*¿Dónde notifican a Duarte?

* Aparicio y Peniche azorados

* Rebelión azul de Gobernadores

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Consternado y sin saber que hacer está Cesar Duarte, la Comisión de Honor y Justicia lo citó para el jueves seis de diciembre, previniéndolo que de no asistir será expulsado del Partido. Al recibir la noticia seguro alteró su estado de vigilia, un compromiso así no debe ser rehuido, jamás soportaría el descrédito de la expulsión. Ajá.

Los priistas cuidando las formas hasta el final, primero muertos que ordinarios. Citan al gobernador en fuga para garantizar su derecho de audiencia y evitar apelaciones posteriores; lo convocamos antes de su expulsión pero no asistió.

Son admirables: sobre los estatutos nadie, bajo los estatutos todos. Bendita escuela, hoy que caminan a convertirse en partido paria, las viejas formas que moldearon su carácter de políticos institucionales lucen ridículas. ¡Como no lo llamaron a cuentas cuando estaba metiendo, hasta los codos, la meno en el cajón público.

Entre quienes desean verlo instalado en San Guillermo, sin embargo, la inminente expulsión podría ser una noticia positiva. Siempre cabe la posibilidad de que fuera del partido pierda la protección gubernamental recibida desde que salió corriendo de Palacio.

Tengo dudas, López Obrador no hará nada por liberarlo, pero tampoco por detenerlo. En días pasados reiteró el estribillo de “perdón y olvido” a los corruptos del pasado, entre los que se encuentra Duarte, y sin la voluntad presidencia es difícil que la justicia de Chihuahua tenga éxito.

Si pasó los primeros dos y medio años disfrutando en el extranjero los millones mal habidos, los otros dos y medio se le irán como agua entre los dedos, sabiendo que lo perdonó el tlatoani. Que disfrute cangrejos, langostas y el cayo de la Florida, al paso de la Cuarta Transformación sólo falta que regrese a postular de candidato a cualquiera de los que ayudó durante sus tiempos de gloria.

La Fiscalía elevó de amarillo parpadeante a rojo intenso sus alertas de seguridad contra los grupos criminales, poniendo a la corporación en factico estado de guerra.

Ayer asesinaron en ésta ciudad a otro mando de la Comisión Estatal de Seguridad y el lunes balacearon las oficinas de la Fiscalía Ciudad Juárez. La seguidilla de atentados y ejecuciones de policías estatales lleva casi todo el mes y los episodios de sangre aumentan en frecuencia e intensidad.

La lucha por el control de la plaza es feroz, desde los negros días de Paty González los cuerpos estatales de seguridad no estaban sometidos a fuego intenso y nadie, fuera de gobierno y las pandillas violentas, sabe de que se trata. Pero la experiencia indica que pelean por el control de las dos ciudades más importantes del estado.

En medio de la crisis sesionó ayer el Consejo Estatal de Seguridad y a diferencia de otras reuniones de trabajo, ésta vez estuvieron presentes comandantes de las zonas militares y mandos de la policía federal. Da igual, en lo que permanecen reunidos y deliberando sabe Dios qué, el baño de sangre ensancha.

Que por favor concluya el sexenio de Peña Nieto, mientras López Obrador no tenga el mando formal los sicarios del mal aprovechan el vacío para desafiar a la autoridad estatal, de por si muy disminuida. Cualquiera atenta contra los agentes o balacea sus oficinas.

En lo que entregan el mando las autoridades salientes –faltan nueve días- y López Obrador consigue desplegar la Guardia Nacional –así llaman a la militarización del país- los asesinatos en Chihuahua y buena parte del territorio nacional seguirán creciendo.

Son acomodos “normales” al cierre del sexenio, dicen quienes tejen y destejen en el submundo de policías y ladrones. Vaya normalidad la nuestra, en el periodo de intersexenio los mandos estatales se repliegan azorados y los federales pasivos a que lleguen los nuevos jefes. Pecho tierra, tendremos un violento cierre de año.

Los diputados federales del PAN se revelan como la oposición legislativa en San Lázaro, hace poco tomaron la Tribuna y aseguran que para el uno de diciembre preparan una sorpresita.

Es la forma en que reaccionan los gobernador azules, como ellos no pueden desafiar de frente al dictador –los castigos son severos- encuerdan a sus diputados y los hacen agitar el pandero de bulla. Tímidos síntomas de oposición, ya se verá como los trata el nuevo régimen en los presupuestos.