que las sustenten. Eso sí es difamar.

Tampoco es dable justificar acciones cuestionables en su administración, con el pretexto de que el “vulgar ladrón” hizo tropelía y media. Con ese argumento salió en defensa del viaje Arturo Fuentes Vélez, Secretario de Hacienda, explicando que Duarte hizo viajes por miles de horas en asuntos personales.

A estas alturas del nuevo gobierno –más de un año- pocos chihuahuenses dudan que Duarte sea un pillo de ambición económica y política incontenida. El hombre está socialmente condenado y por eso el PRI perdió la elección de la manera más estrepitosa.

Este espacio ha sido de los más reiterativos en exhibir las pasadas tropelías y exigir que Duarte y quienes lo acompañaron en su tarea de saqueo sean puesto ante los tribunales.

Sería una tragedia para la justicia de Chihuahua que se vayan impunes como tantos otros gobernadores rapaces en la historia del país. La única acotación al respecto es que sea en apego a la ley, pero que sea la más estricta aplicable.

El punto con el gobernador Corral no es que salga de vacaciones, ni siquiera que haga uso de los aviones, vehículos y recursos del estado “como Duarte”. Está mal, pero la sociedad se acostumbró a que los gobernantes dispongan de los vastos recursos estatales sin rendir cuentas.

La diferencia hoy es que Corral proclamó a los cuatro vientos que jamás incurriría en tales excesos. No obstante los hechos dicen que en menos de un año hay dos ejemplos comprometedores con vuelos a Mazatlán: cuando dispuso de una aeronave propiedad de un proveedor, el episodio del golf, y el viaje para estar en la toma de protesta de su colega Ordaz, al que generosamente destinó cuatro días en fin de año.

Es todo, menos piel finita, más transparencia y la información fluye solita.