*Anaya, cierre matraquero

* Morbo por la ola morena

* Maru administra el tiempo

* De cosméticos, tintes y chicles

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El panismo se concentrará  mañana en el Gimnasio Rodrigo M. Quevedo, antes cede oficial del PRI, para recibir a un debilitado Ricardo Anaya, al que la mafia reduce al tercer lugar. Tocado por sus traiciones y deslealtades, camina en picada.

Cambian partidos y colores, mudan personas y discursos, sin embargo permanecen las viejas costumbres de la política mexicana. Anaya tendrá en Chihuahua un cierre de campaña matraquero, al más añoso y simulador estilo del viejo priismo: tambora, banderas, porras inducidas, color uniforme y matracas escandalosas.

Será sencillo para el gobierno del PAN abarrotar el viejo inmueble, con los burócratas de la administración estatal tienen suficiente materia para vestirlo, a los que debemos agregar personal de las presidencias municipales de Chihuahua, Delicias, Cuauhtémoc, Camargo y Meoqui, más los que lleguen de Juárez.

Refrescante sin duda ¿Será suficiente para reanimarlo, tras la seguidilla de caídas y descalabros en la última semana? Improbable, conoce mejor que nadie la fragilidad de su proyecto al final de la campaña. No habrá porra que le regrese la sonrisa perdida desde los últimos videos Barreiros.

Javier Corral cumplirá satisfactoriamente con el candidato, además del acarreo que vista con suficiencia el gimnasio, recreará el estribillo de que Peña y López Obrador ya pactaron, su apuesta final buscando una remontada cada vez más lejana. Sigue como va y termina tercero.

Chihuahua es el mejor escenario para ir sobre la yugular de Peña, no la desaprovecharán intentando el último y desesperado jalón del voto útil que se les ha negado. Falsas ilusiones, hoy los electores saben que Anaya es un candidato impresentable, solo aquellos más necios no lo aceptan.

Dos días después, el lunes por la mañana, estará López Obrador en la Plaza del Ángel, viene también a cerrar su proselitismo en Chihuahua. Al carecer de la nómina siempre facilitadora del acarreo, en Morena su cierre si es referente para valorar la intensidad de la ola que viene.

Es la pregunta que corre en mesas de café, oficinas burocráticas, pasillos, merenderos, corros y misas dominicales: De qué tamaño es la ola de Morena, se pregunta la gente con cierto regustillo de morbo.

Las respuestas son de lo más variadas; corren desde los optimistas de izquierda que lo ven arroyando todo a su paso, hasta el moderado que lo minimiza, asociándola a tenue brisa incapaz de mover los indicadores domésticos de la elección.

En cualquier caso ninguno presenta dudas sobre la ola que se aproxima, por lo mismo el cierre del Ángel servirá de termómetro para establecer aproximaciones del ambiente morenista en la entidad.

Para valorarlo con objetividad considere que a Meade le organizaron eventos muy decorosos en Juárez y Chihuahua, pero todos en escenarios controlados a puerta cerrada y ningún candidato del PRI o PAN optó por la prueba de las plazas. Los riesgos son muchos.

López Obrador siempre busca las plazas, estén  llenas medias o vacías, es su estilo, el punto ahora es que sus expectativas en Chihuahua, un electorado que se le ha negado, son altas ¿Cumplirá con los optimistas o cerrará en la medianía de actos anteriores? El lunes sabremos.

Confiada en una preferencia que la pone como puntera en la ciudad, Maru Campos se pasea, sin prisas ni sobresaltos, en restaurantes y centros de concurrencia urbana, disfrutando su popularidad.

Encuestas diversas la sitúan con ventaja cómoda sobre sus competidores más cercanos, Alejandro Domínguez y Fernando Tiscareño, permitiéndole transitar por una campaña sin estrés.

Al verse arriba y confiada en la percepción ciudadana que la ve de favorita, su estrategia es que la campaña avance sin contratiempos y de preferencia lo más plana posible. Que sean otros quienes lleven el desgaste de remontar.

El domingo es el debate entre los candidatos a presidentes municipales. Curioso, “cayó” el día del padre y el día del partido Alemania-México. Hasta con esas, la audiencia será escasa, otro evento más de campaña y a lo que sigue.

Los tiempos de campaña se acortan y la candidata del PAN mantiene su dominio, para qué preocuparse si ya tapizó la ciudad con su foto y el mundial está en marcha.

Layda Sansores es senadora con licencia y candidata a la delegación Álvaro Obregón, por la coalición Juntos Haremos Historia, la misma de López Obrador. Una investigación exhibió rembolsos del senado por más de 700 mil pesos durante el 2016 y 2017.

La señora presentó facturas por esa cantidad, respaldando la compra de maquillaje, joyería, ropa y juguetes para su nieto, entre otros artículos personales que nada tienen que ver con su actividad legislativa.

Hasta ordenó un traje especial, incluida pañoleta de seda con las fotos de los 43, a famosa diseñadora mexicana, que le costó más de 22 mil pesos, solo el trajecito y aunque no lo crea un refrigerador, la despensa de su casa, dos kilos de jamón serrano, bacalao, hasta los chicles metió en las facturas.

Todo está debidamente comprobado con las facturas de compra, fechas, lugares y el respectivo cheque del reembolso. ¿Sabe que respondió la muy cínica? Lo de siempre: “me difaman por atreverme a denunciar los abusos del poder”. Ese nivel de podredumbre que define a la política mexicana, atraco infame al dinero del pueblo en cuyo nombre hablan.

Ante la evidencia innegable la victimización, pero no hay problema, es de Morena y por tanto está purificada, igual que tantos truhanes que acompañan a López Obrador.

A propósito, la última de los chairos: el colesterol malo se afilió a Morena y ahora es colesterol bueno, para todos aquellos que sufrían –así, en pasado- por tenerlo alto. Tranquilos, todo está bien, si la Sansores, está perdonada por qué no el colesterol malo.

El domingo se presenta México contra Alemania, en las canchas de Rusia. Un resultado deseable es México 4 Alemania 0, así vengaría la goleada de la Copa Confederaciones ¿Cuál es para usted el resultado posible? Por respeto a la afición, siempre ilusionada, queda pendiente el pronóstico, que tanto son 24 horas para conocerlo.

Lo mejor del mundial es que nos hará descansar de la política, los ciudadanos se han hastiado de sus mentiras y acusaciones mutuas, tantas que consiguieron confundirlos hasta lograr que todo termine igual, es decir con López Obrador afianzado en la cima donde inició.